La huelga en Francia para subir los salarios cierra con un alcance limitado, pero amenaza con prolongarse

• Ha habido 140 manifestaciones convocadas por CGT, FO, FSU, Solidarios y cuatro sindicatos de estudiantes
• Piden mejores condiciones de vida con una subida de las pensiones, subsidios y el salario mínimo a 2.000 euros brutos al mes

Francia vive una jornada de huelga por la mejora salarial

La huelga "intersectorial" para reclamar subidas salariales convocada este martes en Francia por parte de los sindicatos ha tenido un alcance limitado. No obstante, amenaza con prolongarse, en particular en el sector petrolero y de la energía, donde lleva enquistada desde hace semanas, y en el transporte público, que ha sido este martes uno de los sectores que más incidencias ha generado.

Transportes, Educación y Sanidad han sido llamados a huelga por la pérdida de poder adquisitivo y contra el Gobierno de Emmanuel Macron, dos días después de que los partidos de izquierda desafiasen al líder galo con una manifestación en París. Los sindicatos han convocado una "jornada de movilización interprofesional", evitando hablar de huelga general.

Ha ralentizado servicios como la red ferroviaria de París, donde han funcionado menos trenes en la capital, algo que han notado muchos usuarios. También ha afectado a los autobuses de la capital, a colegios y a centros de salud, pero en general no ha superado el seguimiento de otras protestas en Francia.

Estos paros, además, coinciden con los de las refinerías, con muchas gasolineras con problemas de abastecimiento de carburantes, y un malestar general de la población francesa por la elevada inflación. En total, ha habido unas 140 manifestaciones en toda Francia.

Al contrario de las movilizaciones de este domingo, la protesta de este martes ha terminado con enfrentamientos con la policía y en destrozos de material urbano causados por algunos radicales identificados como miembros de los conocidos "black-bloc". Según el último informe de las autoridades, ha habido 15 detenidos en toda Francia, 11 de ellos en la manifestación parisina.

300.000 asistentes, según sindicatos, 100.000 según el Gobierno

El número de asistentes a la centena de manifestaciones convocadas en toda Francia varía de acuerdo con las fuentes. Según los sindicatos, hubo unas 300.000 personas, frente a las 107.000 que estima por el Ministerio del Interior.

En la plaza de Italia, en el sur de París, han protestado miles de sindicalistas y estudiantes. Han sido hasta 70.000 personas, según los organizadores, cifra que las autoridades rebajan a las 13.000.

Philippe Martínez, el secretario general de CGT, que ha asegurado que la huelga tendrá continuidad, aunque sin entrar en detalles mientras no se pronuncien los trabajadores, pero dando a entender que la movilización se podría mantener en el sector petrolero y en los ferrocarriles.

Subida del salario mínimo a 2.000 euros brutos al mes

Philippe Martínez, el secretario general de CGT, quiere un incremento de 300 euros del sueldo mínimo, hasta llegar a los 2.000 euros brutos. "Lo que tiene que hacer el Gobierno, que finge estar interesado, es aumentar el salario mínimo hasta los 2.000 euros brutos", ha subrayado. Además, ha recalcado que el resto de sueldos se indexen y, por tanto, "haya un aumento a todos los niveles" de los salarios.

En la plaza de Italia, en el sur de París, miles de sindicalistas y estudiantes han exigido al Gobierno un aumento del salario mínimo de cerca de un 20% y la implantación de un sistema que permita a todos los asalariados una subida en acorde a la inflación interanual, que es actualmente del 5,6% en Francia, la más baja de la zona euro.

Martínez ha insistido en que en julio ya lo plantearon y en que llevan avisando "desde hace mucho tiempo" de sus demandas al Gobierno, que ha hecho oídos sordos.

En Francia, el salario mínimo se revaloriza en función de la inflación pasada con un mecanismo automático y que la última vez que subió fue en agosto hasta 1.678,95 euros brutos al mes (1.329,05 euros netos).

Sindicatos convocantes de la huelga, entre ellos el líder de CGT, Philippe Martinez (en el centro), en una marcha en París este martes. Bertrand GUAY / AFP

El comunicado de la convocatoria de la huelga que firman la CGT, Fuerza Obrera (FO), la Federación Sindical Unitaria (FSU), Solidarios y cuatro organizaciones juveniles, pedían la movilización "para el aumento de los salarios, de las pensiones y de los subsidios sociales y la mejora de las condiciones de vida y de estudios".

Agnès, antigua sanitaria jubilada de 68 años, ha criticado que el Gobierno haya obligado a algunos trabajadores de las refinerías a regresar a sus puestos evocando razones de orden público. "No se les puede obligar, es algo muy grave", se ha quejado la mujer, en alusión al derecho de huelga de los trabajadores.

Para la jubilada, su pensión no deja de disminuir debido a la inflación. "Los salarios están bloqueados y los productos suben".

Perturbaciones en transportes y colegios

A la espera de datos definitivos, los paros han tenido impacto, sobre todo, en los trenes regionales, ya que solo han circulado la mitad, aunque también en los cercanías de la capital, donde en algunas líneas se han llegado a anular un 25% de los servicios habituales. También ha afectado a los autobuses urbanos, y se han suspendido hasta un tercio de sus líneas habituales. En el metro la situación ha sido casi normal.

En las conexiones entre Francia y España, la ferroviaria pública SNCF de Francia ya había avisado en la mañana de este martes que el tráfico iba a estar "ligeramente perturbado".

La huelga también ha afectado a la Educación, sobre todo a la secundaria (con cerca de un 10 % de los profesores en huelga). Muchos padres han tenido problemas para llevar a sus hijos a las guarderías por falta de personal, y también se han producido cancelaciones de clases en primaria y en los liceos profesionales.

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Seguimiento en centrales nucleares

Los paros también han tenido seguimiento en 11 de las 19 las centrales nucleares francesas, según ha informado la CGT. No obstante, el gestor del transporte de la electricidad en Francia (RTE) ha aclarado que, en el corto plazo, no hay riesgo de abastecimiento de energía por esta protesta.

En una intervención parlamentaria en pleno debate de los Presupuestos de 2023, la primera ministra, Élisabeth Borne, se ha referido a la crisis de los carburantes, haciendo hincapié en que la situación ha mejorado, ya que de cerca de un 30% de las gasolineras desabastecidas el lunes han pasado este martes a una cifra inferior al 25%.

Segunda huelga en menos de un mes

El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) y líder de la protesta, Philippe Martínez sindical, ha recordado que en la jornada de este martes, además de los paros, también había convocadas "cerca de 200" manifestaciones en todo el país, según la CGT. Se trata de una continuación de la huelga que hubo el 29 de septiembre, que no tuvo un gran seguimiento y se ha prolongado desde entonces con paros sectoriales, en particular en las refinerías.

En primer lugar, porque el enquistamiento durante todo este tiempo de la protesta en las refinerías ha dejado sin combustible a muchas gasolineras (cerca de la tercera parte, de acuerdo con el Gobierno) y eso lo notan todos los ciudadanos que utilizan sus vehículos.

Según la última actualización del Gobierno, un 28,1% de las gasolineras del país carecían el lunes de al menos un tipo de combustible. La situación apenas ha mejorado en los últimos días, a pesar de las promesas del Ejecutivo y del presidente Macron, que el día 12 pronosticó una vuelta a la normalidad durante esta semana.

Ante esa situación, las autoridades han recurrido en varias ocasiones a la movilización forzosa de trabajadores de los depósitos de combustible, y el portavoz del Ejecutivo, Olivier Véran, ha indicado este martes que se seguirá haciendo "tanto como sea necesario" y "probablemente" hoy mismo.

De forma paralela, la oposición de izquierdas ha puesto más presión con la manifestación de este domingo que sacó a varias decenas de miles de personas a la calle para exigir medidas compensatorias por la pérdida de poder adquisitivo.