Atendidos 18 menores en Sevilla en una fiesta de Halloween desalojada por seguridad
- La Policía Local ha abierto diligencias contra un hombre de 42 años como responsable de la organización
- Los agentes comprobaron que las salidas de emergencia estaban bloqueadas y no había aire acondicionado
Al menos 18 menores requirieron asistencia sanitaria durante el transcurso de una fiesta de Halloween 'light' que se celebró el sábado en Sevilla y que tuvo que desalojada por motivos de seguridad por la Policía Local. Los menores fueron atendidos por deshidratación, desvanecimientos y crisis de ansiedad y dos de ellos requirieron traslados hospitalarios.
Los agentes también instruyeron diligencias contra un hombre de 42 años, en calidad de imputado no detenido, como responsable de la fiesta, según ha informado el Ayuntamiento de Sevilla en un comunicado, en el que detalla que, desde hace varias semanas, la Policía Local viene rastreando las redes sociales para localizar convocatorias de fiestas de Halloween a celebrar durante este fin de semana.
Una de las numerosas convocatorias detectadas en redes sociales anunciaba un concierto en una fiesta, dirigida a menores de 14 a 17 años de edad, en una sala del Polígono Industrial Carretera Amarilla. Sobre las 20,30 horas de este sábado se recibieron llamadas al 092 denunciando la saturación de personas en el interior de este local, de ahí que se destacaron al lugar más efectivos, según relata el comunicado del Ayuntamiento.
A su llegada los agentes comprobaron cómo una chica de 14 años estaba siendo atendida por una ambulancia, siendo trasladada posteriormente a un hospital, por una crisis de ansiedad, mareos, pérdida de verticalidad y extremidades adormecidas.
Condiciones "infrahumanas"
A la vista de la situación y la existencia de más casos, solicitaron más ambulancias en el lugar. Mientras algunos de los agentes policiales atendían a los menores que requerían asistencia, otros se dirigieron al establecimiento y comprobaron cómo las salidas de emergencias estaban bloqueadas. Algunas puertas estaban cerradas y existían vallas metálicas que impedían la salida de las personas, según ha detallado el Ayuntamiento.
Al tiempo, una de las personas del dispositivo de seguridad privada denunció a los agentes las condiciones "infrahumanas" para los asistentes que los responsables de la fiesta habían provocado al haberse agotado las botellas de agua, no disponiendo de sistema de aire acondicionado y cortando el agua de los aseos.
Ante esta situación, los agentes retiraron las vallas y liberaron las salidas de emergencias, permitiendo la salida de los asistentes al exterior; tras esto, accedieron al interior y encontraron "completamente saturadas" las diferentes estancias.
Encontraron a jóvenes caídos en el suelo que estaban siendo atendidos por otros menores; todos presentaban la piel enrojecida, fatigados, con exceso de sudoración y mareos, y se quejaban a los agentes de la falta de agua para su hidratación. "Como en el interior de una sauna", reconocieron los agentes, que pudieron verificar cómo en los aseos no había agua en los grifos.
Necesidad de hacer negocio
Un total de 18 menores de edad, de entre 14 y 17 años, fueron asistidos en la misma sala por deshidratación, crisis de ansiedad y desvanecimiento, y dos de los atendidos requirieron traslado hospitalario.
En el interior del establecimiento los agentes contactaron con el denunciado, responsable de la organización de la fiesta, para que justificase las condiciones del interior del local, sin que tuviera respuestas para lo que allí estaba sucediendo y apelando a la necesidad de hacer negocio: “De alguna forma tengo que ganar dinero”, le dijo a los agentes.
"Es una situación creada ex profeso para poder hacer que los clientes, en este caso los menores de edad, tengan sensación de sed, mucho calor y tengan que refrescarse", ha señalado en declaraciones a TVE Mario Domínguez, portavoz de la Policía Local. "Si no hay agua en los lavabos, compran agua, que es lo que él vendía. Pero hubo tal demanda que se quedó incluso sin agua", ha añadido.
Los agentes procedieron al total desalojo del establecimiento y su precinto cautelar, al tiempo que informaron al denunciado de la instrucción de diligencias judiciales por los hechos observados.
Respecto a los menores afectados, los agentes contactaron con sus padres o tutores legales para informarles de los derechos que les asisten como personas perjudicadas víctimas de delito. No se descarta la existencia de más afectados que fuesen trasladados por sus propios medios a centros médicos, mientras que la investigación "continúa abierta para esclarecer los extremos de interés para las diligencias en curso".