Cinco cuentos terroríficos de Stephen King para descubrir o releer en Halloween
- Entre las propuestas recuperamos Los chicos del maíz o El superviviente
- King acaba de cumplir 75 años con la presentación de Cuento de hadas
El nombre de Stephen King figuró- y en una posición destacada- en el listado de favoritos en las quinielas de las casas de apuestas para el último Nobel de literatura que se falló el pasado octubre. Finalmente lo ganó la autora francesa Annie Ernaux, pero más allá de la anécdota incluir a King en la terna da la medida de lo literariamente vivo y presente que se halla el autor de Maine.
Su nivel de producción casi a destajo es ya leyenda, acaba de cumplir 75 años con una nueva novela en las librerías Cuento de hadas (Plaza & Janés) donde baraja una de las obsesiones recurrentes en su literatura: la pugna entre el bien y el mal aunque en el caso del autor estadounidense la esperanza y cierta luz siempre prevalecen.
La corona como rey del terror luce como nunca aupada por la escritura a cuatro manos con su hijo Joe Hill, en una virtud que pocos creadores atesoran: ha logrado el enganche a sus títulos de varias generaciones que se aterrorizaron con El resplandor, Cementerio de animales, Misery o It, apuntaladas por sus versiones cinematográficas homónimas.
El mérito añadido es que Stephen King se mantiene, encuentra gusto en lo que hace-asegura- y sin visos de retirarse. Continúa adicionando fanáticos y cifras apabullantes (350.000 millones de ejemplares en todo el mundo), su huella es clara, por ejemplo, en series de moda como Stranger things. Todo empezó con la terrorífica Carrie que escribió con 26 años. Un golpe de suerte que es puro King en el juego de las casualidades en su carrera.
“Comenzó a escribirla, pero no le gustó y la tiró a la basura. Tabitha, su mujer, la recuperó y le aseguró que tenía potencial. El siguiente telegrama que recibió King de su mujer cambió su vida por completo. Una vida humilde, ya que vivían en una caravana y las facturas se acumulaban”, destacaba Marcos García Santonja en un reportaje para La hora azul de Radio Clásica. El adelanto de 2.500 dólares le permitió salir de la pobreza y dinamitó las costuras del suspense.
Desde sus obras cima, su exploración ha fluctuado desde el gore atravesando la ciencia ficción o el terror psicológico, pero quizás los elementos de miedo más puro los hallamos en sus antologías de relatos cortos. Es en sus cuentos donde consigue remover demonios internos y destapa su portentosa imaginación. A continuación, rescatamos relatos breves de Stephen King para descubrir o releer en esta noche de Halloween.
El superviviente
Señalado por el escritor como uno de sus textos favoritos. Un cuento macabro publicado por primera vez en 1985 en la antología Historias fantásticas (Skeleton Crew, 1982). Describe la historia de un médico que se queda atrapado en una pequeña isla donde traficaba con heroína. Completamente solo y a punto de morir de inanición, el naúfrago se plantea alimentarse de sí mismo.
Emerge dos inquietantes cuestiones sobre el instinto de supervivencia: ¿Hasta qué punto puede un paciente soportar un shock traumático? o ¿Hasta qué punto el paciente quiere sobrevivir? Simplemente angustioso.
El mono
Un cuento inmerso en la más pura tradición del terror norteamericano, que recurre a los artilugios mecánicos como payasos para cimentar una atmósfera de pesadilla absoluta.
Esta vez el objeto maléfico será un juguete, en concreto, un mono de los que tocan los platillos, y cada vez que lo hace, anuncia una muerte bajo una sonrisa perversa.
El mono conecta con los miedos atávicos de su protagonista Hal-y de muchos de nosotros-ya que perseguía con su siniestro sonido a este padre de familia desde la infancia. Forma parte del libro La niebla publicado en 1985 y recibió el galardón de mejor cuento de fantasía del año.
Los chicos del maíz
De nuevo el escritor consigue agitar con maestría los demonios internos con un homenaje a H. P. Lovecraft y sus mundos oníricos. Una pareja en crisis acaba en un pueblo abandonado y rodeado de maizales. La realidad destapará un panorama inquietante: la ciudad fantasma está habitada por un grupo de niños que rinden un sangriento culto a “El que camina detrás de las filas”, una deidad iracunda que se guarece en los campos de maíz.
Ha sido llevado a la pantalla en varias ocasiones e inauguró una franquicia de terror protagonizada por Linda Hamilton. Es uno de los cuentos más espeluznantes del autor de Maine y emerge la pregunta que recogería Chicho Ibáñez Serrador en uno de los episodios más célebres de Historias para no dormir: ¿Quién puede matar a un niño?.
La balsa
Publicada inicialmente en la revista Gallery en 1982, mezcla equilibradamente terror y ciencia ficción con ecos novedosos de presencia extraterrestre.
Cuatro universitarios, de nuevo aparece la presencia iniciática de la pandilla, van a pasar un fin de semana de desparrame a un lago aislado entre montañas. Tras nadar hasta una balsa se aperciben de la presencia de una extraña mancha viscosa en el agua que les acosa y les engulle. Literalmente. La balsa se adaptó a la pantalla grande como episodio de la película Creepshow 2 (1987), dirigida por Michael Gornick y con guion a cargo de George Romero.
El cuerpo
Incluido en el compendio Las cuatro estaciones (1986) donde representa al otoño es otra de las creaciones predilectas de Stephen King. Más que un relato es una novela corta: un episodio conmovedor pero también siniestro sobre la amistad, sus evoluciones, la lealtad y los ritos de paso a la adolescencia.
La violencia permanecerá de fondo y el tono truculento lo aporta la búsqueda de un cadáver en la aventura de cuatro chavales. El escritor recurre a la primera persona en el protagonista Gordie, algo poco habitual, ya que abandona el narrador omnisciente en este relato que Rob Reiner trasladó al cine bajo el título de Cuenta conmigo. Gordie intercala sus pensamientos y sus ideas sobre ser escritor en un trasunto de King, que salta entre pasado y presente.