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Alemania retrasa hasta abril de 2023 el cierre de sus últimas tres centrales nucleares

  • Finalmente Berlín ha decidido prolongar la vida útil de la central que iba a apagarse a final de este año
  • El país se comprometió a cerrar ordenadamente todas sus centrales tras el accidente de Fukushima en 2011

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La central nuclear de Emsland cerrará en abril y no en diciembre de este año
La central nuclear de Emsland cerrará en abril y no en diciembre de este año

Alemania retrasa su adiós a la nuclear. Finalmente, el canciller Olaf Scholz ha decido prolongar hasta abril de 2023 la actividad de sus tres últimas plantas nucleares, cuando el plan anterior preveía que una de ellas cerrara el 31 de diciembre de este año.

La decisión de Scholz pone fin, al menos de momento, a la división en su Gobierno tripartito. Su ministro de Economía y Protección del Clima, el verde Robert Habeck, avanzó en septiembre que quedarían dos de esas centrales nucleares en situación de reserva, mientras que la tercera se desconectaría según lo previsto a final de este año.

Por su parte, el Partido Liberal (FDP) del ministro de Finanzas, Christian Lindner, insistía en que debían quedar como mínimo las tres plantas en funcionamiento hasta 2024 y proponía incluso reactivar alguna de las que se han apagado recientemente. Ahora, mediante una carta dirigida a sus ministros, el canciller les pide plantear las bases legales para que sus últimos reactores seguirán activos hasta el 15 de abril del año que viene para garantizar el suministro eléctrico este invierno en plena crisis energética.

El largo adiós de Alemania a la nuclear

Con este nuevo plan, además de las plantas de Isar II y Neckarwestheim II, ambas en el sur, seguirá operando la de Emsland, en el norte. En la parte septentrional del país el desarrollo de las renovables es mayor, por lo que su dependencia de la nuclear no es tan alta como en el sur.

Alemania, con un fuerte movimiento antinuclear encabezado por los verdes, ahora en el Ejecutivo junto a socialdemócratas y liberales, estableció un calendario ordenado de cierres tras el accidente nuclear de Fukushima, en 2011. La entonces canciller Angela Merkel situó en 2022 el fin de las últimas centrales, una decisión cuestionada en los últimos meses, cuando el estallido de la guerra de Ucrania y los cortes de suministro de gas ruso ha hecho saltar las alarmas en la primera economía europea. A día de hoy la nuclear representa el 12% de la producción eléctrica alemana, cuando hace 20 años suponía el 30%.