Investigan a la policía y las autoridades de Seúl por la estampida de Halloween que dejó 153 muertos

• La investigación se ha abierto tras conocerse que hubo once llamadas de ciudadanos alertando antes de la avalancha
• El Gobierno y la policía han admitido la ausencia de protocolos para desplegar activos de seguridad en un evento a gran escala

Una policía comprueba los zapatos de las víctimas de la estampida que dejó 153 muertos en Seúl.

Un equipo especial de la policía nacional surcoreana ha llevado a cabo redadas en la sede de la policía metropolitana de Seúl, en la comisaria, en la estación de bomberos y el ayuntamiento del distrito de Yongsan, al que pertenece el barrio de Itaweon, donde se produjo la estampida durante la celebración de Halloween en la que murieron 153 personas, para tratar de esclarecer posibles fallos de seguridad, tras conocerse que hubo varias llamadas alertando del peligro.

El primer ministro de Corea del Sur, Han Duck-soo, ha dicho este miércoles que la policía debe explicar las deficiencias en la respuesta a las múltiples llamadas de emergencia recibidas, alertando de la situación de peligro para la multitud que se concentraba el pasado fin de semana en Seúl para celebrar Halloween.

"(Cuando un) ciudadano hace una llamada de emergencia, significa que (es) muy urgente y que necesita urgentemente ayuda o acción de la policía", ha dicho el primer ministro en una reunión de gobierno al advertir que el gobierno "responsabilizará severamente" a las personas que hayan provocado los fallos en la seguridad que desembocaron en la estampida, "una vez se complete la investigación".

Redadas en ocho puntos de Seúl

La división de Investigaciones Especiales de las fuerzas de seguridad nacionales han llevado a cabo batidas en la sede de la policía metropolitana de Seúl, en la comisaria, en la estación de bomberos y el ayuntamiento del distrito de Yongsan, tras conocerse que hubo varias llamadas a los servicios de emergencia alertando del peligro de aplastamientos en el callejón de Seúl, horas antes de la avalancha.

La investigación tratará de determinar la responsabilidad de la policía, los bomberos y la administración locales por la aparente inacción tras las citadas llamadas, en las que se alertaba de la situación caótica y peligrosa en la zona durante las celebraciones de Halloween.

Las redadas se han llevado a cabo en ocho lugares, entre ellos el ayuntamiento de Yongsan (al que pertenece el barrio de Itaweon donde tuvo lugar la avalancha), así como la comisaria y la estación de bomberos de este distrito, el centro de mando metropolitano de Seúl de bomberos y prevención de desastres, la central policial de la capital y otras comisarías y oficinas, según la Agencia Nacional de la Policía (NPA).

Se registraron once llamadas alertando del peligro

La Agencia Nacional de la Policía ha abierto esta investigación tras hacer públicas las once llamadas de ciudadanos a los servicios de emergencia alertando de la situación en las calles de Itaweon horas antes de que se produjera la avalancha mortal, lo que ha intensificado las críticas contra el papel de las autoridades para prevenir al accidente y responder una vez se produjo.

Tanto el Gobierno como la policía de Corea del Sur han admitido la ausencia de protocolos en el país para desplegar activos de seguridad en un evento a gran escala en el que no exista un organizador y por el momento se desconoce si las autoridades locales solicitaron más medios para una celebración que cada año iba aglutinando más gente en el barrio.

Unas 100.000 personas se concentraron en la noche del sábado al domingo en las calles de Itaweon, produciendo congestiones y taponamientos que provocaron en un estrecho callejón un apilamiento de personas que ha dejado por el momento 153 muertos, mientras que se teme por la vida de otros 29 heridos graves.

Homenaje frente al Ayuntamiento de Seúl a las víctimas de la estampida durante la celebración de Halloween. EFE/EPA/JEON HEON-KYUN