Emanuele Crialese: "En la mirada de Penélope Cruz hay un misterio que no se puede explicar"
- El italiano ha presentado en Valladolid L'immensità, que llega a los cines este 28 de octubre
- Penélope interpreta a una madre de los 70 cuya hija se siente trans
El director italiano Emanuele Crialese (Terraferma, Nuevo mundo) ha presentado en la Seminci de Valladolid su nueva película, L'immensità, en la que brilla una Penélope Cruz que interpreta a Clara, una mujer de los años 70, cuyo matrimonio está en crisis. Lo único que los mantiene unidos son sus tres hijos y, además, la mayor, Adriana, siente que es un chico y quiere que todo el mundo lo reconozca como tal, lo que hace que el delicado equilibrio familiar llegue al punto de ruptura. Una estupenda película que llega a los cines este 28 de octubre.
Crialese, que en el festival de Venecia confesó que era un hombre trans, asegura, en un casi perfecto castellano, que la película se basa en su adolescencia: “Surge de mi deseo de contar lo que me pasó cuando tenía diez años. Es una representación bastante fiel, pero, a la vez, también hay mucha invención. Porque pienso que cuando las biografías son demasiado personales, pierden esa universalidad necesaria para conectarnos con los demás. Por eso lo que he intentado es universalizar esa experiencia tan personal”.
En Venecia, Emanuele Crialese definió esta película como “cuerpos en tránsito que se mueven”. “Es una exploración sobre el tema de la identidad, también con lo migratorio. Porque somos seres dinámicos, nuestra identidad nunca es la misma, estamos cambiando constantemente. Incluso nuestra memoria también cambia, hoy recordamos las cosas de distinta forma que hace diez años”.
“Yo creo -continúa-, que, junto a la imaginación, una de las características mas importantes del ser humano, es el movimiento, tanto exterior como interior. Nuestro deseo de explorar, de conocer. Y el tema migratorio me parece muy actual, no por el aspecto sociológico, sino por el aspecto, muy humano, de los que deciden, en algún momento de su vida, explorar algo que no conocen y dejar atrás su pasado, su origen, para descubrir nuevos mundos. Creo que es un proceso evolutivo que todos hacemos en nuestra vida, de una forma o de otra”
“También me interesa muchísimo viajar junto a los hombres y mujeres que viven en una situación de marginalidad (en la película la burguesa familia protagonista vive junto a un poblado chabolista). Pienso que seguimos usando a esa gente, que vive peor que nosotros, como el chivo expiatorio de nuestros problemas. Y por eso los atacamos. Tenemos que cambiar esa perspectiva es la única forma en la que podemos avanzar como sociedad”.
“El machismo sigue siendo uno de los grandes problemas”
A través de la figura del padre, autoritario e incluso violento, la película también nos habla del machismo de aquella época. “El tema del machismo es más actual que nunca -asegura el director. Ese machismo de los 70 nos puede parecer peor a primera vista, pero en el fondo hay muchas cosas que no han cambiado, que siguen siendo igual de machistas. Empezando porque las mujeres son la mayoría de la población y seguimos tratándolas como a la minoría. Seguimos muy lejos de la igualdad”
“Es cierto -concluye-, que estamos un poquito mejor que en esos 70 que refleja la película, pero, aunque hay pequeños progresos, todavía no hemos conseguido dar los pasos necesarios hacia la igualdad. Las mujeres siempre son menospreciadas”.
Penélope se convierte en Raffaella Carrà
En la película, Adriana imagina a su madre (Penélope Cruz) transformándose en Raffaella Carrà e interpretando sus canciones. “Para nosotros Raffaella es un icono de la libertad política, sexual… -afirma Crialese-. Y esos son momentos en los que la hija eleva a su madre, que no es precisamente una mujer feliz. Y, como quiere que sea feliz, se la imagina como Raffaella: una madre que baila, que canta”.
“Esa familia es casi como una prisión para las dos -continúa-, Y por eso destaco esa característica humana, que es maravillosa: la imaginación. Una imaginación que puede ser colectiva, e incluso convertirse en arte, y que nos permite evadirnos en ese universo imaginario que siempre funciona como refugio de la realidad”.
“Cuando somos niños esa imaginación está mucho más desarrollada -añade el italiano-. Y la vamos perdiendo a medida que nos hacemos adultos. Por eso, contar la película a través de estos niños es una forma de renovar esa imaginación y la libertad que nos ofrecía. Hay que ejercitar la imaginación constantemente para recobrar esa libertad”.
El misterio de los ojos de Penélope Cruz
La primera vez que vemos a Penélope Cruz es a través de un primer plano de sus ojos. “Sentimos una fascinación por las divas del cine de los años 50 como Sofía Loren o Anna Magnani, y eso mismo lo vi en Penélope -asegura Crialese-. Quise hacer yo mismo ese plano, a pesar de que normalmente no cojo la cámara. Pero el primer día no sabía cómo retratar a Penélope, no sabía dónde poner la cámara”.
“Así que puse un objetivo enorme, casi como un microscopio, y la analicé para ver como funcionaba el rostro, la mirada de Penélope. Y haciendo eso me dí cuenta que, en sus ojos, hay un misterio que no se puede explicar. Es como un don que tiene, ese misterioso don de la fotogenia, que fue un gran descubrimiento para mí”.
“Y sí -concluye Crialese-, creo que Penélope tiene algo que tenían Sofia Loren, Monica Vitti, Anna Magnani… Algo que tenían esas grandes divas y que no puede explicarse”.
La película coincide con el debate sobre la Ley Trans
El estreno de la película coincide con el debate sobre la Ley Trans en España. “Creo que este es un tema tan antiguo como la humanidad y necesitamos recordarlo. Pero ahora es más importante que nunca. Porque hay una parte de la población que tiene miedo. Y no me refiero a la población trans. Los transexuales se preguntan: ¿Por qué ese miedo? ¿Por qué hay gente que nos considera una amenaza?”
“Creo que tenemos un enorme problema de identidad -continúa-. Pero ese problema no es la identidad trans, sino la identidad general. Porque… ¿Cómo podemos amenazar a alguien por su identidad? ¿Por qué hay quien quiere que esa gente no tenga los mismos derechos que todo el mundo? Porque tienen miedo”.
“Pero el problema no es de los transexuales -concluye-, se convierte en su problema porque los atacan. Es un problema de identidad política, de identidad como seres humanos. Hay momentos de la historia en que tenemos que mirarnos y pensar en dónde estamos. Porque el mundo ha cambiado mucho, al igual que nuestros valores. Y hay que ser tolerantes con todo el mundo, porque los transexuales no tienen ningún problema, son algunas personas los que tienen un problema con ellos”.
Luana Giuliani, un gran descubrimiento
Uno de los grandes descubrimientos de la película es Luana Giuliani, la actriz que interpreta a la hija de Penélope. “Trabajar con un adolescente es complicado, porque siempre viven una fase de transformación y de confusión. Y hay que tener cuidado porque el adolescente representará algo durante toda su vida. Por eso no quería coger a un adolescente que viviera el mismo problema que la protagonista”.
“Y descubrí a Luana en una carrera de motos, porque es corredora -continúa-. ¡Tuvo su primera moto a los dos años! Es un deporte típicamente masculino y en el que, además, ella compite con hombres. Y básicamente tiene que convencer a sus compañeros de que es como un hombre para que la dejen competir. Es como un juego. Por eso yo quería que su interpretación también fuera como un juego, sin necesidad de que empatizase con los deseos del personaje. Sería demasiado para un adolescente”.
“Ella se cae casi cada mes y se rompe algo, una pierna, un brazo…”, añade el director.
En cuanto a los otros dos jóvenes actores que interpretan a los hermanos pequeños de Andrea, el realizador asegura: “Me gusta mucho trabajar con actores no profesionales. Y la combinación con la maestría de Penélope es genial. Lo bueno de estos actores es que los profesionales suelen hacer la escena de la misma manera siempre, es una interpretación tan ensayada que a veces está muerta. Salvo los grandes actores que pueden hacer una escena mil veces y la siempre le dan vida”
“Pero los niños tienen esa frescura, esa espontaneidad, de que no puedes pedirles que hagan las cosas dos veces de la misma forma. Siempre te sorprenden. Es una interpretación intuitiva muy fresca, muy viva. Hay algo de mágico en esos jóvenes actores no profesionales”.
“Me preocupa muchísimo el futuro de las salas”
Emanuele Crialese confiesa estar muy preocupado por el futuro de las salas de cine: “Me preocupa muchísimo porque creo en el valor de los rituales. Y el cine es un ritual sacro donde un grupo de gente miran a una luz juntos, durante un tiempo. No es que sea algo imprescindible para vivir, pero creo que lo necesitamos como terapia, como una terapia que contribuye a nuestra salud mental”
“Y es una terapia -añade-, que en casa no se pude disfrutar, hablando por teléfono a la vez, o charlando con la familia. Es una pena, porque es una cosa maravillosa de la que nos estamos privando a nosotros mismos”