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Accidente de tren en Santiago

El maquinista del Alvia pide perdón entre lágrimas y declara que no había ninguna señal antes de la curva: "Nada de nada"

  • En su declaración ante la juez, que se ha prolongado una hora, solo ha respondido a las preguntas de su abogado
  • A Garzón Amo se le han saltado las lágrimas cuando su letrado, Manuel Prieto, se ha referido al descarrilamiento

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El maquinista del Alvia pide perdón entre lágrimas y declara que no había ninguna señal antes de la curva: "Nada de nada"

El maquinista Francisco José Garzón Amo se ha desmoronado y ha pedido perdón durante su declaración en la segunda sesión del juicio por el accidente del Alvia ocurrido el 24 de julio de 2013 en Santiago, en el que murieron 80 personas y otras 145 resultaron heridas. En su declaración, en la que solo ha respondido a preguntas de su abogado, ha dicho que frenó, pero fue imposible que no se desencadenase el accidente: "No pude evitarlo".

"No había absolutamente ninguna señal desde la manzana que venía en vía libre hasta la curva, no había ningún tipo de señal, ni semafórica, ni baliza, ni limitación, nada de nada de nada de nada", ha enfatizado el maquinista del tren sobre la falta de una advertencia para aminorar la velocidad en el tramo último antes del accidente, en su declaración ante la jueza, que se ha prolongado durante una hora.

Garzón Amo ha dicho que solo se topó con la señalización de los 80 kilómetros por hora cuando se encontraba circulando ya a 191 kilómetros por hora, en la curva de A Grandeira, donde se produjo el descarrilamiento que no pudo sortear.

El maquinista de aquel tren y el exdirector de Seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, son los dos únicos acusados en el juicio por el accidente, a los que se le imputan, respectivamente, delitos de homicidio, lesiones y uno de daños, por imprudencia profesional grave.

El Ministerio Público pide para el maquinista y el exdirector de Seguridad de ADIF cuatro años de prisión, al igual que la Asociación Plataforma Víctimas del Alvia 04155, que representa a la mayor parte de las víctimas del accidente. Además, la Fiscalía pide que el maquinista sea inhabilitado para su profesión durante el tiempo de la condena y que el otro acusado sea inhabilitado, durante el mismo periodo, para el ejercicio de cualquier profesión que implique gestión, seguridad o responsabilidad en infraestructuras ferroviarias.

Está previsto que sea un juicio largo que estará centrado en la responsabilidad de Garzón Amo, que encaró la curva de A Grandeira a más del doble de la velocidad permitida (191 km/h frente a 80), y la de Cortabitarte, en su caso por eventuales problemas que pudiesen haber afectado a la seguridad de la instalación, al no contemplar un frenado técnico (conocido como sistema ERMTS).

Garzón Amo: "Perdí la conciencia situacional"

El conductor de aquel tren Alvia 04155, que cubría la línea Madrid-Ferrol, ha contado que la llamada de servicio del interventor de a bordo, Antonio Martín Marugán, recibida antes del accidente, a la que "es obligatorio contestar", lo dejó desubicado. Creyó que estaba en el túnel anterior. "Perdí la conciencia situacional", ha relatado en su declaración, en la que también ha intercambiado palabras con la jueza al solicitarle algunas aclaraciones sobre su relato.

La línea donde se produjo el descarrilamiento es monótona, con muchos viaductos, es fácil perder la referencia y el teléfono es "una herramienta de trabajo", ha señalado Garzón Amo sobre el momento en que recibió la llamada. "Estoy obligado a contestar", ha refrendado.

A la pregunta de si hoy en día podría haber ocurrido una tragedia semejante teniendo en cuenta los medios técnicos y señales que se instalaron después, Garzón ha sido tajante: "No, imposible". Esos medios de protección, ha asegurado, existían ya cuando se produjo el accidente: "Siglos, diría yo. Siglos hacía ya que existían". Y ha opinado que en aquel entonces deberían estar en funcionamiento. Porque lo que a él le ocurrió podría haberle pasado a otro maquinista. "A cualquiera".

El abogado que se ocupa de su defensa, Manuel Prieto, ha conducido el interrogatorio sobre su vida profesional en Renfe desde que ingresó en el año 1982 (obtuvo el título de maquinista en abril de 2013) y hasta el día del accidente.

El primer momento en el que se le ha roto la voz ha sido para hablar de los primeros segundos tras el descarrilamiento del Alvia en la curva de A Grandeira. "Lo primero era atender a los viajeros y socorrerlos", ha dicho, de manera entrecortada, después de que fuese su abogado quien contó cómo, con el accidente, se quedó atrapado entre los hierros de la locomotora y se puso en contacto con el puesto de mando de Renfe en Atocha (Madrid).

El maquinista del tren que descarriló en Santiago se desmorona en su declaración en el juicio

"Perdón, perdón, perdón"

Cuando su letrado, Manuel Prieto, se ha referido al descarrilamiento del tren y a su situación dentro de la cabina, donde se quedó encajonado, lesionado, imposibilitado para salir y sin opción siquiera a romper la ventanilla y poder ayudar a los viajeros, a Garzón Amo se le han saltado las lágrimas.

Al preguntarle su abogado sobre su conducción al hospital de Santiago, ha habido una primera pausa en su declaración en la que ha pedido "perdón" hasta tres veces. En ese momento, la jueza ha intervenido por primera vez para pedirle que estuviese "tranquilo", a lo que el maquinista ha respondido: "Ya, pero es imposible". Cuando esto ha ocurrido eran las 09:50 de la mañana y la sesión llevaba menos de diez minutos escasos.

El maquinista también ha relatado ante la jueza cómo vivió su ingreso en el hospital y su paso por el calabozo. Garzón Amo llegó al hospital con traumatismo torácico, fracturas costales y herida inciso contusa en la cabeza. Recibió el alta el 27 y fue llevado al calabozo. "Es criminal que me saquen del hospital con tres costillas rotas. Y me habían puesto un tubo para quitarme la sangre en la pleura", ha dicho, al referirse a su alta y posterior apresamiento, para explicar que "de ninguna forma" estaba en condiciones de prestar declaración.

Al día siguiente, 28 de julio, el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz compareció en rueda de prensa. "Es imposible que en dos días yo me haya recuperado como para ir al calabozo y salir del hospital", ha asegurado el maquinista, deslizando así en su declaración, junto a su letrado, que su alta hospitalaria y su detención guardaba relación con la rueda de prensa que dio al día siguiente Fernández Díaz. Sin embargo, la jueza ha matizado que "el ministro no detiene a nadie" y que si había sido llevado a calabozo era "por órdenes del juez instructor".

Las primeras preguntas de Manuel Prieto a su patrocinado han sido sobre su preparación. Garzón Amo ha explicado que recibió formación en la vía dos de la línea Santiago-Ourense, pero no en la uno, donde se produjo el accidente: "Yo la hice la formación por la vía dos. Las prácticas las hice por la vía dos".

Prieto ha comenzado el interrogatorio a su cliente con cuestiones sobre su entrada en Renfe ("en diciembre del 82" como "peón especializado) y su acceso al colectivo de conducción (en "octubre del 98", primero como "ayudante de maquinista, hasta abril de 2003", en Monforte de Lemos y en Barcelona y después ya con el título B de maquinista).

Tras su paso por mercancías en Barcelona (hasta 2008) y Madrid Cercanías (hasta 2011), Garzón recaló "desde enero de 2011 a enero de 2012 en La Coruña --sic-- Largo Recorrido", según ha recordado. Después, desde enero de 2012, pasó a alta velocidad hasta marzo de 2013, cuando fue autorizado a circular con los trenes 730. Esto es, según ha remarcado su abogado, que la experiencia en esa línea la tenía desde marzo de 2013 (el accidente ocurrió cuatro meses después, en julio de ese año).

La declaración de Cortabitarte se pospone al 13 de octubre

El otro acusado en el juicio, el exdirector de Seguridad, Andrés Cortabitarte, que era responsable de la seguridad en la circulación de Adif en el momento del accidente del Alvia, no declarará en la jornada de este jueves (existía esa posibilidad) ni mañana, debido a que su abogado, Ignacio Sánchez, ha alegado que se encuentra "afectado" por la agresión recibida por una de las víctimas a su salida de la primera sesión del juicio, así que lo hará finalmente el jueves siguiente, 13 de octubre a las 09:30 horas.

"Somos todos conocedores del incidente ocurrido a la salida de esta sala en el día de ayer con el señor Cortabitarte. Son las 10:45 (de hoy) y además su declaración será notablemente más larga que la de Garzón", ha añadido la jueza.

Cortabitarte ha llegado a esta segunda sesión del juicio con escolta policial, tras la leve agresión sufrida por el padre de una de las víctimas, y al entrar por la puerta principal del edificio, una de las víctimas del accidente le ha insultado y lo ha calificado de "asesino", "cerdo" e "impresentable".

Esta segunda sesión de la vista oral ha dado comienzo a las 9:42 horas en el edificio de la Ciudad de la Cultura habilitado para el juicio, que se prevé dure nueve meses, con un ambiente muy distinto al del miércoles, pues el inicio estuvo marcado por las protestas de las víctimas y la presión mediática sobre los acusados.

Una decena de policías ha flanqueado la entrada y ha acordonado la zona para evitar que la prensa se aproxime. Con todos los medios de comunicación, a metros de distancia de la entrada, pasadas las nueve de la mañana, ha accedido al edificio el maquinista, Francisco José Garzón Amo, acompañado de varios policías y de su abogado. Minutos más tarde ha accedido en coche, hasta la rampa principal de acceso al edificio de la sala de vistas, el otro acusado, el exdirector de Seguridad en la circulación de Adif.

Tanto el abogado del maquinista como de la Plataforma de Víctimas Alvia 04155 han censurado que se haya pospuesto hasta el próximo jueves, 13 de octubre, de la declaración de Cortabitarte, porque consideran que así gana "tiempo" para preparar su intervención.

El abogado de Garzón, Manuel Prieto, considera que, después del testimonio aportado por el maquinista, los representantes de Cortabitarte "necesitan tiempo para preparar otra declaración que la que tenían ya preparado". El exresponsable de Seguridad en la circulación de ADIF "quiere tener ventaja", ha dicho el letrado, pero "le va a valer de poco", porque "el tema está muy claro".

En la primera sesión del juicio, la jueza admitió como "prueba de parte" el vídeo aportado recientemente por la defensa de Adif, cuya impugnación habían pedido los abogados de las víctimas y el del maquinista, al considerar que busca "exculpar" al exdirector de Seguridad de ADIF, Andrés Cortabitarte y "establecer la única responsabilidad" de Francisco José Garzón en el juicio por el accidente del Alvia.