El exjuez Alba, condenado por perjudicar a Victoria Rosell, debe entrar en prisión este viernes
- Fue condenado a seis años y medio de cárcel y recurrió alegando que tenía problemas de salud
- Su recurso contra la ejecución de la pena ha sido desestimado por la Sala de lo Penal del TSJ de Canarias
El exjuez Salvador Alba debe entrar en prisión este viernes después de que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) haya desestimado su último recurso de suspender la ejecución de la pena de seis años y medio de cárcel y 18 de inhabilitación, un recurso en el que alegaba la imposibilidad de ingresar en un centro penitenciario debido a una enfermedad.
El 10 de septiembre de 2019, el TSJC condenó a Salvador Alba como autor de delitos de prevaricación, cohecho y falsedad, por manipular una instrucción penal para perjudicar a la juez Victoria Rosell cuando era diputada de Podemos. La sentencia fue luego confirmada por el Tribunal Supremo y conllevó su expulsión de la carrera judicial.
En un auto dictado este jueves, la Sala de lo Penal del TSJC le daba un plazo de 24 horas desde que se le notificase su decisión para presentarse voluntariamente en un centro penitenciario, un plazo que culmina este viernes. También le avisaba de que, en caso de no hacerlo, serán las fuerzas de seguridad las que se encarguen de llevarlo a la cárcel.
Las enfermedades de Alba
El día de plazo que se da a Salvador Alba que ingrese en prisión es, en realidad, el que restaba en febrero, cuando su defensa detuvo su primera orden de ingreso en prisión en el curso de diez días la víspera de que se cumpliese ese tiempo, alegando una serie de problemas de salud del magistrado que, desde su punto de vista, hacían necesario que no ingresara en un centro penitenciario.
Además, pidió que esos problemas de salud no fueran examinados por los forenses de Las Palmas, porque dudaba de su imparcialidad.
El TSJC responde ahora responde acogiéndose al dictamen que emitió el Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife, cuya conclusión fue esta: "No se aprecian enfermedades graves con padecimientos incurables que contraindiquen el ingreso del informado en un centro penitenciario".
Para la Sala, los problemas de salud que Alba dice padecer pueden tener tratamiento y control dentro de un centro penitenciario, sin que el hecho de recluirlo para que cumpla su condena resulte una medida "inhumana, desproporcionada o un riesgo para su vida".
La recusación del presidente del TSJC
Pero la ejecución de la sentencia contra Salvador Alba, firme desde noviembre de 2021, ha estado detenida también por otro recurso: recusó al presidente del TSJC, Juan Luis Lorenzo Bragado, para intentar que no decidiera al respecto.
Alba recusó al Lorenzo Bragado por unas manifestaciones que había hecho sobre su caso en el Parlamento de Canarias en respuesta a un diputado de Podemos que le preguntó directamente en una comparecencia por la ejecución de su sentencia.
El presidente del TSJC dijo entonces que el caso de Alba se tramitaba "con absoluta garantía y pulcritud", como cualquier otro, y que el diputado que le interpelaba podía estar seguro de que se estaba dando "cumplimiento estricto y puntual a todos y cada uno de los trámites legales" y también de que el ya exjuez no recibía ningún tipo de "tratamiento diferente o privilegio con respecto a ninguno de los demás (procedimientos) que se siguen" en la Sala de lo Penal.
La Sala de Recusaciones no observó en esas palabras de Lorenzo Bragado ninguna apreciación que comprometiera su imparcialidad y por eso rechazó apartarlo de este expediente, en un auto fechado 27 de julio que también se ha dado a conocer este viernes y en el que se le impuso entonces una multa de 3.000 euros por considerar que la recusación era "temeraria".