Pablo, el niño de dos años operado contra reloj: "Ya no necesita la ECMO para continuar viviendo"
- El pequeño se recupera en el Hospital 12 de octubre de Madrid
- Los médicos se organizaron a través de un grupo de WhatsApp para poder prestar su ayuda
Hace una semana que Pablo, un niño de dos años, volvió a nacer. El pequeño sufre un problema respiratorio grave y necesitaba con urgencia ser trasladado a Madrid desde Burgos, donde permanecía ingresado. Para realizar este viaje requería un ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea), un soporte que hace de pulmón y corazón artificial. Rápidamente, un grupo de médicos se coordinó por WhatsApp y viajaron de Málaga a Madrid para ayudarle. Este viernes Pablo se recupera en el Hospital 12 de octubre.
"Pablo se encuentra muy bien entre comillas. Este viernes es un día muy importante, le han desconectado la máquina ECMO, ya no la necesita para continuar viviendo. Lo que sí necesita es la ayuda de un respirador, pero hoy es un gran día", explica Rubén García, padre del pequeño en 'La Hora de la 1'.
"Vinieron para salvar a nuestro pequeño"
Varios sanitarios, al enterarse del caso de Pablo, se pusieron en marcha. Un intensivista pediátrico, un cirujano cardiovascular, dos enfermeras y una enfermera perfusionista se organizaron a través de un grupo de WhatsApp para poder coordinar el traslado. Rubén García, explica, acompañado de la médico intensivista pediátrica, Sylvia Belda, cómo fue el primer contacto con el equipo sanitario: " La esperanza se había agotado y fue entonces cuando, hace 17 días, conocimos a Sylvia y a su equipo. Vinieron fuera del horario laboral para salvar a nuestro pequeño, en el último suspiro. Son nuestros salvadores, les agradecemos todo mucho".
El padre del pequeño recuerda cómo fue el traslado hasta Madrid de su hijo: "En un primer momento, se iba a hacer un traslado a Barcelona porque el equipo de Burgos no tenía más medios para hacer ese traslado. El cirujano cardiaco no podía acudir, y en Burgos nos dijeron que no había solución y que se cancelaba el traslado".
Pero en ese momento, cuando se creía todo perdido, sucedió el milagro: "Nos temíamos lo peor, Pablo tuvo una recaída, sobre media noche nos comunicaron el plan b. Silvia movió cielo y tierra, se pudo en contacto con los médicos de Málaga a través de un grupo de WhatsApp, cogieron un avión hasta Madrid y vinieron a salvar a Pablo a Burgos, cuando ya no tenía más tiempo".
Una oportunidad para salvar a Pablo
Cuando Rubén se enteró de que había una oportunidad para salvar a su hijo, no podía creerlo: "No puedo describirlo, perder un hijo es lo más duro del mundo, te cuesta respirar. Cuando llegó el pediatra esa noche, con los papeles del traslado de Pablo a Madrid, nos dio un subidón de adrenalina enorme. Nos estaban dando una esperanza", recuerda Rubén.
"Gracias a Dios y a este equipo, Pablo aguantó. Hicieron lo imposible por mantenerle, para que sus pulmones pudieran aguantar un poco más y fue ver una luz enorme, se nos solucionó todo".
La operación era compleja y en ella estuvieron involucrados los médicos que hicieron el traslado, pero también los compañeros que tuvieron que sustituirles: "El nivel de implicación para salvar a Pablo ha sido muy grande. Sabemos que esa noche hubo muchas personas que se tuvieron que levantar de la cama para salvarle. Lo que no puede ser es depender de un milagro para salvar la vida de nuestro hijo, hay que poner un apoyo a estas personas. La vida de nuestros hijos no puede depender de la suerte. A Sylvia la conozco de hace 17 días y ya es de la familia. Pablo lo está dando todo, es un luchador y de aquí saldremos más fuertes", concluye.