Las claves para las elecciones más disputadas y complejas en años en Dinamarca
- Un total de 14 partidos participan y una docena tiene opciones para entrar en el Parlamento
- La votación está marcada por la incertidumbre económica y el aumento de la inseguridad por la guerra en Ucrania
Dinamarca celebra este martes unas elecciones legislativas, que han sido adelantadas varios meses por un escándalo político vinculado a la gestión de la pandemia de coronavirus. Los comicios vienen marcados por la igualdad entre los bloques y un panorama político fragmentado.
Aunque las elecciones legislativas se celebran oficialmente el día 1 de noviembre, en una parte del territorio del Reino de Dinamarca, las Islas Feroe la votación ha tenido lugar el día de antes. La coincidencia de la fecha con el día en que se recuerda de forma oficial a los muertos en el mar en las Islas Feroe, cuya principal industria es la pesca, motivó una petición de las autoridades autonómicas que Copenhague ha admitido.
Más inestabilidad e incertidumbre
Tras décadas de vivir en una cómoda burbuja de bienestar y encabezar el índice de felicidad del mundo, la sensación de seguridad de los daneses se ha visto afectada incertidumbre económica y las luchas geopolíticas, un tema que influirá en el voto de los daneses. Según una encuesta realizada por TrygFonden, hay más daneses preocupados por los gastos del hogar que durante los peores años de la crisis financiera de 2008.
La perspectiva de la escasez de energía, la inflación y la guerra en Ucrania, que se acercó con el sabotaje del gas de Rusia a Alemania a través de aguas danesas, ha alimentado una sensación de inseguridad sin precedentes entre los daneses.
Este desequilibrio ha provocado en Bornholm, una isla cercana a la fuga de gas, un aumento del número de voluntarios a la Guardia Nacional local, una rama voluntaria del ejército danés.
La primera ministra Mette Frederiksen, del Partido Socialdemócrata, busca formar una amplia coalición que supere la tradicional división izquierda-derecha, argumentando que la unidad política es necesaria en un momento de incertidumbre internacional.
La guerra en Ucrania ha incrementado la preocupación
La invasión rusa en Ucrania en febrero casi llegó a duplicar el número de daneses preocupados, según la encuesta de TrygFonden. Los datos también muestran que ahora los ciudadanos dan más importancia a la seguridad y la defensa que en las últimas tres décadas.
No obstante, la ocupación mejoró contundentemente la opinión de los daneses sobre la alianza de la OTAN, y estimuló el apoyo a las sanciones contra Rusia y a la ayuda militar a Ucrania. Además, la población votó a favor de unirse a la política de defensa de la UE en un referéndum celebrado en julio.
El 'minkgate' o el caso de los visones
Dinamarca ha sido uno de los países europeos que mejores números presenta en su gestión de la Covid-19 y que menos restricciones impuso. No obstante, el sacrificio a finales de 2020 de millones de visones debido a una alerta sanitaria por una mutación que podría comprometer las futuras vacunas, tuvo mucha controversia.
Con esta medida, el Gobierno socialdemócrata de la primera ministra, Mette Frederiksen, puso el cierre temporal de una industria millonaria, sin tener cobertura para hacerlo, lo que provocó una modificación legal sobre la marcha entre críticas de la oposición y de los criadores.
Una comisión parlamentaria concluyó en junio que la actuación del Gobierno fue "muy criticable" y vio fundamento para abrir casos disciplinarios contra varios altos funcionarios. En cuanto a las declaraciones de la primera ministra, la comisión consideró que fueron "gravemente engañosas", pero admitió que no se podía saber si estaba al corriente de la falta de cobertura legal.
Frederiksen se llevó una amonestación oficial del Parlamento, pero evitó males mayores gracias al apoyo de sus aliados, aunque la presión de uno de esos partidos la obligó a adelantar los comicios.
En la campaña electoral, el "caso de los visones" tuvo cierta relevancia al inicio, pero ha acabado marginado por otras cuestiones como la sanidad y las medidas contra la crisis.
Nuevas fuerzas políticas
Hasta 14 partidos concurren a las elecciones y una docena tiene opciones reales de entrar en el Parlamento. Dos de ellas pueden ser decisivas para decantar el triunfo en un panorama complejo por la igualdad que indican los sondeos entre el bloque de centroizquierda de Frederiksen y la oposición de derecha.
Las dos nuevas fuerzas políticas tienen en común haber sido fundadas por sendas exfiguras de peso del Partido Liberal. Una de las formaciones es Demócratas de Dinamarca, liderado por la exministra de Integración Inger Støjberg, quien hace menos de un año fue condenada a prisión por ordenar la separación ilegal de parejas de refugiados en el primer juicio político en Dinamarca en tres décadas.
El otro nuevo partido es Los Moderados, del ex primer ministro Lars Løkke Rasmussen, que se presenta como una fuerza de centro sin posicionarse dentro de ninguno de los dos bloques y cuya imparable ascensión en los sondeos podría darle el papel de árbitro.
Tres o incluso cuatro candidatos a primer ministro
En Dinamarca es común que los partidos se agrupen en dos bloques, izquierda y derecha, y que cada uno presente un candidato a primer ministro, que corresponde al partido más fuerte.
Esa costumbre se ha roto este año, ya que el conservador Søren Pape Poulsen se postuló en agosto al puesto, cuando las encuestas lo colocaban por delante del liberal Jakob Ellemann-Jensen, aunque la situación se ha revertido en las últimas semanas.
El ex primer ministro Lars Løkke Rasmussen ha negado aspirar a encabezar un gobierno, pero se ha ido dejando querer en la medida en que su partido iba subiendo en los sondeos y rivales y analistas políticos lo consideran ya como un cuarto candidato.
Los escaños de Groenlandia y las Islas Feroe pueden ser decisivos
El Parlamento danés se compone de 179 escaños, de los que cuatro corresponden a los territorios autónomos de Groenlandia y las Islas Feroe.
Los diputados de los territorios de ultramar ya fueron decisivos en anteriores comicios, como en los de 1998, cuando el socialdemócrata Poul Nyrup Rasmussen obtuvo una inesperada victoria gracias al apoyo a última hora de un parlamentario feroés.