Los perros de caza, el centro de la polémica en la futura Ley de Bienestar Animal
- Una enmienda presentada por el PSOE pretende excluir del texto a los perros utilizados con fines cinegéticos
- El sector de la caza ve peligrar su continuidad, mientras que grupos animalistas piden que todos los perros se traten por igual
Decenas de organizaciones animalistas se han manifestado este fin de semana en diferentes ciudades españolas para pedir que no se excluya de la futura Ley de Bienestar Animal a los perros de caza. El proyecto de esta ley, elaborado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, inició su trámite parlamentario a principios de octubre, pero desde que se conocieron sus detalles, hace más de ocho meses, ha levantado intensas ampollas a nivel político y social.
La futura ley busca poner fin al abandono y sacrificio de animales de compañía y silvestres en cautividad, unificando las distintas normativas que ya existen a nivel autonómico, por lo que prevé una modificación del Código Penal para todo el territorio nacional. Su punto más polémico es el de los perros de caza, que según el texto inicial deberían recibir el mismo trato que el resto de animales domésticos, aunque el PSOE, en un nuevo desacuerdo con Podemos, ha presentado una enmienda que pretende excluir de la futura ley a estos perros utilizados con fines cinegéticos, junto con otros animales auxiliares, entendiendo que su situación y sus necesidades son diferentes.
Las críticas por parte de los cazadores han arreciado contra el texto desde el primer momento, ya que el sector entiende que lo que está en juego es su propia continuidad. "Si nos viésemos obligados a cumplirla como está planteada, la caza correría un serio peligro, y lo más probable es que desapareciese tal y como la conocemos", asegura a RTVE.es Manuel Gallardo, presidente de la Federación Española de Caza.
Tampoco se trata de un debate menor desde el punto de vista social, ya que, con más de 337.000 licencias federativas, la caza es el segundo deporte más practicado en España, solo por detrás del fútbol, según las cifras ofrecidas por el último informe del Ministerio de Cultura y Deporte. Además, se estima que las personas que llevan a cabo esta actividad son varios cientos de miles más, aunque no estén federadas.
Desde el sector cinegético, insisten en que sus perros no pueden ser considerados como animales de compañía, puesto que "son mucho más". "Esta es una ley para las mascotas, y los perros de caza no son mascotas. Claramente es un animal auxiliar, que tiene unas necesidades específicas y especiales, empezando por su propio comportamiento. No podemos cambiar la naturaleza de los animales", afirma Gallardo.
Sobre las críticas por el trato que reciben sus perros, el presidente de la Federación de Caza defiende que "no dejan de ser una serie de estereotipos, de clichés, que organizaciones animalistas quieren vender a la sociedad sobre un colectivo de personas que en realidad somos gente normal". "Nos preocupa mucho la perversión del discurso, la criminalización que estamos sufriendo", expresa en este sentido.
Inquietud en sectores animalistas
Los grupos animalistas siempre se han mostrado muy críticos con la situación de los perros de caza, y por eso para ellos es fundamental que la futura ley no los excluya. "El mundo rural y aquellas actividades en las que se emplean a perros, como la caza, son las que mayor maltrato y abandono producen en estos animales. En España, es terminar la temporada de caza y dispararse el número de abandonos. Es terrorífico, y desde luego esta enmienda que está proponiendo el PSOE no solo no va a atajar el problema, sino que va a fomentar que se agrave aún más", asegura a RTVE.es Cristina García, vicepresidenta del Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA).
Este partido político, que no oculta su oposición frontal a la caza como actividad, considera que en la nueva ley "todos los perros deben ser tratados por igual" y, si se hiciese algún tipo de distinción, "habría incluso que darles un mayor grado de protección".
Desde PACMA, se muestran contrarios a que se considere a los animales "como una herramienta", ya que "no estamos hablando de cosas, sino de seres sintientes", aunque también reconocen que es muy difícil que se acabe con la utilización de animales, "porque eso sería pretender una utopía". "Lo que sí que queremos es que mientras esto se permita, los requerimientos y los controles sean muchísimo más exhaustivos, y el nivel de protección sea superior", declara García, quien considera que "incluso aunque la enmienda del PSOE no saliera aprobada, la regulación tal y como está prevista en el proyecto de ley, lejos de ser más proteccionista con estos animales, es más laxa, porque exime a pastores y cazadores de cumplir muchísimas cosas que sí que se le exigen a un propietario de animal de a pie".
En esta misma línea, Pilar Cañizo, presidenta de la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA), califica la enmienda presentada por el PSOE como "un paso atrás de décadas". "Precisamente por el uso que se les da, los perros de caza necesitarían incluso una mayor protección que un animal que está haciéndote compañía sentado a tu lado en el sofá", expone a RTVE.es.
"Generalizar es siempre arriesgado, pero sí que es verdad que es un sector que genera mucho abandono y mucho maltrato", opina sobre el trato que reciben los perros de caza por parte de sus dueños. "La caza existe y es legal, y de momento no podemos hacer nada. Lo que sí que podemos es intentar asegurar el bienestar de los animales que están implicados en esta actividad, y que por lo menos tengan las mismas garantías y la misma protección que otros de su misma especie", reflexiona.
ANAA, que a diferencia de PACMA no es una agrupación política, sino una entidad sin ánimo de lucro que lucha contra el maltrato y el abandono de los animales, define la enmienda del PSOE como un "despropósito", y valora que es "tan negativa, que invalida todo lo bueno que pueda tener la ley", precisamente porque deja fuera a los animales "más vulnerables". "Preferimos quedarnos como estamos antes que llegar a lo que propone la enmienda de la nueva ley, que además arrastra a las de las comunidades", mantiene Cañizo, ya que, según explica, las leyes autonómicas no diferencian en este sentido, y protegen a los animales auxiliares de caza porque los consideran como "domésticos".
Una ley "armonizadora"
Una de las entidades que ha colaborado en la elaboración de la ley que se encuentra actualmente en tramitación parlamentaria es la Real Sociedad Canina, cuyo presidente, José Miguel Doval, destaca el carácter integrador del nuevo texto, ya que "armoniza todas las distintas legislaciones y normativas que existen a nivel autonómico e incluso a nivel municipal". "Por supuesto, todavía hay cosas que se pueden mejorar, pero sí que pensamos que es positiva en muchos aspectos, sobre todo teniendo en cuenta que ahora mismo no tenemos un marco legislativo común en esta materia en España", comenta a RTVE.es.
Sobre el punto de mayor discrepancia, esa enmienda para sacar de la ley a perros de caza y otros animales de trabajo, deportivos o auxiliares, Doval mantiene que "para que sea una buena ley debe cubrir al menos en sus mínimos más esenciales a todos los perros, aunque también pensamos que debe contemplar las particularidades que tiene cada una de las distintas actividades que se hacen con perros, y adaptarse teniendo en cuenta estas realidades, ya que no se puede pedir lo mismo para unos perros que viven en un sitio o en otro, o para perros que realizan diferentes actividades".
De esta manera, para la Real Sociedad Canina sí que tiene sentido diferenciar a estos animales auxiliares de los de compañía, "porque al final es como hacer una regulación que abarque a las personas, todos tenemos unos mínimos, unos derechos esenciales, y después tenemos unas necesidades u otras, y en los animales pasa igual".
Acerca del trato que reciben perros por parte de los cazadores, e incluso de los pastores, José Miguel Doval opina que "garbanzos negros hay en todas las facetas de la vida", y destaca que "cualquier persona que tenga un animal al que necesita para desarrollar una actividad, con independencia de que sea un trabajo o una afición, normalmente lo va a cuidar". "Mi experiencia personal me dice que en general los cazadores o los pastores cuidan bien a sus perros", indica, aunque matiza que "la forma de vida de un perro en el mundo rural o en un ambiente de pastoreo o de caza no es exactamente igual que la de un perro que vive en la ciudad, pero eso no significa que esté mal cuidado ni mal tratado, ni muchísimo menos".