El retorno de Johnson acecha a los conservadores: ¿espejismo o salvación?
- El ex primer ministro todavía no ha anunciado su candidatura, pero su nombre gana fuerza
- Los conservadores buscan este fin de semana a un líder que les salve del caos tras la dimisión de Truss
"El instinto de rebaño en Westminster es muy poderoso y, cuando el rebaño se mueve, se mueve". Así se despedía Boris Johnson del cargo en julio, con un discurso en el que criticó la revuelta entre los diputados conservadores que acabó con su mandato.
Ahora, Johnson sueña ya con que este "rebaño de Westminster" se mueva a su favor: no se ha pronunciado en público todavía, pero ya planea su retorno al número 10 de Downing Street, según han desvelado sus aliados a la prensa británica. De hecho, su entorno asegura que ya cuenta con los 100 avales necesarios para aspirar al liderazgo de nuevo.
La precipitada salida de Liz Truss del Gobierno ha acelerado los acontecimientos políticos en una semana en que los conservadores buscaban entre bastidores una figura de consenso para reemplazar a una líder incapaz de gestionar el Reino Unido. Esa figura bien podría ser Johnson y, aunque a muchos les suene a broma, el complot para su regreso está en marcha.
El viernes, ya son seis los ministros del gabinete de Truss que han declarado su apoyo al ex primer ministro, y los diputados conservadores sopesan este fin de semana por quién decantarse. La cuestión está entre Rishi Sunak, el exministro de Economía que alentó la emisión de cartas pidiendo la salida de Johnson en julio; o Penny Mordaunt, que de momento cuenta con menos apoyo, pero serviría para cerrar de una vez por todas este dramático capítulo.
De la emoción al horror en las filas conservadoras
Los politólogos consultados por RTVE.es creen que el regreso del ex primer ministro está sobre la mesa, aunque vaticinan que Rishi Sunak se impondrá la próxima semana. Y aunque resulte impensable que el mismo partido que le expulsó por sus escándalos lo recupere en solo tres meses, ya nada sorprende en política britanica.
"Es extraordinario que se esté hablando de Johnson otra vez. Tiene a su favor que es el único candidato que puede decir que tiene un 'mandato' del pueblo porque ganó las elecciones de 2019 con un programa electoral. Por otro lado, parece que se ha olvidado por qué dimitio. Me parece extraordinario que puedan ponerse en la tesitura de llevar al poder a alguien que no hace más que sembrar el caos", señala el profesor de la Universidad de Sussex Paul Webb.
Johnson dimitió el 7 de julio forzado por buena parte de sus aliados, entre ellos más de 60 de su propio gabinete. Las mentiras, medias verdades, o los escándalos como el partygate acabaron con un político que llegó a lo más alto y se fue a regañadientes. El mismo que fue alabado en 2019 cuando logró una mayoría parlamentaria no vista desde la era Thatcher.
“Los conservadores están desesperados y la desesperación puede hacerte hacer cosas extrañas“
La profesora de Política británica de la Universidad de Leeds Victoria Honeyman cree que una hipotética victoria de Johnson es poco probable, pero no imposible. "Hay conservadores que se horrorizan con la idea del regreso de Johnson, alguno ya ha dicho que se iría del partido. El mero hecho de que llegue a la campaña es increíble. Los tories ya no solo miran a la economía, sino a los escándalos, la estabilidad parlamentaria y no hay que olvidar que sus propios diputados lo echaron por algo. Pero los conservadores están desesperados y la desesperación puede hacerte hacer cosas extrañas".
Todavía quedan dos días para configurar la lista de candidatos a suceder a Truss y muchos miran ahora a Mordaunt, la líder de los Comunes que sirvió en los gabinetes de Theresa May, Johnson y la ya dimitida Truss y que impresionó el lunes al defender el cese del exministro de Economía Kwasi Kwarteng. De momento es la que menos apoyo recaba, pero "puede causar problemas a Sunak", sostiene Honeyman.
El politólogo de la Universidad de Bristol Simon Tormey habla de una solución ideal, un dream team que combine a los tres. "Sunak podría ser el primer ministro, Johnson tener un papel muy importante como número dos y encargado de Exteriores y Mordaunt podría ser la ministra de Economía. Este equipo, que unificaría talentos, tendría la oportunidad de recuperar el respeto".
Johnson, ¿divisivo o unificador?
Algunos lo ocultan en público, pero muchos conservadores creen que solo Johnson puede solucionar la debacle actual, como el llamado European Research Group, del ala más euroescéptica. Otros ven muy arriesgado tomar esta vía, de ahí que haya una trama para impedir su regreso. Voces como el exministro de Sanidad Sajid Javid o el de Economía de Truss, Kwasi Kwarteng, ya han declarado su apoyo a Sunak en público y su equipo dice que ya tiene garantizado el voto de 100 compañeros.
Pero las encuestas difieren de la 'burbuja' en la que viven los políticos. Según una previa a la dimisión de Truss, Johnson era el favorito para liderar el número 10 de Downing Street. Este viernes, un sondeo de Yougov apuntaba a que el 52% de los británicos estaría descontento con su regreso, mientras que el 27% está de acuerdo. El apoyo crece en el electorado que le votó en 2019: el 56% se declara "conforme o bastante conforme". También la prensa tory especula con su vuelta en las portadas.
El protagonismo que ha adquirido Johnson, sin siquiera estar en el Reino Unido ni haber declarado su candidatura públicamente, refleja precisamente el poder de su fenómeno, siempre omnipresente. Incluso un periodista ha viajado en el mismo avión que él en su vuelta de vacaciones en la República Dominicana. Y aquí yace el debate: recuperar a un líder que divide al partido pero que en su día supo atraer al público, o impedir que un político tan polémico vuelva al mando.
Además, Johnson se enfrenta a una investigación parlamentaria por sus explicaciones sobre el escándalo de las fiestas en Downing Street durante la pandemia, algo que podría acabar con su expulsión como diputado si le declaran culpable. Para Honeyman, Johnson "puede ser unificador, pero los que le critican dirán que lleva el caos allá donde va".
El profesor Simon Tormey alega que Johnson tendría la posibilidad de reconquistar al público si pide perdón por sus errores. "Le ayudaría dar un paso al frente y disculparse por los errores en su mandato. Si lo admite, recuperará la confianza y el respeto en el partido y el público. El problema es que él no cree en sus errores, pero lograría sumar a hasta 50 diputados", explica.
Y es que Johnson salió del cargo con un discurso muy duro para sus compañeros, en el que también se comparó con Lucio Cincinato. "Como Cincinato, regreso a mi arado", dijo, en referencia al político romano que volvió convertido en dictador.
La desesperación de los tories
Si el ex primer ministro logra recaudar los 100 avales necesarios para disputarse el liderazgo con Sunak el lunes, las posibilidades de su victoria se multiplicarán porque "goza de gran popularidad entre los miembros del partido", destaca Webb. Y muchos añoran a ese Johnson que en 2019 logró 365 diputados en un momento en que las encuestas pronostican la pérdida de un centenar de escaños.
Los rumores de su vuelta son el síntoma de la desesperación de los conservadores, dispuestos a cuaquier cosa con tal de evitar unas elecciones. La oposición laborista ya exige un adelanto electoral porque le sonríen las encuestas, y el 60% de los británicos cree que ha llegado el momento de acudir a las urnas, en gran medida porque desechan la idea de que solo 170.000 personas elijan al gobierno de un país de más de 67 millones. Pero, como apunta la profesora Honeyman, el partido está dispuesto a pagar ese precio. "El público no va a aceptarlo, pero puede que no les moleste porque se enfrentan a una gran pérdida en unas elecciones y lo que buscan los tories es controlar la situación".
Webb y Tormey destacan que el sistema de elección de los conservadores está establecido por la Constitución. No obstante, el profesor Webb sí habla del descontento del público: "Este tipo de evasión del proceso democrático no va a sentar bien y, aunque los tories tienen derecho a hacerlo así, no va a ser aceptado". "De todos modos, hay mucha gente que no desea que unas elecciones paralicen al país más tiempo", sostiene Tormey.
Sea como fuere, el partido malherido desde el referéndum del Brexit necesita salir a flote con urgencia, aunque la economía será la prueba de fuego del próximo líder y es difícil que se recupere a medio plazo. De hecho, la agencia Moody's acaba de degradar su calificación para la economía del Reino Unido de "estable" a "negativa". "Si aguantan y dan la vuelta a la economía en 18 meses [fecha prevista para las próximas elecciones] y evitan una época de austeridad, tienen opciones. Pero han de tener mucho cuidado", señala Honeyman.
Y pese a la tormenta, los analistas recuerdan que, históricamente, los conservadores siempre han sabido recuperarse, aunque para eso necesiten pasar a la oposición. "Es el partido más antiguo en Europa occidental y tiene un gran instinto de supervivencia, lo resolverán sea como sea", dice Tormey.
Así que con o sin Johnson, los tories maduran ya qué rumbo tomar mientras sobrevuela la peligrosa despedida del ex primer ministro pronunciada en el Parlamento hace apenas tres meses. ¿Hasta la vista, baby?