Los equipos de Lula y Bolsonaro inician la transición de Gobierno tras la victoria del líder progresista en Brasil
- "La transición ya ha empezado", ha comunicado el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin
- El líder del Partido de los Trabajadores se alzó con la victoria frente a Bolsonaro por un estrecho margen
Los equipos del todavía presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y del mandatario electo Luiz Inácio Lula da Silva han iniciado este jueves la transición de Gobierno tras la victoria en las urnas del líder progresista.
"La transición ya ha empezado", ha comunicado el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, encargado de coordinar el proceso de transición con el actual Gobierno.
Alckmin ha tenido la primera reunión en el Palacio presidencial de Planalto, en Brasilia, con el ministro de la Presidencia, Ciro Nogueira, el responsable en el Gobierno por el proceso de transición.
El vicepresidente electo se ha referido a esta primera toma de contacto como "bastante provechosa" y "muy objetiva" y ha aclarado que el trabajo de transición tomará cuerpo a partir del próximo lunes.
"La transición será instalada con los objetivos de transparencia, planificación y de continuidad a los servicios prestados a la población", ha asegurado.
Alckmin ha estado acompañado por la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, y por el coordinador del programa de Gobierno de Lula, el exministro Aloizio Mercadante, quien visitarán mañana la instalación designada como centro de operaciones en el proceso de traspaso de informaciones.
Bolsonaro ha autorizado la transición
La transición ha sido autorizada por el todavía presidente, Jair Bolsonaro, que tras casi dos días en silencio, no reconoció abiertamente la victoria de su rival en los comicios celebrados el pasado domingo, pero aseguró que respetaría la Constitución de su país.
El líder del Partido de los Trabajadores, Lula da Silva, se alzó con la victoria en la segunda vuelta de unos comicios muy polarizados, pero lo hizo con un estrecho margen, cosechando el 50,9% de los votos, frente al 49,1% de su rival.
La legislación otorga al presidente electo el derecho de formar un equipo de transición, con 50 cargos a disposición, para tener acceso a los datos de la administración pública y preparar las primeras medidas de Gobierno.
Las negociaciones para la transición llegan tras días de protestas de simpatizantes del líder ultraderechista, que reclaman un golpe por parte del Ejército para impedir el acceso de Lula al poder. Las protestas han incluido bloqueos de carreteras por parte de camioneros y manifestaciones multitudinarias a las puertas de los cuarteles.