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El Premio Planeta elimina una de las novelas finalistas porque ya había sido publicada

  • La editorial elimina La niña del castillo de los almendros en flor, de Fernando Preto Rodríguez
  • El jurado observa menos costumbrismo y más empoderamiento de la mujer entre las finalistas

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El jurado del Premio Planeta, con los nueve manuscritos finalistas.
El jurado del Premio Planeta, con los nueve manuscritos finalistas.

Es difícil que el Premio Planeta iguale el impacto mediático de 2021, cuando Carmen Mola metamorfoseó en tres novelistas-guionistas, pero todo puede pasar con el mayor galardón literario del mundo, en cuanto a lo económico, que se falla el sábado 15 de octubre, sobre las 23:30, tras la tradicional cena organizada por la editorial.

El Planeta casi dobló su dotación el año pasado, pasando de 600.000 euros al millón actual para la novela ganadora y los 200.000 euros para la finalista. Y quizá ese incremento explique el subidón de ejemplares presentados: si el año pasado las 654 novelas presentadas suponía la cifra más alta de la historia, este año sube el listón de nuevo hasta las 846. Un volumen importante para un galardón con fama de estar encargado previamente.

Esa cifra ya no importa porque la editorial ya tiene los nueve finalistas al premio, entre los que se encuentran obras de tres escritores que no se han presentado bajo seudónimo El avionazo, una historia de Frida y Marilyn, de José Manuel Mata Muñoz; La ciudad de las ilusiones, de Manuel Millán Sánchez; y El arpista, de David Galindo Martínez.

Un finalista menos

¿Nueve en lugar de los 10 finalistas tradicionales? Sí, porque La niña del castillo de los almendros en flor, de Fernando Preto Rodríguez, se ha caído de la lista anunciada este mismo lunes porque ya había sido publicada y las bases no lo permiten. De hecho, el libro figura como autopublicado desde junio de 2021 y se puede comprobar desde internet sin problemas. ¿Cómo ha podido ocurrir?

“La nota de los finalistas salió el lunes y el martes nos dimos cuenta de que ya había sido publicado. Sin embargo, es difícil contrastar porque los autores se presentan con seudónimo”, ha dicho como explicación el presidente del Grupo Planeta, José Creuheras, soslayando que la novela no se presenta con seudónimo.

Menos costumbrismo y más empoderamiento de la mujer en las finalistas

¿Y los otros seis finalistas? Nadie sabe, pero nadie duda que entre ellos está el premio. “Se ha notado un decaimiento del tema costumbrista y de la Guerra Civil y se acrecienta la novela negra. Hay algo de novela social, especialmente lo que tiene que ver con el empoderamiento de la mujer”, resume Juan Eslava Galán, uno de los miembros del jurado.

Entre las finalistas se encuentra, además de la biografía novelada que cruza a Marilyn Monroe con Frida Khalo, un acercamiento a María Magdalena como una joven independiente que se encuentra con Jesús, una novela sobre una aspirante a actriz, otra sobre una mujer casada que aborda “la sororidad y el poder del amor”, una obra ambientada en la Luisana española de siglo XVIII, o una novela negra ambientada en la Exposición Universal de Sevilla de 2019.

Para algunos son una de los dos o tres novelas que leen al año

¿Supuso el desvelamiento de Carmen Mola una imagen negativa para el premio? "Respeto todas las opiniones, pero el premio no empañó nada. Eran tres personas que escribían bajo un seudónimo y me parece muy respetable”, defiende Creuheras.

Aunque la editorial no da cifras de ventas, Creuheras ha destacado que las ventas del ganador y finalista (Manuel Vilas) del año pasado fueron buenas. “No damos cifras, pero las dos premiadas del año pasado han funcionado muy bien. Muchos lectores esperan el premio y para algunos son una de los dos o tres novelas que leen al año".

El grupo Planeta también saca pecho sobre su recuperación económica, y destaca el fortalecimiento del sector editorial sobre el más inestable audiovisual. "Siete de cada diez lectores compra los libros en librerías. El sector del libro muestra su salud, además los jóvenes preadolescentes leen un libro al mes, mientras que el adulto lee 10 libros al año. Estamos creando una cantera de lectores", remata Creuheras.