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China

Xi abre el Congreso Comunista sin renunciar "al uso de la fuerza" para la "reunificación" de Taiwán

  • El líder chino ha defendido su política COVID cero y su actuación en Hong Kong y Taiwán
  • Al evento han acudido casi 2.300 delegados, así como antiguos mandatarios del partido

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Xi busca afianzar su tercer mandato en el poder durante el Congreso Comunista

El secretario general del Partido Comunista de China (PCCh) y líder indiscutible del gigante asiático, Xi Jinping, ha inaugurado este domingo el XX Congreso de la formación, llamado a afianzar aún más su poder con un tercer mandato quinquenal inédito entre sus predecesores. En su intervención, Xi ha defendido su política COVID cero y ha dicho que no renuncia "al uso de la fuerza" para la "reunificación" de Taiwán.

El encargado de abrir el evento, celebrado en el Gran Palacio del Pueblo, ha sido el actual número dos de la formación, Li Keqiang -que en marzo abandonará su cargo como primer ministro-. Posteriormente, ha sonado el himno nacional antes de que Xi comenzara su discurso, en el que ha rendido cuentas sobre lo acontecido en el país desde el último congreso, celebrado hace cinco años.

El cónclave -que se prolongará durante una semana- está tenieno lugar en un Pekín blindado y con fuertes restricciones por las férreas medidas contra la COVID-19. Un ejemplo de ello son las cuarentenas de dos días a las que han tenido que someterse los periodistas o el uso obligatorio de mascarillas blancas o azules.

Pekín, ciudad blindada antes del Congreso del Partido Comunista

Xi asegura que "perseguirá" la reunificación

En su discurso, que ha durado dos horas, Xi ha tenido palabras sobre Taiwán. "En respuesta a las actividades separatistas que buscan la 'independencia', y a las burdas provocaciones del exterior, hemos luchado con determinación, demostrando habilidad y fuerza para salvaguardar nuestra soberanía e integridad territorial", ha defendido.

"Perseguiremos una reunificación pacífica, pero nunca prometeremos renunciar al uso de la fuerza como opción" , ha dicho Xi antes de definir a China como potencia que promoverá la paz mundial y que "nunca buscará la hegemonía" ni el "expansionismo". En ese momento, el Gran Salón del Pueblo ha escenificado la mayor ovación de la jornada.

También ha tenido palabras sobre Hong Kong y los "desarrollos turbulentos" que ocurrieron allí en el último lustro. "El Gobierno central ejerció su jurisdicción para asegurar que Hong Kong lo gobernaban patriotas. Restauramos el orden", ha sostenido.

Así, la "inferencia extranjera" ha tenido un lugar destacado en el discurso: "En medio de cambios drásticos en la arena internacional, nos mantuvimos fuertes y mostramos un espíritu de lucha para salvaguardar nuestra dignidad e intereses. Estamos bien posicionados para seguir con nuestro desarrollo y garantizar nuestra seguridad".

Xi defiende su política de COVID cero

La cuestión de la pandemia de la COVID también ha tenido lugar importante en la intervención de Xi: "Pusimos a la gente y sus vidas por encima de todo con nuestra tenaz política de COVID cero. Hemos protegido la salud de la gente en la mayor medida posible", ha defendido.

Xi ha agregado que el Partido Comunista ha establecido "estrategias" para lidiar con "cambios no vistos en el mundo en más de un siglo", prometiendo una mayor distribución de la riqueza o recalcando los "avances tecnológicos" y la "innovación" del país. "Tenemos que mejorar el bienestar de la gente", así como "garantizar la seguridad y la estabilidad social como requisito para construir una China fuerte y próspera", ha dicho.

El líder chino también ha hecho un llamamiento a construir "un país socialista moderno en todos los aspectos bajo el imperio de la ley". "La nuestra es una causa noble, no debemos olvidar nuestra misión original. Tenemos que tener el coraje y la confianza para hacer avanzar el socialismo", ha proclamado.

Casi 2.300 delegados, pero con algunos ausentes importantes ​

Al Congreso han acudido casi 2.300 delegados, así como antiguos mandatarios del partido como el predecesor de Xi, Hu Jintao, o Song Ping, de 105 años y miembro del Comité Permanente del Politburó, la cúspide del poder, entre 1989 y 1992.

El gran ausente ha sido Jiang Zemin, el nonagenario ex-presidente y considerado la cabeza de una de las facciones contendientes en el seno de la formación comunista.

Sí ha aparecido el ex vice primer ministro Zhang Gaoli, acusado el año pasado de abuso sexual por la tenista Peng Shuai, quien después se retractó y dijo haber sido malinterpretada.