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La Policía asegura que el pequeño Nicolás se habría hecho pasar por miembro del Gobierno para estafar a un empresario

  • Los agentes han ratificado la tesis de la Fiscalía al señalar que elaboró documentos con membretes del Gobierno
  • Acudió junto al empresario a una sucursal para tratar de sacar 500.000 euros

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Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el pequeño Nicolás
Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el pequeño Nicolás

Varios agentes de la Policía han ratificado este martes la tesis de la Fiscalía de que Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el pequeño Nicolás, se hizo pasar por un miembro del Gobierno para intentar estafar al empresario Javier Martínez de la Hidalga en la venta de una finca situada en Toledo llamada 'La Alamedilla'.

La Audiencia de Madrid ha iniciado el juicio a Francisco Nicolás Gómez Iglesias por presuntamente estafar en 2014 al empresario. Este martes han declarado varios agentes de Asuntos Internos que investigaron al joven, así como el director de la sucursal en la que el acusado y el empresario trataron de sacar todo el dinero con el que contaban de la Hidalga y su mujer, unos 500.000 euros.

Sin embargo, el tribunal ha acordado suspender el resto de la sesión una vez que tres testigos citados –entre ellos el propio empresario y su mujer– no han acudido a la sede judicial.  Si no acudieran el miércoles, se planteará a las partes si renuncian a estos testigos, que la defensa de Gómez Iglesias considera clave, o bien el juicio queda visto para sentencia sin ellos.

La Fiscalía ha pedido para él la pena de seis años de prisión por presuntos delitos de estafa, falsedad documental y usurpación de funciones públicas. La acusación popular de Podemos, por su parte, ha reclamado 12 años de cárcel. El acusado defiende su inocencia porque el empresario nunca denunció haber sido estafado y ha asegurado que está "contento" porque por fin llega a juicio este tema.

Elaboró documentos con membretes oficiales del Gobierno

El juicio de este martes ha empezado con las declaraciones de los policías porque la defensa ha pedido al tribunal que permitiese a Francisco Nicolás declarar al final del juicio. Rubén Eladio López, el entonces jefe del Grupo 9 de la Unidad Asuntos Internos, ha sido el primero en comparecer y ha asegurado que empezaron a seguir a Gómez Iglesias por orden de Presidencia del Gobierno y de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio de Interior.

Este agente ha detallado que vieron cómo Gómez Iglesias se desplazaba en coches con conductor que a veces llevaban rotativos luminosos, supuestamente oficiales, saltándose los semáforos y aparcando en doble fila. También iba a una copistería para elaborar documentos con membretes del Gobierno que ellos recabaron luego.

Las vigilancias se llevaron a cabo entre el 7 de octubre de 2014 y el 13, justo antes del arresto el día 14. El día anterior a la detención, los agentes vieron cómo entregaba documentación al empresario, de modo que ya se había podido perpetrar el supuesto delito y decidieron arrestarle.

Mientras tanto fueron a hablar con el empresario para explicarle que podría ser víctima de una estafa, ante lo que dijo que "lo sabía" y fue a declarar. "La declaración es una propia denuncia", ha precisado a las preguntas sobre el hecho de que el empresario aseguró en su día que no denunció.

Gómez Iglesias, sin embargo, ha defendido siempre que no hubo estafa alguna porque regresó al empresario el dinero que éste le había dado.

La sucursal advirtió al empresario de una posible estafa

Por otro lado, el director de la sucursal del Banco Santander a la que acudieron el pequeño Nicolás y el empresario para sacar todo el dinero que tenían éste ultimo y su mujer ha relatado ante el tribunal cómo el acusado se hizo pasar por miembro del Gobierno y sospechó de todo era una estafa.

A preguntas de las acusaciones, el trabajador del banco ha precisado que el propio Martínez de la Hidalga fue quien le presentó a Gómez Iglesias "como alguien del Gobierno".  A ello se suma que cree recordar que el pequeño Nicolás, al intentar abrir una cuenta bancaria para transferirle el dinero del empresario, le dijo que no tenía nómina y que era "agente del CNI".

Ha indicado, además, que vio al joven hacer una llamada telefónica en la que peguntó por Soraya. "Pero no sé si era Soraya Sáez de Santamaría", ha añadido.

Cuando el pequeño Nicolás se fue a hablar fuera de su despacho, el director del banco trató de tocar un dosier que el joven había dejado sobre su mesa, pero el empresario le tocó la mano y se lo impidió. El hombre ha relatado también cómo le pidieron el efectivo y cómo les explicó que no era posible disponer de forma inmediata de la suma que requerían, aunque ha señalado que finalmente sí se fueron con dinero. "No recuerdo cuánto", ha dicho.

Como era "una situación rarísima", lo comunicó a su equipo de seguridad, que le recomendó avisar al cliente, y él llamó al empresario o a su mujer, comunicando la anomalía. No obstante, no denunció porque no tenía pruebas.