La COP27 arranca en Egipto con la promesa de lograr "una acción multilateral colectiva" pese a las tensiones
- Egipto acoge entre el 6 y el 18 de noviembre una Cumbre del Clima en la que se prevé la asistencia de más de 40.000 personas
- El evento está marcado por la polémica sobre los derechos humanos y los prisioneros políticos encarcelados en el país
La COP27 de Sharm el Sheij, Egipto, ha arrancado este domingo con la promesa de lograr "una acción multilateral colectiva" pese a las tensiones políticas y energéticas. Así lo ha expresado el presidente de esta Cumbre Climática, el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shoukri, que ha dado le pistoletazo de salida a este gran encuentro ambiental, celebrado desde 1995 e impulsado por las Naciones Unidas.
En su intervención, realizada ante más de 190 entidades, Shoukri también ha hecho un llamamiento a la "acción urgente internacional", a no "desviar los esfuerzos globales" y a "proveer de la necesaria financiación a los países en desarrollo" para abordar su transición ecológica, una petición con un marcado caracter simbólico al celebrarse de nuevo en el continente africano después de seis años.
Por su parte, el presidente saliente de la COP26, el británico Alok Sharma ha señalado que desde la reunión de Glasgow ha habido muchos "avances", pero "hay mucho por hacer en esta década". En esta línea también ha desarrollado su discurso el presidente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, que ha remarcado que "nuestro planeta está enviando una señal de socorro" y que "el cambio está pasando con una catastrófica velocidad".
Asistentes y grandes ausencias
Se espera que este encuentro, que se celebrará hasta el 18 de noviembre en Sharm el Sheij, ciudad egipcia en el sur de la península del Sinaí blindada para esta ocasión, reciba a más de 40.000 asistentes y se convierta en la cumbre climática con más participantes en la historia, según la Presidencia egipcia de la COP27.
A ella acudirán un centenar de líderes internacionales entre los que destacan el presidente estadounidense, Joe Biden, el español, Pedro Sánchez, el primer ministro británico, Rishi Sunak y el recien elegido presidente en Brasil, Inácio Lula da Silva. Entre las ausencias, destacan la del mandatario ruso, Vladimir Putin o el líder chino Xi Jinping.
También la de activistas medioambientales, como la popular Greta Thunberg, al considerar que el país egipcio "viola derechos humanos básicos" y que el espacio para la sociedad civil será "extremadamente limitado". Además, ha denunciado el greenwashing o lavado de cara verde que, según señala la joven, hacen los líderes en esta cumbre.
En cuanto al formato del espacio también hay algunos cambios. En esta ocasión, estará dividido por bloques temáticos, con el agua como novedad, un agente muy importante en un año marcado por sequían en algunas partes del planeta y por fuertes inundaciones en otras como, por ejemplo, India y Pakistán.
Completar los deberes de la Cumbre de Glasgow
Otro de los puntos clave de esta COP27 será completar los deberes de la cumbre de Glasgow y tratar de las pérdidas y daños. Un gran número de países, sobre todo del sur, abogaron por crear un fondo de financiación dedicado a esta causa derivada del cambio climático, pero algunas naciones desarrolladas, como Estados Unidos, rechazaron esta medida.
De hecho, la falta de avance para recortar la emisión de gases de efecto invernadero puede causar un aumento en la temperatura de la Tierra de 2,8 grados centígrados de aquí a final de siglo respecto a la era preindustrial, a menos que se refuercen las actuales políticas climáticas, aún muy por debajo de los objetivos del Acuerdo de París (2015), que busca limitar la subida de la temperatura a menos de 2 grados e, idealmente, a 1,5, según advirtió la ONU hace una semana.
Este domingo, además, la Organización Meteorológica Mundial ha alertado en un informe de que los últimos ocho años van camino de ser los más cálidos registrados, a raíz del aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero y la acumulación de calor.
Polémica por el tema de los derechos humanos
El tema de los derechos humanos también ha sido una de las principales críticas sobre la celebración de la COP27 en el país al ser acusado de tener encarcelados a miles de prisioneros políticos y no permitir las protestas, una cuestión que ha hecho replantear la justicia climática en este tipo de conferencias.
Amnistía Internacional (AI) ha denunciado el arresto e interrogatorio de cientos de egipcios en relación con una convocatoria de protestas antigubernamentales durante la cumbre, algo que, según la organización, "expone la sombría realidad" de la crisis de los derechos humanos en el país. En un comunicado, AI ha destacado que al menos 151 detenidos se someten a interrogatorios e investigación ante la Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado, mientras que "cientos más se han enfrentado a detenciones e interrogatorios más breves".
Diversas fuentes egipcias han informado del arresto de al menos 300 personas en las últimas dos semanas, incluidos dos periodistas, en relación a una convocatoria de protestas programadas para el 11 de noviembre por la acuciante crisis económica que sufre el país.
Greenpeace despliega placas solares en el Templo de Debod
Unos 40 activistas de Greenpeace han desplegado este domingo más de 20 paneles solares portátiles y módulos fotovoltaicos en el Templo de Debod situado en Madrid para exigir que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lleve a la cumbre climática del COP27 “compromisos de justicia climática”. “Pedro, ¡que es para hoy! Renovables para tod@s YA”, rezaba una parcarta instalada en la zona, según el comunicado remitido por la organización ecologista.
Los activistas han elegido el Templo de Debod por ser el “mayor símbolo de la cultura egipcia en España”, al ser un regalo entregado por el país africano en 1968 por la ayuda española prestada durante la campaña de salvamento de monumentos y yacimientos del Nubia, que iban a ser inundados por la construcción de la presa de Asuán.
En el marco de la cumbre, los ecologistas también han realizado acciones en ciudades como Getafe, Zaragoza, Teruel, Valencia, Málaga y Arroyomolinos de León (Huelva). Con esta acción, Greenpeace ha pedido al Gobierno español que ejecute una “verdadera apuesta” por “acelerar la participación ciudadana”, que se abandonen las energías fósiles y se aporten más fondos a las comunidades para hacer frente al cambio climático.