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Guerra en Ucrania

Las "embajadoras" de la victoria ucraniana, a Europa: "En cuanto dejéis de comprar gas ruso, la guerra se acaba"

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Los bomberos ayudan a una mujer a evacuar un edificio residencial destruido por un ataque con drones en Kiev
Los bomberos ayudan a una mujer a evacuar un edificio residencial destruido por un ataque con drones en Kiev

“Cuanto antes dejéis de comprarle gas a Rusia y antes nos proporcionéis el armamento que necesitamos, antes acabará la guerra.” Es el resumen del mensaje que una delegación ucraniana ha venido a transmitir a distintas instituciones de la política española y también a un grupo de periodistas. Una visita organizada por el CIDOB y el ECFR.

La delegación la forman tres mujeres: Olena Halushka, Tetiana Shevchuk y Maria Golub. Mujeres que llevan años trabajando contra la corrupción en Ucrania y por la integración en la Unión Europea, y que desde febrero han tenido que ponerse al día en conocimientos militares y se han convertido en embajadoras del “Centro para la victoria ucraniana”.

Olena Halushka, Tetiana Shevchuk y Maria Golub,

Olena Halushka, Tetiana Shevchuk y Maria Golub, "embajadoras" de la victoria ucraniana RTVE

¿Qué significa victoria para Ucrania?

Restaurar el control en todo el territorio de Ucrania y que se respeten las fronteras. “Hasta que no lo consiga, el presidente Zelenski no puede sentarse a negociar con Rusia”. Es la respuesta que las tres enviadas han trasladado a los periodistas. El paquete de la victoria incluye que los miembros de la OTAN y de la Unión Europea acepten a Ucrania como miembro.

“El año 2030 es un plazo realista para ingresar en la UE porque llevamos ya varios años emprendiendo las reformas exigidas por la Unión”, ha afirmado en varias ocasiones Maria Golub, con una larga ya trayectoria en relaciones bilaterales entre el club europeo y su país.

“Pertenecemos a la gran familia europea”, ha añadido con énfasis Olena Halushka. “Para Ucrania entrar en la UE significa que se tendrán que hacer reformas contra la corrupción en general y del sistema judicial en particular. Significa un futuro en paz y democracia”, ha recalcado.

Ayuda militar y opinión pública

Igual que cuando hace unos años vinieron a España para hablar de las reformas democratizadoras -contra la corrupción y por la transparencia- las tres “embajadoras para la victoria de Ucrania” han expuesto con claridad, y por momentos vehemencia, la ayuda militar que necesitan.

“Para acelerar la victoria, el Ejército ucraniano necesita sobre todo aviones de combate, capacidad para interceptar drones como los que facilita Irán a Rusia, y tanques”, ha expuesto Tetiana Shevchuck. Es lo que encabeza, literalmente, su lista de la compra en sus encuentros con gobiernos occidentales, europeos en este caso.

Llevan ya más de medio año constatando las reticencias europeas, “porque eso implica aumentar la producción militar, cuando los países de la UE estaban en un proceso de desmilitarización”.

Para convencer a sus interlocutores, esgrimen la evolución de la guerra desde que Vladímir Putin ordenó los primeros bombardeos el 24 de febrero. “Entonces no le veían sentido porque daban por seguro que Rusia ganaría pronto la guerra, pero Ucrania ha demostrado que resiste e incluso hace recular al ejército ruso. La guerra pronto entrará en el noveno mes. Ahora el 95% de los ucranianos están convencidos de que Ucrania ganará la guerra”.

A medida que han ido pasando esos ocho meses de guerra, los gobiernos europeos han ido cediendo y ha ido aumentando la voluntad de proporcionar ayuda militar, pero -se quejan- siempre a corto plazo. Ningún Gobierno europeo quiere comprometerse a largo plazo.

El asunto más espinoso es el de los tanques, “tal vez porque psicológicamente es lo que más se identifica con una escalada de la guerra”. Alemania, por razones fáciles de comprender por la historia del siglo XX, ni se plantea hacerlo en solitario, pero sí podría decidirse si se forma una especie de consorcio europeo. Uno de los objetivos de su visita es que España se sume a esa coalición.

“Nosotras hemos pedido el encuentro con la prensa porque sabemos que la opinión pública es fundamental. El mejor ejemplo es Alemania, que en marzo no nos quería dar ni un casco, y ahora ¡el 55% del SPD -el Partido Socialdemócrata- apoya la ayuda militar a Ucrania!”.

Hablando de opinión pública han afirmado que lo que más preocupa a la población ucraniana en estos momentos es “en primer lugar la agresión rusa, y en segundo, la corrupción”.

La corrupción será una cuestión central en la reconstrucción de la Ucrania destruida, en casos como Mariúpol, arrasada. Han insistido en que será fundamental controlar adónde va el dinero que se facilite a Ucrania, quién lo gestiona y quiénes obtienen las concesiones para reconstruir. “Tiene que ser una reconstrucción impecable desde el inicio, sin sospechas de que alguien se está llenando los bolsillos ilegalmente”.

Rusia, los rusos y las sanciones de la UE

No ha sido ninguna sorpresa, las tres enviadas ucranianas han sido contundentes respecto a la política que consideran debe aplicar la UE a los ciudadanos rusos: “Nada de visados de turista, ni mucho menos estatus de refugiados.” Consideran, como los gobiernos bálticos, que los ciudadanos rusos comparten la responsabilidad de esta guerra: “Huyen de Rusia porque no quieren que los recluten y maten en la guerra, no porque les demos pena los ucranianos”. Así de implacables. Así de maximalistas, “los rusos”, todos.

Al argumento de que cuantas más deserciones del Ejército ruso mejor, replican: “Putin no se quedará sin soldados por muchos que abandonen Rusia, tiene población a la que forzar. Cada hombre que sale de Rusia no es un soldado menos, es un opositor menos contra Putin”.

Les hiere especialmente que en Occidente se considere a los rusos son también víctimas de Putin: “No se puede equiparar nuestro sufrimiento a las molestias de los rusos”.

Hablando de refugiados, la delegación ucraniana ha calificado a España de modélica en su acogida.

Sobre el hecho de que la UE haya impuesto un boicot al petróleo ruso, pero no al gas, igual de contundentes: “En cuanto dejéis de comprar gas ruso, la guerra se acaba. Es con el gas que Putin financia la guerra. No tiene capacidad para suplir el mercado europeo por otros.”

También han insistido en que esta no es una guerra que afecte sólo a Rusia y a Ucrania. El resultado de esta guerra cambiará el orden mundial. Y China, sin lugar a dudas, será un actor clave en la escena mundial.