Alberto Rodríguez vuelve a la política y se lanza a las elecciones de 2023 en Canarias con 'Proyecto Drago'
- El dirigente abandonó el Congreso y Podemos hace un año tras ser inhabilitado por el Supremo por golpear a un policía
- No se cierra a alianzas con otras fuerzas políticas como Podemos o el espacio de Díaz para las autonómicas y locales
El exdiputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez regresa a la política un año después de haber abandonado el partido morado para impulsar 'Proyecto Drago', un espacio político con el que espera estar en las elecciones autonómicas y municipales de 2023 en Canarias con la "obediencia canaria" en la toma de decisiones como eje central.
En rueda de prensa, Rodríguez ha explicado este lunes que 'Proyecto Drago' (nombre que hace referencia al famoso drago milenario de Icod de los Vinos) nace con vocación de incorporar una representación diversa de todas las islas y sin cerrarse la puerta a posibles alianzas con otras fuerzas políticas (se le ha preguntado al respecto por Podemos y por el proyecto de Yolanda Díaz, 'Sumar', entre otros), siempre que compartan sus planteamientos y respeten su autonomía de decisión.
Rodríguez abandonó Podemos y su escaño en el Congreso hace un año, el 23 de octubre de 2021, tras la sentencia del Tribunal Supremo que le inhabilitó por golpear a un policía durante una protesta, si bien siempre ha insistido en su inocencia y está pendiente que el Tribunal Constitucional resuelva sobre el recurso que presentó. Su escaño en el Congreso sigue vacío puesto que Unidas Podemos no lo ha reemplazado.
Un proyecto para "defender el territorio" canario
El exsecretario de Organización de Podemos ha subrayado que 'Proyecto Drago' quiere recoger inquietudes de la sociedad canaria como determinar cuál es "la capacidad de carga" que pueden soportar las islas en su desarrollo turístico y crecimiento demográfico y "defender el territorio" y el patrimonio natural frente a infraestructuras que considera que representan una amenaza.
"Llevamos tiempo trabajando en esto gente de todas las islas y, realmente, hay cierta urgencia, no tanto por nuestra parte, sino por el empuje de colectivos de toda Canarias que nos presionan para que salgamos ya, porque quieren participar", ha explicado Rodríguez, que ha comparecido acompañado por otros tres promotores de 'Drago': Héctor Morán, Mar Domínguez y Sara Hernández.
La plataforma que lidera el exdiputado va a lanzar una página web (proyecto-drago.info) para facilitar que los ciudadanos conozcan sus planteamientos y que otras organizaciones que puedan estar cercanas a ellos se animen a debatirlos o a sumar fuerzas, desde el convencimiento de que está en juego "el futuro de Canarias".
Mirada puesta en las elecciones de mayo y "en otras muchas que vendrán"
Aunque 'Proyecto Drago' solo está arrancando, Rodríguez remarca que tienen "vocación de incidencia social y política, lo que implica sin lugar a ninguna duda" que va a estar "presente en la contienda electoral en mayo (cuando se elige al Parlamento de Canarias, a los siete cabildos y a los 88 ayuntamientos de las islas)", así como en "muchas otras elecciones que vendrán" después, ha señalado. "En qué formato o con qué fórmula, se irá viendo. Esto son decisiones colectivas, no solo es Alberto Rodríguez", ha agregado.
Proyecto Drago nace, ha explicado, como reacción a un modelo de desarrollo de Canarias vigente desde hace 30 años que creen basado en "la destrucción del territorio, en tensionar los recursos naturales", que genera importantes niveles de "paro y precariedad".
"Y en esa inercia seguimos. De ahí viene la urgencia de mucha gente que nos dice: por favor, salgan con esto. Nos hemos visto prácticamente empujados a salir cuanto antes", ha continuado.
Para presentar 'Proyecto Drago', Rodríguez no ha empleado en ningún momento la palabra "nacionalista", pero sí ha enfatizado varias veces que van a ser un partido de "obediencia canaria", porque entienden que responde "a una cuestión de democracia básica".
"Por experiencia sabemos que cuando hay asuntos que afectan a la población de Canarias y los espacios de decisión están a 2.000 o 3.000 kilómetros de aquí, esos asuntos no tienen la misma prioridad que si las decisiones se tomaran en el archipiélago. Es una cuestión democrática (...) Canarias no es más que nadie, pero tampoco menos. Somos una sociedad con la suficiente madurez política como para tomar nosotros las decisiones", ha alegado.