El pleno del Poder Judicial nombra al progresista Rafael Mozo como sustituto de Carlos Lesmes
- Su nombramiento ha salido adelante con 16 votos a favor, uno en contra y una ausencia
- No obstante, Mozo es suplente del presidente, de manera que sus funciones no pueden ser las mismas
Los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han alcanzado este jueves un acuerdo en virtud del cual eligen al progresista Rafael Mozo como sustituto de Carlos Lesmes al frente del órgano de gobierno de los jueces hasta que el Ejecutivo y el PP lleguen a un acuerdo para su renovación.
El CGPJ ha celebrado desde las 16:30 de este jueves un pleno extraordinario centrado en abordar quién sustituye de forma interina a Carlos Lesmes, cuya renuncia como presidente ya se ha hecho efectiva tras ser publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del miércoles.
Tras una votación, Mozo se ha convertido en presidente con un amplio apoyo de los vocales –16 votos a favor, uno en contra y una ausencia–, si bien ha sido nombrado suplente, de manera que sus funciones no pueden ser las mismas que el presidente titular del CGPJ, porque actúa como vocal que sustituye la vacante.
La ausencia ha sido de la vocal progresista Mar Cabrejas, quien ha salido del pleno en el momento de la votación por considerar que era ilegal y que estaban votando un nombramiento de forma encubierta. Por su parte, el conservador Wenceslao Olea, muy cercano a Lesmes, ha sido el vocal que ha votado en contra de Mozo.
El Poder Judicial, dividido entre Mozo y Marín Castán
La reunión extraordinaria de este jueves la convocó el propio Lesmes la semana pasada con el único objetivo de afrontar la parálisis en las negociaciones entre los sectores conservador y progresista del CGPJ para nombrar a los candidatos al Tribunal Constitucional (TC) que compete designar al órgano de gobierno de los jueces.
Sin embargo, su dimisión, anunciada el domingo y formalizada el lunes, debido a la falta de avances en las conversaciones entre PSOE y PP para renovar el CGPJ, ha desplazado a un segundo plano el problema de los dos nombramientos del TC para poner sobre la mesa esta cuestión más urgente.
El Gabinete Técnico del TS, en un informe encargado por el propio Lesmes a fin de dejar atada la cuestión sucesoria, había establecido que debía ser sustituido en ambos cargos por una misma persona: el vicepresidente del Supremo, Francisco Marín Castán, que ejerce las funciones de la Presidencia. Sin embargo, buena parte de los vocales se negaban a aceptar a este sucesor.
En cambio, ha habido bastante consenso entre los vocales para nombrar sustituto del anterior presidente al vocal más antiguo, Rafael Mozo, perteneciente al bloque progresista. De este modo, su elección supone 'de facto' que el liderazgo del Poder Judicial queda dividido.
No obstante, los vocales del CGPJ recuerdan que se tratan tan solo de suplentes: "El Acuerdo que se adopte no se dirige a realizar ningún nombramiento del Presidente de TS y del CGPJ, sino solo a determinar una mera suplencia: quién ejerce de manera temporal y provisional las funciones correspondientes al titular de un órgano ante la ausencia o inexistencia de ese titular".
Además, "expondrá previamente ante el Pleno las decisiones que proyecte adoptar en materias que no sean de gestión ordinaria para procurar alcanzar el mayor acuerdo posible sobre la decisión final", lo que se interpreta como una presidencia colegiada, pues Mozo ejercerá la suplencia del cargo en una institución interina.
Desoyen a Lesmes y eligen al vocal de mayor edad
Tanto conservadores como progresistas han defendido su decisión a través de un artículo del reglamento que dice que en caso de ausencia del presidente coge la batuta el vocal de mayor edad.
Para los vocales, "no concurre razón alguna que justifique ni haga comprensible" que el régimen de suplencias cambie, sobre todo teniendo en cuenta "la distinta naturaleza, principios y funciones que se asignan a una (CGPJ) y otra (TS) institución".
"Desde esta perspectiva, no parece ni correcto ni adecuado que un vocal del CGPJ que no ha sido nombrado presidente del TS pueda presidirlo", sostienen los miembros del órgano de gobierno de los jueces
De este modo, el Consejo se ha comprometido a seguir "actuando con plena normalidad y cumpliendo su cometido constitucional", tras lo cual ha dicho confiar "en que la nueva reapertura de diálogo cristalice, lo antes posible, en un acuerdo que garantice la renovación inmediata".
Mientras tanto, el vocal Olea ha justificado su negativa argumentando que, según la ley, "solo puede existir un único presidente que lo es al mismo tiempo del TS y del Consejo, no puede existir bicefalias en el actual sistema legal". Además, ha señalado que "el Consejo no tiene presidencia, es decir, no existe un Presidente del Consejo porque esa presidencia viene vinculada por la Ley a quien lo sea del TS".
A esto suma también "que si uno de los vocales llega a ostentar la Presidencia, se está alterando la misma composición del Consejo", porque en vez de tener los vocales más un presidente, 19 miembros, en ese caso solo habría 18 personas.
Un presidente progresista de un CGPJ conservador
Mozo, que llegó al CGPJ a propuesta del PSOE, ingresó en la carrera judicial en 1985. Tuvo varios destinos hasta que en 1998 aterrizó en la Audiencia Provincial de Madrid. Además, es magistrado de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional desde julio de 2018, cargo que adquirió cuando era vocal y apenas unos meses antes de que venciera el mandato del actual Consejo en diciembre de aquel año.
Ahora, se ha convertido en el presidente del CGPJ más inesperado en la historia de la institución porque llega tras la dimisión de su predecesor, del que hereda el cargo pero no todas sus funciones, en un organismo dominado por conservadores.
Aunque se convierte en presidente por ser el vocal más antiguo, quienes le conocen destacan de él que es uno de los miembros más respetados del Consejo y de los que mejor conoce su engranaje, pues forma parte de la Comisión Permanente desde 2016, órgano en el que reside el control de gobierno de los jueces, lo que implica que ha tenido dedicación exclusiva los últimos seis años en la institución.
Mozo se jubilará como vocal en julio del año que viene, aunque confía en que para entonces el futuro Consejo lleve ya unos cuantos meses de recorrido, habida cuenta de las últimas conservaciones al respecto.