Líbano acepta el histórico acuerdo con Israel para delimitar la frontera marítima común
- El país se queda con los 860 kilómetros cuadrados de mar y el yacimiento de gas de Qana
- El pacto, sin embargo, no supone la "normalización" de las relaciones, según ha aclarado el presidente, Michel Auon
El presidente de Líbano, Michel Aoun, ha confirmado este jueves que su país acepta el histórico acuerdo con Israel para delimitar la frontera marítima común, un pacto que permitirá la extracción de gas en esta zona del Mediterráneo.
El acuerdo resuelve una larga disputa sobre la demarcación de 860 kilómetros cuadrados de mar, que serán finalmente para Líbano.
En ese sentido, Auon ha celebrado no haber "cedido ni un kilómetro a Israel" y ha comunicado que la totalidad del yacimiento de gas de Qana, bajo este territorio junto al de Karish, pertenecerá a su país.
"A pesar de que no toda la superficie del yacimiento está en nuestras aguas", Líbano no tendrá que pagar ninguna "compensación" a Israel, ha explicado el presidente.
La negociación entre ambas naciones, técnicamente en guerra, ha llegado a buen puerto gracias a la mediación de Estados Unidos en unas conversaciones que se iniciaron en 2020 y se retomaron este verano tras un largo paréntesis por desacuerdos en las demandas básicas.
El pacto no supone la "normalización" de las relaciones
El presidente libanés ha precisado que el acuerdo también estipula cómo serán resueltas otras disputas que puedan surgir en el futuro, así como el protocolo de actuación en caso de que se hallen otros yacimientos de gas que se extiendan a ambos lados de la frontera.
Asimismo, Aoun ha destcado que el texto no afecta a la divisoria terrestre entre los dos países, separados únicamente por una "línea de repliegue" temporal decretada por la ONU en 2000, coincidiendo con la retirada de las fuerzas israelíes del sur del Líbano.
Tampoco supone una "normalización" de relaciones con el Estado judío, ha defendido, al recordar que las conversaciones fueron en todo momento indirectas, a través de mediadores estadounidenses y de la ONU.
"Espero que el final de estas negociaciones sea un inicio prometedor que ponga los cimientos de la reavivación económica necesaria para que el Líbano complete la excavación de petróleo y gas, lo que logrará estabilidad, seguridad y el desarrollo que necesita nuestro país", ha concluido.
La ONU cree que es "una evolución positiva"
No obstante, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, ha opinado que el acuerdo de demarcación de fronteras marítimas entre Israel y Líbano será "claramente beneficioso para la estabilidad y la prosperidad de la región". En su rueda de prensa diaria, Dujarric ha asegurado que se trata de "una evolución positiva".
Líbano e Israel entraron por última vez en guerra en 2006, un conflicto que duró 34 días y se saldó con la muerte de unos 1.200 libaneses y 165 israelíes.
Desde entonces, los dos países vecinos han vivido en una paz relativa que no ha impedido los esporádicos enfrentamientos con cohetes entre el Ejército israelí y las milicias de Hizbulá.