Así es 'El agua': realismo adolescente y un toque de fantástico en Orihuela
- RTVE.es estrena el tráiler del debut en el largometraje de Elena López Riera
- Protagonizada por Luna Pamies, Bárbara Lennie, Nieve de Medina y Alberto Olmo
El 4 de noviembre se estrena una de las propuestas más originales del cine español de 2022. El agua, debut en el largometraje de Elena López Riera, combina realismo, un toque de fantástico, y unas gotas de documental en una historia ambientada en Orihuela y las crecidas del río Segura, que tuvo su estreno en la prestigiosa Quincena de Realizadores del Festival de Cannes y cuenta con la participación de RTVE en la producción
El agua acompaña a Ana (Luna Pamies), una adolescente que vive con su madre (Bárbara Lennie) y con su abuela (Nieve de Medina). Su relación con otro adolescente (Alberto Olmo) no se ve con buenos ojos en el entorno: una casa en la que solo habitan mujeres levanta chismorreos sobre su maldición.
López Riera, con una premiada carrera como cortometrajista, retrata a una adolescente sobre la que pesa, como el destino de una tragedia griega, una vieja creencia popular que sostiene que algunas mujeres desaparecen en cada inundación porque tienen "el agua dentro" y el río las llama a sus profundidades.
“Soy de Orihuela, he pasado media vida allí y desde pequeña me he criado con esas historias. He pasado muchas tardes aburrida con mi abuela, con mi madre, con mis tías, con mis vecinas. El miedo atávico que hay en esa región al agua viene de mi abuela materna”, explicaba la directora en una entrevista con RTVE.es.
En el centro de la película habita un típico conflicto de provincias: la necesidad de huir al llegar la madurez. “Yo quería huir de mi pueblo desde que tenía 14 años. Siempre sueñas que hay un lugar mejor. Ahora hay internet, pero crecí en un lugar sin cines, en mi casa no había ni vídeo. Tienes un ansia de conocer otras cosas. Pero claro, luego te vas y solo quieres volver. Te conviertes en un extranjero en todas partes y llevas el dolor de no pertenecer a ningún lugar. No hay forma de resolverlo”.
Hay mucha reivindicación feminista y esperanza en sacudirse el peso del patriarcado en El agua. “Tengo mucha esperanza en las jóvenes, creo que las jóvenes siempre tienen la razón”, sostiene. "Cuando la escribí me identificaba con la heroína, pero me di cuenta de que ya no tengo la edad. Hay un poco de mí en las tres edades que vertebran la historia. Luces, sombras y dudas de cada generación".
La película de López Riera ha regresado para contarlo en su primera película forma parte de un movimiento que tendrá que ser bien analizado con el tiempo y que está retratando todo el levante español, desde Cataluña a Murcia, con todo tipo de voces.
“Ya era hora de contar historia de otros lugares, es una evolución normal de la sociedad que permite que otro tipo de perfiles socioeconómicos accedan a hacer cine. Carla Simón (Alcarràs), Chema Garcia Ibarra (Espíritu Sagrado) o Luis López Carrasco (El año del descubrimiento) somos amigos y tenemos muchos intercambios”, celebra.
Su película recuerda en su combinación de realismo y elementos sobrenaturales a Atlantique, de la cineasta Mati Diop, Gran Premio del Jurado en Cannes 2019. “Es verdad. Me reivindico totalmente fan de ella, de toda su filmografía”.
En ese sentido, la evolución natural de López Riera es profundizar en lo fantástico. “Sí, la próxima será solo de fantasmas”, dice riendo. Y ahí es importante hablar de la brecha de género: si bien cada vez hay más mujeres directoras, sus presupuestos todavía son significativamente menores a los de los hombres. “No tengo muy estudiada la brecha, aunque imagino que es importante. Esta es una película pequeña, hecha con el dinero necesario. No sé si con la de fantasmas necesitaremos mucho más”.