Enlaces accesibilidad

Es falso que las semillas de manzana maten las células cancerígenas

Por
Captura del vídeo que difunde la falsa idea de que las semillas de manzana curan el cáncer, con el sello 'Bulo' en rojo
Captura del vídeo que difunde la falsa idea de que las semillas de manzana curan el cáncer

Nos habéis enviado al servicio de WhatsApp de VerificaRTVE un vídeo donde se afirma que las semillas de manzana “curan el cáncer” y que se trata del anticancerígeno más poderoso del planeta. Es un bulo. No existe evidencia científica que demuestre su eficacia contra el cáncer y los expertos advierten que el consumo excesivo de estas semillas puede provocar graves problemas de salud. Te lo explicamos.

En el vídeo difundido por WhatsApp ponemos escuchar una voz robótica en off que asegura que “las semillas de manzana es un producto milagroso para matar las células cancerosas” (SIC). También leemos al comienzo de la grabación la siguiente frase: “la semilla que cura el cáncer”. Expone que “es 10.000 veces más fuerte que una quimioterapia y no quieren que lo sepamos porque si no las grandes cadenas de medicamentos dejarían de vender sus macabros productos”. Incluso se afirma que conviene comer estas semillas “para prevenir la enfermedad”. En redes sociales como Twitter y Facebook circulan al menos desde 2013 mensajes que comparten esta idea (1 y 2).

Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer es la principal causa de muerte en todo el mundo. En España en 2020 hubo 663.200 personas enfermas de cáncer según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 1,66% del total de la población de 15 años o más.

Desde VerificaRTVE hemos contactado con dos expertos en Oncología y Tecnología de Alimentos. La secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica, Mónica Granja, y el doctor en Ciencia y Tecnología de Alimentos, Miguel Ángel Lurueña, confirman que no existe evidencia científica sobre el uso de las semillas de manzana como tratamiento oncológico.

¿Contienen cianuro las semillas de manzana?

Las semillas de manzana no sólo no curan el cáncer, sino que, además, pueden ser tóxicas para nuestro cuerpo pues se degradan en forma de cianuro. “La amigdalina [también conocida como laetrilo o vitamina B-17] es una sustancia amarga que se encuentra en las semillas de algunas plantas comestibles como las manzanas o los melocotones”, nos explica Mónica Granja. En la página de la Asociación Cancer Research UK se exponen otros alimentos que contienen amigdalina. La oncóloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid asegura que cuando esta sustancia se degrada “produce cianuro y otras sustancias tóxicas”, por lo que “la exposición a dosis altas puede ocasionar toxicidad”. Sobre esta idea, el doctor en Ciencia Miguel Ángel Lurueña también indica que se trata de “una toxina vegetal precursora del cianuro”. El especialista en Tecnología de Alimentos explica a VerificaRTVE que “las dosis contenidas en una semilla son bajas”. Pero apunta que “si tomamos a propósito cantidades importantes (unas 170 en una sola ingesta o más para una persona adulta) podríamos poner en riesgo nuestra salud”.

En relación a los efectos secundarios, Lurueña expone que la intoxicación por cianuro puede producir “náuseas, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor articular, insomnio, nerviosismo o hipertensión, entre otros”. La secretaría científica de la Sociedad Española de Oncología Clínica comparte otros: “daño hepático, alteraciones neurológicas diversas, fiebre y coma”. Ambos expertos coinciden en que si las dosis son muy elevadas “puede provocar la muerte”.

No hay evidencias científicas de que cure el cáncer

Hasta la fecha, no existe evidencia científica que demuestre que el consumo de semillas de manzana cure el cáncer. Según comenta Granja, la principal teoría con la que “se intenta avalar su uso en los pacientes oncológicos es que la amigdalina tiene propiedades antitumorales mediante la liberación de cianuro en las células tumorales”. Sin embargo, la especialista nos comenta que “la evidencia científica en humanos es escasa existiendo algún ensayo clínico de los años 70-80 que no logró demostrar una mayor supervivencia con la administración de amigdalina”. Sobre este punto, Lurueña declara que los estudios demostraron que el laetrilo “no era eficaz y además tenía muchos efectos adversos, por lo que se prohibió su uso como medicamento”. En el artículo “Por qué los pacientes buscan remedios contra el cáncer no probados: una perspectiva psicológica” se expone que en la última década “el laetrilo ha sido el remedio poco ortodoxo más popular”.

La especialista en Oncología concluye que "no se recomienda como tratamiento complementario en pacientes oncológicos”, teniendo en cuenta su potencial toxicidad y la escasa evidencia científica de sus efectos clínicos en humanos. Y añade que “las principales agencias reguladoras no han aprobado su uso en ningún escenario”. Lurueña advierte que “no existen remedios milagrosos para curar el cáncer” e insiste en la importancia de seguir “unos hábitos saludables para prevenirlo”. Evitar el tabaco, el alcohol, realizar actividad física, seguir una dieta saludable y tratar de evitar los ambientes contaminados, son algunas de las principales recomendaciones que realizan los expertos para reducir los riesgos.

En conclusión: cuidado con los contenidos de portales web y redes sociales que comparten supuestas “curas” poco ortodoxas y no probadas científicamente contra el cáncer. Algunas de ellas no sólo no funcionan como tratamiento oncológico, sino que además pueden provocar efectos adversos en la salud. Ante este tipo de dudas, puedes consultar a expertos en Oncología o instituciones como la Asociación Española contra el Cáncer o la Sociedad Española de Oncología Médica.