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Marruecos rectifica tras su declaración ante la ONU y asegura que "sí tiene fronteras terrestres" con España

  • En una carta a la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos escribió que Melilla es "un presidio ocupado"
  • El Gobierno también se ha defendido por las acusaciones de violencia en la muerte de 23 migrantes en la valla fronteriza

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Marruecos asegura a la ONU que no tiene frontera terrestre con España y señala que Melilla es un "presidio ocupado"

Marruecos ha rectificado este jueves tras afirmar a la ONU que no tiene fronteras terrestres con España porque Melilla "sigue siendo un presidio ocupado". Ahora, sin embargo, un alto cargo del Ministerio de Exteriores ha dicho a Efe que la declaración conjunta firmada entre Marruecos y España el 7 de abril sí reconoce que entre los dos países hay dichas fronteras.

En una carta dirigida a la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos y en respuesta a las aclaraciones que se le habían pedido por el uso de la fuerza en el salto masivo de la valla de Melilla del pasado 24 de junio, el Gobierno marroquí dijo que no había fronteras, sino "simples puntos de acceso".

El término "presidios ocupados" es habitualmente usado en la prensa de Marruecos para designar a las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, ubicadas en el norte de África. En este sentido y antes de dar las explicaciones requeridas por varios relatores de la ONU el pasado mes de julio, el Gobierno marroquí quiso "clarificar de nuevo" que la consideración de la línea de separación entre Marruecos y Melilla como fronteras marroco-españolas "es inexacta".

El Gobierno marroquí rebate las acusaciones por la muerte de 23 migrantes

Por otra parte, Marruecos ha denunciado en la misiva la presión migratoria "sin precedentes" de la que es objeto y ha acusado a Argelia de "laxismo" al permitir el paso por su frontera de miles de inmigrantes. Asimismo, se ha defendido de las acusaciones por el suceso en la valla de Melilla sosteniendo que se trata de "informaciones falsas".

En cuanto a los acontecimientos del 24 de junio, además, el Gobierno ha sostenido que los migrantes estaban organizados y tenían en muchos casos formación militar. Algo por lo que también ha denunciado la "violencia inusitada" con la que actuaron, según Marruecos.

Por lo que se refiere a la actuación de las fuerzas de seguridad, ha recalcado que los efectivos "estaban equipados exclusivamente con material de mantenimiento del orden sin ningún arma de fuego letal y no se hizo ningún disparo" y que actuaron "en el respeto absoluto del principio de necesidad y de proporcionalidad en el uso de la fuerza".

Asimismo, Marruecos ha asegurado que los muertos fueron 23 y no los 37, cifra que se recoge en la misiva remitida por los relatores de la ONU y que ofreció una organización de Derechos Humanos local. Las autopsias realizadas, además, confirman que murieron por asfixia en la avalancha y no por arma de fuego, ha incidido.

Es responsabilidad de las autoridades españolas

Dicho todo esto, el Gobierno marroquí ha rebatido la acusación de "racismo estructural y de tratamiento discriminatorio de individuos de ascendencia africana" y ha dejado claro que "Marruecos no tiene ninguna responsabilidad en las devoluciones de migrantes en caliente", sino que "es responsabilidad de las autoridades españolas".

Así es relación entre España y Marruecos

La afirmación del reino alauí sobre las fronteras con España se produce en un momento dulce en la relación entre nuestro país y Marruecos, que el pasado abril iniciaron una nueva etapa en la relación diplomática después de la carta remitida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al rey Mohamed VI afirmando que el plan de autonomía marroquí para el Sáhara es "la base más sólida, realista y creíble" para una solución al conflicto.

Del encuentro de Sánchez con el monarca alauí el 7 de abril salió una declaración conjunta en la que, entre otras cosas, se anunciaba "la plena normalización de la circulación de personas y de mercancías" se restablecería "de manera ordenada, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo".

Esto se traduciría, según dijo el propio presidente del Gobierno desde Rabat, en la reapertura de la aduana de Melilla, cerrada por Marruecos de forma unilateral en 2018, y la apertura de una nueva en Ceuta, donde no existía hasta la fecha. Aunque el Gobierno marroquí no confirmó en ningún momento este extremo, tampoco desmintió al Ejecutivo español y de hecho las declaraciones de un alto cargo alauí cuestionando la viabilidad geográfica de las aduanas fueron a continuación rebajadas.

El pasado 21 de septiembre, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, anunció con su homólogo marroquí, Naser Burita, a su lado, que la intención de los dos Gobiernos es que las aduanas abrirán durante el mes de enero.