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Elecciones en Brasil

Lula celebra su victoria con una promesa de unidad y pide "bajar las armas": "Intentaron enterrarme vivo y aquí estoy"

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Lula promete unidad: "No existen dos Brasiles. Es hora de bajar las armas"

El presidente electo de Brasil y líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Ináico Lula da Silva, ha prometido este domingo unidad en un país dividido, después de ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales por un estrecho margen con un 50,9% de los votos, frente al 49,1% obtenido por el ultraderechista Jair Bolsonaro.

"No existen dos Brasiles. Somos un único país, un único pueblo, una gran nación", ha afirmado en su primer discurso después de ganar los comicios. "Es hora de bajar las armas que nunca tendrían que haber sido empuñadas", ha recalcado desde un hotel en Sao Paulo.

Tan solo unos minutos antes de que su victoria se hiciera oficial, Lula da Silva ha publicado una foto a través de su cuenta en la red social Twitter en la que ha añadido una palabra: "Democracia".

El pueblo brasileño, "el único y gran vencedor"

Lula da Silva ha comenzado su discurso "agradeciéndole a Dios porque toda la vida he creído que Dios siempre ha sido muy generoso conmigo" y ha admitido que se considera "un ciudadano que ha tenido un proceso de resurrección en la política brasileña". "Han intentado enterrarme vivo y estoy aquí", ha asegurado el líder izquierdista, quien recuperó sus derechos políticos en 2021 después de pasar 580 días en prisión por procesos de corrupción que fueron anulados.

El expresidente brasileño se ha comprometido a "restablecer la paz" en un Brasil dividido. Los dos candidatos de las elecciones brasileñas han dividido a los votantes brasileños como no se había visto en la historia reciente del país.

"Estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil, pero tengo fe en Dios y con la ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida para que este país vuelva a vivir de forma democrática, armónica, y podamos incluso restablecer la paz entre familias para que podamos construir un mundo que necesitamos", ha subrayado.

El líder izquierdista ha afirmado que estos comicios han sido los "más importantes" y que han puesto "frente a frente dos proyectos de país diferentes" y que tienen "un único y gran vencedor: el pueblo brasileño". "Esta no es mi victoria, ni del Partido del Trabajador, ni de los partidos que me han apoyado, sino de un inmenso movimiento democrático que se ha formado por encima de los partidos políticos, intereses personales, ideologías... para que la democracia ganase", ha añadido.

Asimismo, Lula da Silva ha afirmado que a partir del 1 de enero, cuando asuma el poder, gobernará para 215 millones de brasileños y no únicamente para aquellos que le han votado. "A nadie le interesa vivir en una familia donde haya discordia. Hay que reunir a las familias, establecer lazos rotos. A nadie le interesa vivir en un país dividido y en constante estado de guerra", ha recalcado.

Acabar con el hambre, su prioridad

En sus primeras palabras tras conocer los resultados de la segunda vuelta de las elecciones, Lula da Silva ha subrayado que su principal objetivo es erradicar el hambre en Brasil "una vez más".

"No podemos aceptar como algo normal que millones de personas no tengan qué comer o que consuman menos calorías y proteínas de las necesarias", ha afirmado el dirigente progresista, quien durante toda su campaña ha recordado que Brasil fue excluido del mapa del hombre de Naciones Unidas durante su primer Gobierno, pero que actualmente hay 33 millones de ciudadanos pasando hambre en el país.

Lula da Silva también ha prometido combatir contra la pobreza y las desigualdades en Brasil. "No podemos aceptar que familias enteras vivan en la calle, expuestas al frío, la lluvia y la violencia", ha indicado, después de anunciar que reciclará algunos de los programas de su gobierno.

"El pueblo brasileño desea participar en la toma de decisiones. Desea más que protestar porque está con hambre, porque no tiene empleo, porque no tiene acceso a salud y educación. Quiere comer bien, vivir bien, empleo bien remunerado, políticas públicas de calidad, libertad religiosa y libros en lugar de armas", ha manifestado.

"Brasil ha vuelto"

El presidente electo de Brasil ha señalado además que luchará por un comercio internacional "más justo" y ha asegurado que su país es "demasiado grande para ser relegado al triste papel de paria en el mundo". "Brasil ha vuelto", ha recalcado.

"Vamos a reconquistar la credibilidad y estabilidad del país para que los inversores vuelvan a tener confianza en Brasil, para que dejen de ver nuestro país como fuente de beneficio inmediato y pasen a ser nuestros socios", ha indicado Lula, quien ha añadido que quiere "retomar nuestras alianzas con Estados Unidos y la Unión Europea con nuevas bases". "No nos interesan los acuerdos comerciales que condenen a nuestro país al eterno papel de exportador de materias primas", ha aseverado.

También ha señalado que "luchará por una nueva gobernanza global con la inclusión de más países en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y con el fin del derecho de veto, que perjudica el equilibrio entre los países".

En cuanto a la lucha contra la crisis climática, Lula ha subrayado que Brasil "está preparado para retomar su protagonismo" y ha afirmado que su Gobierno luchará para reducir a cero la deforestación en la Amazonia.

"Brasil y el planeta necesitan una Amazonia viva. Un árbol en pie vale más que una tonelada de madera talada ilegalmente", ha señalado Lula da Silva, quien ha prometido "luchar con toda actividad ilegal". "Es posible generar riqueza sin destruir el medio ambiente", ha añadido.