Francia obliga a los empleados en huelga a volver a las refinerías en plena crisis por los carburantes
- Los huelguistas reclaman una subida salarial que compense la pérdida de poder adquisitivo por la inflación
- El decreto firmado por el prefecto tiene como objetivo contribuir al suministro de la región de Altos de Francia
Las autoridades francesas han enviado este miércoles las primeras notificaciones para forzar la vuelta al trabajo de algunos empleados indispensables del sector energético que se mantienen en huelga en las refinerías galas y que ha provocado una grave crisis de escasez de carburante. Además, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha prometido que la semana que viene el suministro "volverá a la normalidad".
Las movilizaciones forzadas afectan, por el momento, a tan solo cuatro trabajadores del depósito de la refinería que ExxonMobil tiene en Port Jérôme, en la región de Normandía (noroeste).
Según ha anunciado el Ministerio de Transición Energética, los cuatro empleados han sido ya "notificados", a fin de que el depósito de Port Jérôme pueda funcionar.
El decreto firmado por el prefecto tiene como objetivo contribuir al suministro de la región de Altos de Francia, que se alimenta por su suministro desde ese depósito, ha añadido el ministerio.
Los trabajadores reclaman subidas salariales
Olivier Véran, portavoz del Gobierno, había explicado previamente que la activación de la obligación de la vuelta al trabajo iba a ser una imposición limitada a un número pequeño de empleados para lograr que salga combustible en dirección a las gasolineras.
La medida administrativa de excepción no concierne, por tanto, a la actividad de la refinería de Port Jérôme, ni a la otra refinería que ExxonMobil tiene en Francia, la de Fos sur Mer, cerca de Marsella, que se encuentra igualmente parada por la huelga.
El objetivo de la medida es "que se pueda desbloquear este centro de carburantes lo más pronto posible para recuperar una situación normal", ha señalado Véran, quien ha insistido en que el Ejecutivo actúa "con tacto y mesura".
La primera ministra, Élisabeth Borne, ya había dicho este martes ante la Asamblea Nacional que el Gobierno había decidido recurrir a la obligación administrativa de reanudación de la actividad en las dos refinerías de ExxonMobil, después de que la dirección hubiera firmado un acuerdo salarial con los sindicatos CFDT y CFE-CGC, que son mayoritarios en la empresa.
La imposición de la vuelta al trabajo no cubre hasta ahora las cuatro instalaciones del grupo TotalEnergies en la Francia metropolitana que están en huelga: la de Normandía, cerca del puerto de Le Havre; los depósitos de Dunkerque, la refinería de biocombustibles de La Mède, cerca de Marsella; y la de Feyzin, en Lyon.
Según los datos comunicados por el Ministerio de la Transición Energética, los paros ya habían dejado sin abastecimiento de al menos un tipo de carburante a un 44% de las gasolineras de Francia, en particular, en la región de París y en la norteña Altos de France.
Los huelguistas reclaman una subida salarial que compense la pérdida de poder adquisitivo por el tirón de la inflación, pero también que les permita beneficiarse de los beneficios excepcionales que están obteniendo este año TotalEnergies y ExxonMobil por la escalada de precios del petróleo y del gas.