La ministra de Interior británica, bajo presión por pedir detener la "invasión" de migrantes y filtrar documentos
- Suella Braverman afirma que envió seis veces documentos oficiales a su dirección de correo personal
- La ministra también se enfrenta a críticas por el empeoramiento de las condiciones de migrantes
La presión contra la ministra de Interior de Reino Unido, Suella Braverman, crece por un nuevo escándalo de filtración de documentos oficiales y por pedir detener la "invasión" de migrantes que cruzan el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones.
Braverman fue reelegida ministra de Interior por el primer ministro británico, Rishi Sunak, seis días después de que dejara su puesto en el Gobierno de Liz Truss por enviar un documento del Gobierno desde su correo electrónico personal en violación de las normas.
La elección de Braverman como titular del Ministerio de Interior por parte de Sunak ha sido criticada y el Partido Laborista ha cuestionado la preocupación por la "seguridad nacional". Por su parte, el Partido Liberal Demócrata exigió una investigación por el nombramiento. El primer ministro defendió la elección de Braverman al asegurar que "hizo lo correcto".
Crece la presión por el trato a inmigrantes
Políticos británicos han exigido este lunes al Gobierno que mejore las condiciones en un abarrotado centro para inmigrantes en Manston, un antiguo aeródromo en el sureste de Inglaterra. Cientos de personas que cruzan el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones han sido trasladadas hasta ahí después de que otro centro fuera atacado este domingo con bombas incendiarias por un hombre que acto seguido se quitó la vida. En el recito ya había 4.000 personas, pese a estar diseñado para acoger a 1.600 personas.
El centro en Manston debía ser un centro temporal en el que los inmigrantes que llegaran pasaran 24 horas antes de ser trasladados a un lugar de largo plazo, pero grupos de apoyo a refugiados han señalado que algunas personas llevan semanas allí.
Los legisladores británicos han reclamado a la ministra que compareciera este lunes ante el Parlamento, donde ha asegurado que "en todo momento" ha trabajado "para encontrar un lugar para aliviar la presión en Manston".
Asimismo, Braverman ha afirmado que busca vías para "detener la invasión" de inmigrantes que cruzan el canal de la Mancha. "Vamos a dejar de fingir que todos ellos son refugiados en apuros", ha señalado en su comparecencia en la Cámara de los Comunes.
"Las personas que llegan aquí ilegalmente desde países seguros no son bienvenidos y no deberían aspirar a quedarse", ha asegurado la ministra, quien ha tachado de "inaceptable" el coste económico de alojar en hoteles a miles de inmigrantes mientras se tramitan sus casos.
La titular de Interior también ha dicho que "el sistema está roto" y que la "inmigración ilegal está fuera de control". "Los británicos merecen saber quién se toma en serio la tarea de frenar la invasión de nuestras costas y quién no", ha añadido.
El Ejecutivo británico tenía planeado comenzar este año a deportar a Ruanda a los solicitantes de asilo que llegan a su territorio para que sea el país africano el que procese sus peticiones y les ofrezca refugio si lo consideran adecuado.
Envió documentos confidenciales hasta seis veces a su correo personal
En una carta remitida este lunes al Comité de Asuntos Internos del Parlamento, Braverman ha informado de que una revisión realizada por su departamento ha identificado seis incidentes entre el 6 de septiembre y el 19 de octubre en los que ella misma envió documentos del Gobierno a su correo electrónico personal.
La ministra ha asegurado que se envió los documentos para poder leerlos mientras tenía reuniones y entrevistas a través de su teléfono de trabajo. Sin embargo, Braverman ha sostenido que ninguno de los documentos se refería a la seguridad nacional, la agencia de inteligencia o asuntos de seguridad cibernética y ha subrayado que no representaba ningún riesgo para la seguridad nacional.
"He sido clara. Cometí un error, pedí perdón, asumí la responsabilidad y presenté mi dimisión", ha reiterado este lunes Braverman en el Parlamento británico.
La filtración también genera dudas sobre sus declaraciones un día después de presentar su dimisión, cuando afirmó que había informado personalmente al jefe de la administración pública sobre el envío de un documento confidencial desde su teléfono personal. En ese momento, la ministra dijo que tan pronto como se dio cuenta de su error, advirtió "rápidamente" a los "canales oficiales".
Sin embargo, esa afirmación parece ser diferente a la cronología de eventos que establece en la carta, ya que admite que le llevó varias horas informal formalmente sobre su error.