Meloni amenaza con excluir al partido de Berlusconi del Gobierno tras una nueva filtración en el que critica a Zelenski
- Reconoce el riesgo de no formar gobierno por un audio en el que Berlusconi responsabiliza a Ucrania de la guerra
- "Italia es parte de Europa y de la OTAN y quien no esté de acuerdo no podrá formar parte del Gobierno", advierte Meloni
El Gobierno italiano no ha echado aún a andar, pero ya atraviesa su primera crisis. En una conversación filtrada y difundida por la agencia de noticias LaPresse, se escucha a Silvio Berlusconi criticando al presidente ucraniano y responsabilizándolo de la guerra. "No veo cómo pueden sentarse en una mesa de negociación Putin y Zelenski, no es posible. Zelenski... dejémoslo estar, no puedo decirlo", dice el líder de Forza Italia durante una reunión con diputados de su partido, que inmediatamente después ríen y le aplauden.
Antes, otros audios de esa misma reunión mostraban cómo Berlusconi sacaba pecho de "retomar las relaciones" con el líder ruso, quien le regaló 20 botellas de vodka por su cumpleaños. Además, confesaba que Putin le considera "el primero de sus cinco verdaderos amigos".
Tras el aluvión de críticas, la previsible nueva primera ministra, Giorgia Meloni, ha advertido de que pretende liderar "un Gobierno con una línea de política exterior clara e inequívoca". "Italia es, a título pleno, parte de Europa y la OTAN. Quien no esté de acuerdo no podrá formar parte de este Gobierno, a costa de no formar Gobierno", ha escrito en un comunicado, sin mencionar directamente a Berlusconi. "Italia con nosotros en el Gobierno no será nunca el vínculo débil de Occidente" ha añadido.
La polémica llega en plenas negociaciones para formar este Ejecutivo, en el que estarán Hermanos de Italia, el partido de Meloni, la Liga de Matteo Salvini y el partido de Berlusconi. Precisamente un representante de Forza Italia, Antonio Tajani, suena con fuerza como futuro ministro de Exteriores.
Berlusconi: "Zelenski triplicó los ataques al Donbás"
En la conversación con sus diputados, a los que pide "máxima confidencialidad", Berlusconi da su propia versión sobre cómo comenzó la guerra. "La cosa fue así: en 2014 en Minsk, Bielorrusia, se firmó un acuerdo de paz entre Ucrania y las dos repúblicas del Donbás recién formadas [...] Ucrania echa por tierra este tratado un año después y comienza a atacar las fronteras de las dos repúblicas".
"Zelenski llega y triplica los ataques", sigue. "Desesperadas, las dos repúblicas [...] envían una delegación a Moscú [...] y finalmente consiguen hablar con Putin. Dicen: 'Vladímir, no sabemos qué hacer, defiéndenos'. Putin, en un principio, "se opone a cualquier iniciativa, se resiste, está sometido a una fuerte presión por parte de toda Rusia. Así que decide inventarse una operación especial: las tropas debían entrar en Ucrania, en una semana llegar a Kiev, deponer al gobierno en funciones, a Zelenski y demás, y poner un gobierno ya elegido por la minoría ucraniana de gente decente y sensata, y otra semana para volver".
"Entró en Ucrania y se encontró con una situación imprevista e imprevisible de resistencia por parte de los ucranianos, que empezaron desde el tercer día a recibir dinero y armas de Occidente. Y la guerra, en lugar de ser una operación de dos semanas, se convirtió en una guerra de doscientos y pico años", resume.
"No quedan líderes en Occidente"
Más allá de sus comentarios sobre Ucrania, Berlsuconi también llama la atención sobre "otro riesgo, otro peligro". "Hoy, por desgracia, en el mundo occidental, no hay líderes, no hay líderes en Europa y en Estados Unidos. No os digo las cosas que sé, pero no hay verdaderos líderes. ¿Puedo haceros sonreír? El único líder real soy yo", bromea.
La polémica llega un día antes de que el presidente italiano, Sergio Mattarella, comience las consultas con los partidos para formar un nuevo Gobierno. Se espera que encargue esta formación a Meloni, que ganó con claridad las elecciones del pasado 25 de septiembre. Previsiblemente, los tres partidos de derechas irán juntos y escenificarán su unidad a pesar de los últimos desacuerdos.
Ya antes de estos audios, los dos líderes ya habían mostrado sus diferencias. La polémica saltó cuando, en una nota que se pudo ver en la primera jornada del Senado en la actual legislatura, Berlusconi definía a Meloni como "prepotente, arrogante, ofensiva, ridícula". Poco después, ambos sellaron la paz, pero las últimas filtraciones suponen nuevos nubarrones sobre el cielo de este incierto Gobierno.