Detenido en Guadalajara un expolicía del 'Escuadrón de la muerte' de Perú acusado de 10 asesinatos
- Fue puesto a disposición de la Audiencia Nacional tras ser arrestado en los alrededores de su domicilio
- Formaba parte de un grupo dedicado a ejecutar extrajudicialmente a supuestos delincuentes para ganar ascensos
La Policía Nacional ha detenido en Guadalajara a un expolicía peruano que era buscado en su país como autor de 10 asesinatos cometidos cuando formaba parte de un grupo ilegal denominado 'Escuadrón de la muerte', dedicado, presuntamente, a ganar ascensos y condecoraciones para sus miembros mediante la ejecución extrajudicial de supuestos delincuentes.
La Dirección General de la Policía ha señalado que este exsuboficial de la Policía Nacional de Perú que ha sido detenido estaba reclamado internacionalmente por una decena de asesinatos y fue detenido la semana pasada en Guadalajara, donde residía con su familia.
La investigación comenzó hace unos días, cuando en España se recibió una solicitud de colaboración por parte de las autoridades judiciales y policiales de Perú, a través de la OCN Interpol Madrid, para averiguar el paradero del prófugo a través de la correspondiente Notificación Roja.
Detenido en las proximidades de su domicilio
A este expolicía se le imputa el asesinato de diez personas cuando formaba parte del Escuadrón de la Muerte, grupo ilegal que, según las autoridades peruanas, se dedicaba a captar informantes, pagados por la organización, quienes incentivaban a delincuentes de nivel bajo para cometer delitos como secuestros o robos millonarios, información que luego filtraban al grupo policial.
Así, los agentes sorprendían a los delincuentes y los abatían a disparos, aunque luego informaban de que los tiroteos se habían producido en enfrentamientos arriesgados.
Entre los años 2012 y 2016, y tras falsear información de inteligencia, los miembros del Escuadrón de la Muerte simularon esos enfrentamientos en los que eran asesinados supuestos delincuentes, hechos por los que al detenido le solicitan una pena de 35 años de prisión.
La Policía Nacional descubrió que el prófugo residía con su familia en Guadalajara y la semana pasada fue detenido en los alrededores de su domicilio y puesto a disposición de la Audiencia Nacional.