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40 años de la primera victoria de Felipe González y la llegada del PSOE al poder

  • González arrasó con una mayoría absoluta de 202 diputados que no se ha vuelto a repetir y gobernó casi 14 años
  • La consolidación democrática, la modernización del país y la entrada en la UE contrastan con la corrupción o los GAL

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Se cumplen 40 años de la primera victoria de Felipe González y la llegada del PSOE al poder

Un día como hoy, hace 40 años, el Partido Socialista hacía historia con la primera gran victoria de Felipe González en las urnas. Era la primera vez que el PSOE accedía al poder tras el franquismo y nunca desde entonces un candidato al Gobierno ha logrado reeditar la mayoría absoluta conseguida entonces: 202 escaños. Tampoco el récord de permanecer en el poder cuatro legislaturas: casi 14 años marcados por luces y sombras en las que destaca la modernización de una España atrasada, la entrada en la Unión Europea y el referéndum sobre la OTAN, frente al terrorismo de Estado de los GAL, los graves casos de corrupción o las huelgas generales contra las políticas socialistas.

González recuerda muy bien que, aquella noche del 28 de octubre de 1982, se sintió “abrumado” tras conocer el resultado y señala que “había una contradicción entre entusiasmo y terror”. España tenía la amenaza de un golpe de estado tras el reciente intento golpista de 1981 y el terrorismo de ETA golpeaba con crudeza, por lo que aquella noche electoral “la gente podía verlo por televisión, pero en la calle no quería estar”, recuerda en una entrevista en la agencia Efe. “Mi prioridad era la convivencia para que no volviéramos a las andadas” porque, sin ella, todo hubiera resultado “superfluo, reversible e inútil”, apunta. Aun así, la gente acabó echándose a las calles para aplaudir al nuevo presidente frente al Hotel Palace, donde González y Alfonso Guerra (su futuro vicepresidente), cogidos de la mano, saludaban desde una de las ventanas del hotel.

González y Guerra celebran el resultado obtenido en las urnas la noche electoral del 28 de octubre de 1982

González y Guerra celebran el resultado obtenido en las urnas la noche electoral del 28 de octubre de 1982 EFE

“A España no la va a reconocer ni la madre que la parió” había sido una de las frases que Guerra había pronunciado en la campaña electoral, y que ya forma parte de la historia. Él insistía en que había que ganar “para consolidar la democracia”. Guerra tuvo un papel fundamental en la maquinaria electoral socialista, recuerda en RNE Ignacio Varela, autor de Por el cambio, un libro que lleva por título el lema de campaña socialista en el año 82 y en el que analiza cómo el PSOE pasó del exilio a convertirse en la “apisonadora electoral más formidable de la democracia”: “Ha sido la más eficiente y formidable que ha existido en España. Recuerdo que éramos casi debutantes electorales, pero nos llamaban desde otros países para que les explicáramos cómo hacíamos las campañas”.

Las Mañanas de RNE- Se cumplen 40 años de la victoria del PSOE de Felipe González - Escuchar ahora

Aquello no se volvería a repetir, ni siquiera con González al frente del PSOE los años siguientes. Para llegar a aquellos 202 diputados habían tenido que darse diversos factores. Uno, era la descomposición de la UCD, el partido de Adolfo Suárez. El PSOE venía ya de cosechar una importante victoria en las municipales de 1979, las primeras de la democracia. Y González había consolidado ya un liderazgo fuerte tras su firma en los ‘Pactos de la Moncloa’ de 1977 y con la moción de censura que presentó a Suárez en 1980, que aunque no prosperó, le reafirmó como candidato a La Moncloa.

González tenía un liderazgo que no había existido hasta ese momento y era una alternativa coherente

“Felipe González había cobrado ya muchísima fuerza, tenía un liderazgo que no había existido hasta ese momento y el PSOE entonces ofrecía una alternativa coherente, unida, homologada en Europa y una confianza que arrastró muchísimos votos”, apunta a RTVE.es la directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Paloma Román Marugán.

Felipe González celebra la victoria del PSOE en las elecciones de 1982

Consolidación democrática, modernización de España y la UE

Para el politólogo Pablo Simón, “lo fundamental” de la victoria de González en el 82 es que “se puede considerar el broche de la transición a la democracia”. “Esto es muy importante porque hasta entonces no se había producido una alternancia en el poder. Cuando se produce el primer traspaso de poderes con éxito, la Transición ha terminado”. Cree además que con González se inició la dinámica bipartidista que se instauró décadas en la democracia española.

Fueron gobiernos enormemente reformistas ya que en los 80 estaba todo por hacer

González gobernó con mayoría absoluta durante prácticamente tres legislaturas (la tercera porque los diputados de HB no ocuparon sus escaños al negarse a jurar la Constitución) y la cuarta se apoyó en los partidos nacionalistas catalanes y vascos hasta que finalmente perdió las elecciones en 1996 ante José María Aznar (PP). En esos años, fueron muchos los logros de sus gobiernos, que fueron “enormemente reformistas, porque en los 80 estaba todo por hacer”, prosigue Simón, que apunta que eran tres los principales retos de González: “Convertirnos en una democracia homologable al resto de Europa, desarrollar un proceso de modernización económica y del estado del bienestar que nos hiciera parejos a otros países de nuestro entorno, y la entrada en la Unión Europea”.

El propio exministro Carlos Solchaga, que gobernó con González, recuerda en RNE que el país venía marcado por circunstancias “muy especiales” con una peseta devaluada, una subida de los precios del petróleo muy significativa, una industria eléctrica quebrada y con unas instituciones democráticas “todavía poco sólidas”: “El Gobierno se sentía más impulsado que nunca a hacer una serie de reformas y a modificar las instituciones porque las circunstancias así lo exigían”, ha señalado.

En este contexto, González trabajó por consolidar un sistema tributario que sostuviera un estado del bienestar que universalizó la educación y la sanidad: facilitó el acceso a la universidad y a la enseñanza superior y extendió las garantías del sistema sanitario a toda la sociedad gracias a la ley impulsada por el ministro Ernest Lluch (asesinado por ETA en el año 2000), además de conquistar otros derechos como el aborto. Simón destaca también que el Gobierno trabajó por “expandir la alfabetización” en un país en el que, a principios de los años 80, “el 20% de españoles” no sabía leer ni escribir.

Mientras tanto, de manos de ministros como Miguel Boyer o Solchaga, el Ejecutivo socialista emprendió una política de reconversión industrial de algunos sectores básicos, como el de la construcción naval o la siderurgia, que transformó el país pero generó un importante malestar en la población. Hubo cierre de empresas públicas y política de compensaciones a los sectores damnificados a modo de prejubilaciones y transferencias directas. Y González dio también los primeros pasos para privatizar una parte del sector público empresarial. “Es la izquierda de la ‘tercera vía’, la de Gerard Shröeder, Toni Blair o Bill Clinton y cuyo principio es el de ‘primero mercado, y si es necesario, Estado’”, apunta Simón.

Muchas eran políticas que en parte se distanciaban de los criterios clásicos de la socialdemocracia y cuya impopularidad acabó generando una importante factura al presidente del Gobierno, que afrontó tres huelgas generales. A esto se suma, apunta Paloma Román, el “rodillo socialista”, el hecho de que el Ejecutivo de González pudiera aplicar cualquier medida con cierta “prepotencia” gracias a sus mayorías absolutas y que también generó malestar entre la población.

González fue investido con 207 votos, una mayoría que pasó a llamarse el

González fue investido con 207 votos, una mayoría que pasó a llamarse el "rodillo" socialista EFE/Barriopedro

La entrada en la UE fue un hito para este país, costó mucho

Con todo, González logró la apertura definitiva a Europa con la entrada en la Comunidad Económica Europea en 1986, uno de sus grandes legados si no el principal. “Fue algo muy difícil, un hito para este país aunque ahora parece que llevamos muchísimo tiempo. Y es verdad, pero costó muchísimo entrar, hubo muchas reticencias y fue definitivamente un logro de González y de todo su gobierno”, añade la politóloga.

El referéndum de la OTAN y el divorcio con UGT

La convergencia con Europa no fue lo único que el PSOE de González consolidó en sus años de gobierno. Ese mismo año, 12 de marzo de 1986 España votó ‘sí’ en un inédito referéndum sobre su permanencia o no en la OTAN, una consulta que el Partido Socialista había llevado en su programa electoral aunque con un objetivo inicial muy distinto al obtenido: el PSOE era contrario a la Alianza Atlántica. “Los asesores le habían dicho que no convocara el referéndum, que las promesas electorales se las lleva el viento y a veces no se pueden cumplir”, apunta Román.

Los asesores le habían dicho que no convocara el referéndum, que hay promesas que no se pueden cumplir

Sin embargo, González lo tomó como una apuesta personal y pasó a cambiar su postura para pedir finalmente el voto a favor de la permanencia en la OTAN. Entre sus argumentos, vinculó esta cuestión al ingreso de España en la Comunidad Económica Europea y pasó a defenderlo férreamente: "En la Alianza están los países que tienen mayor ejercicio de la soberanía popular del mundo, mayor nivel de desarrollo económico, de democracia, de libertades y de respeto a los derechos humanos y mayor nivel de paz".

Guerra pide el voto a favor de la permanencia de España en la OTAN

Guerra pide el voto a favor de la permanencia de España en la OTAN EFE/J.L.Cereijido

Ruptura del PSOE con UGT: "Había sido un sindicato hermano para el partido"

Ganó el sí por un margen estrechísimo. Fue un triunfo para España pero el PSOE casi llegó sin aliento a esto”, añade la politóloga. En el referéndum participó un 59,4% de la población, de los que votó ‘sí’ un 52,5%.

La directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid apunta que, si bien la corrupción y los GAL son las grandes “sombras” en el PSOE, el ingreso en la OTAN y la huelga general que vivió González en 1988 fueron dos puntos que le pasaron una gran factura a su gobierno. Respecto a esto último, “los sindicatos le cerraron el país, fue una suerte de fuego amigo, sobre todo por parte de UGT, que había sido el sindicato hermano del PSOE”, añade.

Cabecera de la manifestación sindical en Sevilla con motivo de la huelga general de 1988

Cabecera de la manifestación sindical en Sevilla con motivo de la huelga general de 1988 EFE

El 14 de diciembre de ese año, España entera se paró contra la política laboral del Gobierno por el abaratamiento del despido y la introducción de los contratos temporales para los jóvenes. Fue un seguimiento masivo de la huelga durante 24 horas que implicó incluso el corte de las señales de RTVE y que obligó al PSOE a retirar su reforma laboral y a perder la mayoría absoluta en las elecciones del año siguiente.

Escándalos de corrupción y terrorismo de Estado con los GAL

En cuanto a la corrupción, los escándalos que salpicaron al Gobierno y el PSOE empezaron con el ‘caso Guerra’, en el que estaba envuelto un hermano del vicepresidente del Gobierno. Aquello desgastó enormemente al Gobierno en 1990 y, si bien González defendió férreamente a su compañero de filas y amigo personal (hasta el punto de asegurar: “Si él dimite, yo también dimitiré”), Guerra acabó abandonando el cargo en 1991.

Alfonso Guerra anuncia su dimisión el 12 de enero de 1991 en la clausura del Congreso Regional del PSOE extremeño

Alfonso Guerra anuncia su dimisión el 12 de enero de 1991 en la clausura del Congreso Regional del PSOE extremeño EFE/Raúl Pastor

A este, siguieron otros escándalos como el de Luis Roldán, el exdirector de la Guardia Civil que fue cesado en 1993 tras las informaciones sobre un incremento desorbitado de su patrimonio y el cobro de supuestas comisiones ilegales. Poco después de abandonar el gobierno protagonizó una sonada fuga, aunque fue condenado y cumplió condena en prisión. Roldán falleció en marzo de este año. Estos escándalos se sumaron al ‘caso Filesa’ por la creación de una trama empresarial para financiar de forma ilegal al PSOE para hacer frente a las campañas electorales de 1989.

Todos estos casos de corrupción pasaron una gran factura al Gobierno de González, aunque para Simón “la gran sombra” en su legado fue el caso de los GAL, los grupos parapoliciales que practicaron terrorismo de Estado contra ETA entre 1983 y 1987 y por el que fueron condenados en 1998 (y posteriormente indultados) José Barrionuevo y Fernando Vera, quienes habían sido ministro del Interior y secretario de Estado de Seguridad en el gobierno socialista, respectivamente.

25 años de Radio 5 - El caso GAL - Escuchar ahora

Los Gal son una bofetada muy grande al crédito democrático del país y un lastre que el PSOE arrastrará siempre

“Los GAL son realmente una bofetada muy grande al crédito democrático del país. Ocurre en su época y es un lastre que el PSOE arrastrará siempre, porque aunque es verdad que había una lucha muy encarnizada con ETA, eso era intolerable”, apunta Román.

La figura de Felipe González en la actualidad

En las elecciones de marzo de 1996, el PSOE se hundió hasta los 141 escaños frente a un PP victorioso que acababa de nacer tras la refundación de Alianza Popular.

Y ahora, 27 años después, Felipe González es reivindicado por la derecha española como un hombre de Estado y referente de un socialismo del pasado que el Partido Popular se encarga vehementemente de enfrentar con el “sanchismo” actual. Mientras, algunas declaraciones públicas del expresidente del Gobierno han sido muy críticas con el Ejecutivo actual de Pedro Sánchez. “Es algo que ocurre habitualmente cuando un presidente ya no está en el poder, se dulcifica por parte de quienes lo criticaban con dureza”, apuntan los expertos consultados por RTVE.es. “Lo que busca la derecha es generar esa imagen de que había un socialismo serio que ya no existe y el actual es poco fiable”, apunta Simón.

González siempre tendrá un innegable marco de relevancia en la historia del PSOE

“La figura de González siempre tendrá un marco de relevancia en la historia del PSOE, eso es innegable”, cree Román. Pero recuerda que el propio González, en 2019, dijo que los expresidentes del Gobierno son como “jarrones chinos”: “Se supone que tenemos valor, pero donde nos ponen estorbamos”. En este sentido, cree que su figura es “más referente y objeto de culto entre los socialistas más veteranos y no tanto entre los jóvenes”.

Sánchez, González y Zapatero inauguran una exposición sobre los 40 años de democracia y a una proyección en homenaje por la primera victoria de González

Sánchez, González y Zapatero inauguran una exposición sobre los 40 años de democracia y a una proyección en homenaje por la primera victoria de González. EVA ERCOLANESE / PSOE

Con todo, los expertos recalcan que González y Sánchez han gobernado tiempos y contextos “muy distintos” y para nada comparables: “Mientras que uno tuvo que consolidar la democracia, el otro ha tenido que hacer frente a una pandemia y a una guerra con sus correspondientes crisis económicas”. Y González lo hizo, además, con unas mayorías absolutas que a día de hoy no parecen posibles.

Este sábado, el PSOE hará un acto conmemorativo en Sevilla de la primera victoria de González que reunirá de nuevo a González y Sánchez y en el que Guerra estará en primera fila. En una entrevista con Efe con motivo de la efeméride, Guerra señala que el PSOE actual es "otro partido" y confiesa que echa de menos el de González, con quien formó un tándem que "funcionó muy bien", si bien "dejó de funcionar". Guerra se sentará también junto con los cabezas de lista de las elecciones de 1982, como Manuel Chaves (condenado por los ERE). No estará, en cambio, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que estará de viaje en Brasil para presenciar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se lleva a cabo este domingo.