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Portugal

La comisión de investigación sobre los abusos sexuales en la iglesia católica portuguesa contabiliza al menos 400 víctimas

  • Los abusadores identificados trabajan en el seno de la Iglesia Católica lusa y son tanto religiosos como laicos
  • La cifra real es "muchísimo mayor que cuatro centenas", según los investigadores

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Dos personas pasan delante de una iglesia de Oporto, Portugal
Dos personas pasan delante de una iglesia de Oporto, Portugal

La Comisión Independiente que investiga los abusos sexuales en la iglesia católica portuguesa ha identificado a más de 424 víctimas y cientos de abusadores, decenas de ellos aun en activo, que actuaron con la complicidad de la Iglesia, según las conclusiones del informe preliminar publicado este martes.

En la recta final de su actividad, que concluirá con la entrega de un informe global el 31 de enero de 2023, la Comisión ha admitido este martes que los 424 testimonios confirmados hasta ahora se refieren a un mínimo de víctimas, pero que la cifra real es "muchísimo mayor que cuatro centenas".

Los casos investigados por la CI, impulsada por la Conferencia Episcopal, se limitan a menores de 17 años y los abusos se produjeron en distintos lugares y situaciones, en todo el país y con víctimas -en su mayoría masculinas- de todos los grupos sociales.

El grueso de los delitos ha prescrito, aunque la Comisión ha enviado a la Fiscalía 17 casos susceptibles de procesos judiciales y estudia otros 30 que podrían ser investigados.

El coordinador de la Comisión, el psiquiatra, Pedro Strecht, ha querido subrayar la "valentía" de las víctimas para romper el silencio que cubría los abusos.

"Son personas con voz y nombre. No son un número indistinto" y la avalancha de información recibida por la CI confirma que "no estaban tan solos como suponían", ha dicho.

Decenas de abusadores todavía en activo

Los abusadores identificados trabajan en el seno de la Iglesia Católica lusa -son tanto religiosos como laicos-, y cometieron sus delitos entre 1950 y 2022.

La mayoría no ha muerto, decenas están todavía en activo y, aunque la Comisión rechaza dar detalles, advierte que se repiten padrones de actuación que "deben ser evitados en el futuro".

"Claro que hubo encubrimiento de la Iglesia, está claro. Pero también de las familias", ha sostenido el psiquiatra Daniel Sampaio.

"¿Las razones del silencio de las familias? Miedo, desconocimiento, una legislación protectora para los abusadores y la vulnerabilidad de las víctimas", ha asegurado.

Pese al encubrimiento de la Iglesia durante décadas, la CI aprecia un llamativo cambio de actitud de los obispos portugueses.

Las reticencias mostradas por algunos en un principio de la investigación de la CI, explican, se fueron venciendo y los obispos "terminaron por abrirse".

El avance de la Comisión, previo a la presentación del informe final, coincide con la polémica abierta en Portugal por las investigaciones sobre el presidente de la Conferencia Episcopal, el obispo José Ornelas, por presunto encubrimiento de abusos en la Iglesia, un tema sobre el que los expertos evitaron pronunciarse.