Las nuevas tecnologías inmortalizan para el futuro el patrimonio cultural del pasado
- El acelerador de partículas se está utilizando para descifrar textos de papiros datados en el siglo II a.C.
- La realidad virtual permite adentrarse en una construcción del Neolítico igual que lo hizo el hombre prehistórico
- Este martes, 'Patrimonio para el futuro', a las 20:00 horas en RTVE Play y, a las 23:55 en La 2 de TVE
Las innovaciones tecnológicas se han convertido en una herramienta esencial para preservar el patrimonio de un país y protegerlo del paso del tiempo, de los desastres naturales y, especialmente, de la acción humana. Rayos superpotentes procedentes del sincrotrón, digitalización e impresión en 3D y la realidad virtual inmersiva son algunas de las técnicas más novedosas que los científicos están empleando y que podrían revolucionar la arqueología y las investigaciones.
Objetivo: salvar el patrimonio
El patrimonio de cada país es el reflejo de su historia y la valiosa herencia que transmitirá a generaciones futuras. Preservar los tesoros culturales del pasado, se ha convertido en más que un deber para cualquier estado.
“Me parece increíble que se pueda utilizar una técnica moderna para reproducir la poesía de un artista“
Las innovaciones tecnológicas actuales han llegado para inmortalizar las obras de arte y los vestigios de antiguas civilizaciones como nunca antes había sido posible. "Me parece increíble que se pueda utilizar una técnica moderna para reproducir la poesía de un artista", sostiene la restauradora Anne Silinger. Los científicos que las manejan, trabajan para que el patrimonio existente hoy día no se pierda nunca.
Descifrando los papiros carbonizados de Epicuro
Daniel Delattre, profesor del Centro Nacional de Investigación de la Historia de los Textos de Francia es todo un experto en papiros. De hecho, este papirólogo, durante 23 años, reconstruyó e interpretó un texto musical de Filodemo, el filósofo y poeta griego del siglo I a.C. Lo consiguió con una luz infrarroja que le permitió descifrar las letras griegas.
Pero, desde hace treinta años, su obsesión ha sido leer el contenido de los papiros encontrados en la biblioteca más antigua del mundo Levantada en la ciudad de Herculano, quedó petrificada al paso de la lava del Vesubio, en el año 79 a.C., y con ella todos los papiros que allí se guardaban. "Se arrugaron, se deformaron y se fundieron unos encima de otros", relata el profesor, insistiendo en que "hay textos de Epicuro que no conocíamos". Los infrarrojos que utilizó en anteriores ocasiones no eran suficientes para poder descifrar el contenido de estos papiros carbonizados.
“A pesar de que este papiro tiene 2.000 años de antigüedad es sorprendente que se pueda extraer información “
El papirólogo, junto al físico especializado en óptica, Vito Mocella y al matemático Emmanuel Brun, dieron con una posible solución. Pensaron en un tipo especial de rayos X, 1.000 veces más potentes que los de las resonancias magnéticas y escáneres actuales.
Y esa radiación, capaz de llegar al interior del papiro, se produce en el sincrotrón europeo, el enorme acelerador de partículas de 844 metros de circunferencia ubicado en la ciudad francesa de Grenoble. "A pesar de que este papiro tiene más de 2.000 años de antigüedad es sorprendente que se pueda extraer información de este trozo de carbón", afirma entusiasmado el matemático francés.
Con esta tecnología se puede recrear un papiro en 3D, entrar en su interior, dividirlo en secciones y, al final, aislar cada hoja individual para detectar restos de tinta y distinguir letras del alfabeto griego. Una hazaña inimaginable para los científicos hace escasos tres años.
Una máquina del tiempo llamada realidad virtual inmersiva
La innovación también ha llegado a la arqueología. Los yacimientos arqueológicos están recobrando una nueva vida gracias a una avanzada tecnología que permite reconstruir el monumento como si el tiempo no hubiera pasado. Se trata de la llamada realidad virtual inmersiva. "Es fantástico poder reproducir cosas a las que es difícil acceder porque pertenecen al pasado y no tenemos una máquina del tiempo", afirma el ingeniero informático Jean Baptiste Barreau.
Junto a Florian Cousseau, arqueólogo de la Universidad de Rennes-1, y a un grupo de científicos han conseguido reproducir a escala real, uno de los yacimientos en los que trabajan: un "cairn" o monumento funerario que es una de las estructuras arquitectónicas más antiguas de la humanidad. "Fueron construidos por las poblaciones neolíticas para enterrar a sus muertos", explica Cousseau.
“Es fantástico poder reproducir cosas a las que es difícil acceder porque pertenecen al pasado y no tenemos una máquina del tiempo“
Ataviado con sus gafas 3D, que incorporan cámaras de infrarrojos conectados a sensores en forma de antena para detectar los movimientos de usurario, Florian se adentra desde una sala de inmersión al interior del túmulo construido hace unos 4.000 años a.C. "Cada vez que entro me resulta muy emocionante", insiste Cousseau.
Es una herramienta excepcional para los arqueólogos porque les permite hacer descubrimientos asombrosos. Para los investigadores, la realidad virtual es un regalo del cielo.
Digitalizar para conservar eternamente
La digitalización se ha convertido también en otra solución esencial para inmortalizar y conservar las obras de arte.
Y si alguien sabe de ello, ese es el ingeniero Ben Kacyra. Conmocionado por la destrucción de los Budas de Bamiyán en 2001, a manos del régimen talibán en Afganistán, pensó que esta grave pérdida patrimonial no podía volver a repetirse. "Esta destrucción está ocurriendo a un ritmo cada vez mayor", manifiesta Kacyra.
“La tecnología digital y la impresión en 3D nos ofrecen la posibilidad de recuperar el aspecto original de las obras de arte“
Así que decidió digitalizar cientos de monumentos de todo el mundo para preservarlos de las amenazas naturales y de la acción humana. Y aún llega más lejos. Este ingeniero está convencido de que algún día se podrán imprimir monumentos en 3D a escala real utilizando datos digitalizados. "La tecnología digital y la impresión en 3D nos ofrecen la posibilidad de recuperar el aspecto original de las obras de arte", concluye el profesor de Materiales Artísticos, Jores Dik.
La pregunta es, si veremos algún día reproducciones en 3D en los museos.
Lo único cierto, hoy día, es que las nuevas tecnologías han llegado para salvar y preservar nuestra cultura.