Al menos 142 muertos y 30.000 desplazados por la violencia al oeste de la República Democrática del Congo
- El conflicto entre los pueblos teke y yaka por el uso de la tierra ha entrado en "una espiral de violencia"
- ACNUR denuncia la falta de financiación y las dificultades para hacer llegar la ayuda humanitaria
Al menos 142 personas han muerto y cerca de 30.000 han huido de sus hogares en la provincia occidental de Mai Ndombe (República Democrática del Congo), al norte de la capital Kinshasa, a causa de un conflicto de tierras entre dos comunidades, denuncia la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El conflicto entre los pueblos teke y el yaka, por desacuerdos en el pago de tasas por el uso de la tierra, ha desatado una espiral de violencia "preocupante y de unos niveles de violencia no vistos hasta ahora" en el oeste de RD Congo, indica en una rueda de prensa la representante de ACNUR in situ, Angele Dikongue-Atangana.
La violencia se concentra especialmente en la localidad de Kwamouth, situada a unos 300 kilómetros al norte de Kinshasa y a orillas del río Congo, que a consecuencia del conflicto ha quedado parcialmente abandonada.
Una larga marcha
"Muchas familias han dejado la región a medida que el enfrentamiento se extendía, y algunos caminaron durante días hasta llegar a una zona segura a 245 kilómetros", explica Dikongue-Atangana.
Unas 27.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, se han refugiado en zonas seguras de la misma provincia o de la vecina Kwilu, mientras que otras 2.600 han cruzado el río en canoas y se encuentran en la vecina República del Congo, aclaró la portavoz.
El conflicto supone una escalada de violencia en una región, el oeste de RD Congo, que no tenía los niveles de enfrentamientos del este del país, asolado desde hace años por luchas de poder entre grupos armados, algunos de ellos con operaciones también en Uganda, Ruanda o Burundi.
Dificultades para la ayuda humanitaria
Según la representante de ACNUR, la ayuda a los afectados por esta ola de violencia se ve dificultada por las fuertes lluvias que recientemente afectan a la zona, que en muchos casos impiden el acceso de vehículos con asistencia humanitaria.
Esta ayuda también se ve dificultada por la insuficiente financiación y recuerda que sólo un 40 % del presupuesto proyectado para este año por ACNUR en RD Congo ha sido cubierto, y el porcentaje aún es menor (16 %) en la vecina República del Congo.