'Venezuela', un apasionante retrato de ese país basado en las crónicas del reportero Ángel Sastre
- Además de Ángel, sus autores son Jon Sedano, Juancho Velez y Guillermo Fajardo
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En 2015 Ángel Sastre fue secuestrado en Alepo (Siria) por Al Qaeda junto otros dos periodistas, Antonio Pampliega y José Manuel López. Tras 299 días de cautiverio fueron liberados. Pero en vez de tomarse un descanso, Sastre enseguida volvió al trabajo, concretamente a Venezuela, un país en el que ha realizado una treintena de reportajes, durante 15 años, que ahora se resumen en el cómic Venezuela. Crónicas de Ángel Sastre (Planeta Cómic), con guion de Jon Sedano, dibujos de Juancho Velez y color de Guillermo Fajardo.
“Conocí a Jon Sedano en 2016 –nos explica Ángel- y me propuso hacer un cómic, algo que me apasionó porque me encantan los tebeos. Nuestra primera idea fue hacer uno sobre el secuestro en Siria, porque nos parecía un tema muy potente, pero Sara Soler ya había relatado la experiencia de Antonio Pampliega en Sobre la oscuridad (Planeta Cómic)”.
“Así que pensamos en hacer algo sobre mis reportajes –añade el periodista-. Fui corresponsal en América latina durante 17 años en los que el epicentro de la noticia era la Venezuela de Hugo Chavez. Además, creé un vínculo muy especial con ese país y allí he vivido grandes historias, algunas muy fuertes. Así que, pensamos que sería el escenario ideal para el cómic”
Jon Sedano (1984) también es periodista, director del portal La Casa de EL, guionista de cómics y profesor de la Universidad de Málaga. Y nos ha contado cómo surgió este proyecto: “En 2016 Ángel vino a la universidad a dar una charla tras el secuestro. Y yo lo abordé con unos cómics de Joe Sacco y le propuse contar su historia en cómic. Y enseguida me dijo que sí. Lo primero que hicimos juntos fue sacar un cómic sobre La batalla de Mosul en El País Semanal, que también convertimos en un video de animación, y que funcionó muy bien. Y al final, como ha contado Ángel, dejamos la historia del secuestro y propusimos a Planeta el libro sobre Venezuela”.
Un apasionante retrato humano, social y político de Venezuela
Partiendo de las revueltas estudiantiles de 2017, los autores hacen un apasionante retrato humano, social y político de Venezuela y sus gentes. ”Comenzamos el cómic con la dificultad de Ángel para entrar al país (era persona non grata por sus reportajes) y hablamos de temas como la hambruna, los secuestros exprés, las cárceles… Después hay una parte romántica más personal de Ángel que nos sirve de punto de inflexión para meternos en el fango: la droga, los niños que viven en las alcantarillas y que sobreviven incluso prostituyéndose…”.
“Todas esas historias las hemos contextualizado en esas propuestas estudiantiles de 2017 –concreta Ángel-. Porque para mí fueron uno de los episodios más fatídicos de la historia de Venezuela. Y quizá sea una de las razones por las que hay tantísimos migrantes venezolanos en España y otros países. Yo acababa de salir del secuestro de Siria y esos tres meses fueron muy intensos: perdigonazos, gas, persecuciones, estudiantes muertos… Me parecía un buen contexto donde encuadrar el resto de historias”.
“Queríamos ofrecer una visión lo más neutral posible –añade Jon-, porque objetiva no es, ya que se trata de la visión de Ángel. Por eso también hablo del contexto de Venezuela, para que el lector entienda la evolución del país. Pero nuestra intención es que cada uno saque sus propias conclusiones”.
Un secuestro que le sigue marcando
El cómic empieza con una página en la que se ve el momento del secuestro de Ángel por Al Qaeda, un suceso que, como se ve en el cómic, le sigue impidiendo dormir bien. “Me sigue marcando –nos confiesa-. No sé si catalogarlo como estrés postraumático, pero ahí está. Es muy difícil convivir con él, sobre todo porque cuando me liberaron enseguida volví al ruedo, estuve en los procesos de paz con la guerrilla, en Mosul, en las protestas de Venezuela. Cuando estaba tan reciente lo identificaba fácilmente porque tenía ataques de pánico o ansiedad. Pero actualmente sigo lidiando con cierta ansiedad, estados de alerta que se despiertan de vez en cuando... Es un trabajo continuo y siempre tienes que estar alerta porque hay heridas que todavía no han cicatrizado”.
A pesar de eso, solo unos meses después de ser liberado, y como se ve en el cómic, hizo un reportaje sobre los secuestros exprés en Venezuela. “Puede sonar un poco a sadomasoquista –confiesa-, porque además también estuve con las guerrillas en Colombia, no con las FARC, que ya estaban en proceso de paz, sino con el ELN. Pero me parecía que era un tema que había que tratar, precisamente porque yo lo viví, aunque de distinta forma, ya que los secuestros exprés son mucho más brutales y sin apenas logística. Si no consiguen lo que quieren en unos días, los tiran a un foso”.
“Después de tantos viajes y de la forma en la que yo realizo las coberturas, que no es la clásica, eso hace que me entregue al reportaje y que acabe conviviendo con el motorista que me lleva a los sitios o que me acabe enamorando, implicándome, llorando… Entro hasta la cocina. Y eso me lleva a dormir en sitios humildes y a hacer contacto con narcos, secuestradores… y consigo reportajes que son muy complicados. Y en este caso, en el de los secuestradores, creía que podía llegar a ellos con ciertas medidas de seguridad. Incluyendo gente esperándome fuera para que entrara si yo no daba señales de vida”
“Para mí era un tema atroz, pero al mismo tiempo sentía la necesidad de contarlo –añade-. Además, no solo hablé con los secuestradores, sino también con las víctimas. Me parecía que era un tema que había que contar”.
“Fueron más de nueve meses de secuestro –apostilla Jon-, en los que cada vez que le abrían la puerta, Ángel no sabía si lo iban a matar. Y esa tensión deja secuelas psicológicas y a nivel de estrés extremo. Ángel me confesó que se puso muy nervioso cuando se reunió con los secuestradores en Venezuela, porque le venían recuerdos, y hemos querido plasmar eso en una viñeta en la que habla con el secuestrador y al lado hemos añadido a un miembro de Al Qaeda, para visualizar cómo le venía ese recuerdo a la cabeza.Incluso luego va por la calle y piensa que cualquiera le está mirando o que están pendientes de él”.
Cómo se hizo el cómic
Jon nos comenta cómo han planificado el cómic: “Lo que he hecho ha sido juntar en una sola línea temporal todas las veces que Ángel ha estado en Venezuela –asegura Jon-, como si hubiera sido un solo viaje, lo que nos permite no tener que estar saltando en el tiempo. El único Flashback es su historia de amor con Karina”.
“Además, pensando en los lectores de cómic actuales, he intentado dar al cómic la estructura de una serie de televisión, dividiéndolo en capítulos autoconclusivos. Cada uno de ellos se centra en un aspecto diferente de Venezuela, pero todos están bajo el mismo abanico”
En cuanto a su colaboración con Ángel, Jon nos comenta: “Ya tenía ya muchísimos reportajes y vídeos colgados en internet. Me preparó una selección previa de las cosas que más le llamaban la atención y luego yo me puse a pensar en cómo poder dar una estructura a todo eso. Además, Planeta nos pasó portafolios de algunos dibujantes y nos gustó muchísimo el de Guillermo Fajardo, porque tenía un estilo muy comic book. Y es que queríamos que el tebeo se diferenciase mucho de lo que había hasta ahora de cómic periodístico”
“Entonces yo comencé a trabajar mano a mano con Guillermo –añade Jon-. Le iba pasando bloques de ocho páginas con todo muy detallado, la verdad es que le dí poco margen porque le sugería hasta las formas de las viñetas y lo que tenía que aparecer en cada una. También le pasé muchísima documentación, como fotografías, porque en una historia como esta todo tiene que ser veraz. Y cada vez que acabábamos un capítulo se lo pasaba a Ángel por si tenía que matizar alguna cosa”.
“El estilo del cómic me parece fabuloso –añade Ángel- , porque es muy diferente de los cómics periodísticos habituales. Un estilo norteamericano, casi de superhéroes, que es muy impactante. Y que permite reflejar esos hechos que narramos, como las protestas, en las que los estudiantes adoptan formaciones troyanas de combate. Sin olvidar esos colores que ayudan a matizar la intensidad de cada secuencia. Por eso la elección de Juancho Velez y Guillermo Fajardo ha sido tan acertada”.
¿Periodista o superhéroe?
Preguntamos a Jon cómo ha sido el trabajo con el dibujante, Juancho Velez y el colorista Guillermo Fajardo. “El portafolio de Juancho me encantó. Pero él está acostumbrado al género de ciencia ficción, terror y superhéroes, por lo que debatimos mucho. Por ejemplo, cuando hablamos de los paleros (sacerdote de la religión conocida como Palo Monte) hay un par de páginas donde las viñetas tienen la forma de sus símbolos”.
“Queríamos experimentar mucho con la composición de las páginas –añade-. Hay otra página doble en la que se ve la transición de Venezuela a la muerte de Chavez, con la toma de Maduro, la crisis del petróleo… que es una referencia al Conan rey de Timothy Truman y Tomás Giorello”.
“Luego cuando ya teníamos el cómic terminado –añade el guionista-, debatimos si el cómic debía ser en blanco y negro o color, porque el dibujo de Fajardo era muy bueno. Pero nos decidimos por el color porque contribuía a dar intensidad a algunos momentos, como los del fuego en las manifestaciones. Incluso las propias fotografías que incluimos en el cómic quedan mejor en color”.
“Y allí estaba Juancho, que también realiza un trabajo encomiable –continúa-. Aunque yo quería que uno de los capítulos, el de Karina, fuera en blanco y negro con toques de color rojo pasión, como homenaje a Sin City, de Frank Miller”.
En cuanto a por qué han querido incluir esas fotos reales en el cómic, Jon confiesa: “Fue por dos razones. La primera la influencia del cómic El fotógrafo (Astiberri), de Didier Lefèvre, Emmanuel Guibert y Frédéric Lemercier, que me pareció muy impactante en su momento por esa mezcla de fotografías y viñetas. Y la segunda fue para que el lector viera que lo que le estamos contando es absolutamente real. Que ese niño que muere en la página cinco no es un dibujo, sino que era un niño de verdad, porque le estás poniendo cara”.
“Mi sueño era ser como Tintín”
Angel Sedano confiesa que los cómics le marcaron desde pequeño: “Siempre me han apasionado los cómics. Mi padre me leía Tintín y mi sueño era ser como él. No sé si lo he logrado, pero por lo menos he vivido grandes experiencias. Por eso, protagonizar este cómic es como un sueño hecho realidad”.
“Ahora mismo estoy escribiendo mi primer libro –añade Ángel-, pero me encanta haber empezado por el cómic, porque es un estupendo ejemplo de las nuevas narrativas del periodismo. Es muy expresivo, muy potente por los trazos y los colores… Y, además, en este libro metemos algunas fotos reales, para que se vea que todo es pura realidad. 15 años de cobertura”.
“Hay ilustres precedentes de cómics periodísticos, como los trabajos de Joe Sacco, la reciente La grieta… Es un género muy difícil, porque además no se sabe muy bien donde encuadrarlo, sobre todo este Venezuela, que tiene ese estilo de superhéroes, de Marvel. Pero yo aspiro a que haya muchos más”.
Preguntamos a Jon qué cree que lleva a Ángel a arriesgar su vida a diario para conseguir un reportaje: “Yo creo que básicamente es la adrenalina. Se acostumbran a un nivel de adrenalina y la necesitan. Y eso lo mezclaría con ese amor incondicional por esa profesión que se ha ido perdiendo, la del corresponsal que busca la noticia y que se ha ido sustituyendo por las agencias de noticias. Es esa mezcla de adrenalina y pasión por un ideal periodístico”.
Los problemas de Venezuela: Violencia, desigualdad y corrupción
Preguntamos a Ángel Sastre cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta actualmente Venezuela: “Yo creo que la desigualdad, la violencia y la corrupción. Básicamente por marcar un tridente, porque la polarización ha bajado un poco desde los tiempos de Chávez, ya que todos los que han podido han mandado a sus hijos fuera de Venezuela”.
¿Tienen solución esos problemas? “Creo que si -asegura Ángel-, pero no es tan fácil como cambiar el gobierno. Porque es un mal endémico. Años y años de malas gestiones donde no ha habido una cultura suficiente, ni leyes. Al final la gente soluciona las cosas a tiros, la “Ley del plomo”, porque no tienen ningún tipo de fe en la policía, los jueces... En Venezuela no hay grandes cárteles de droga, es el propio ejército, no es que haya grandes pandillas, sino que, como digo, la gente soluciona las cosas a tiros. Por eso hay tantos muertos”
“Por eso creo –añade-, que la solución tiene que ser a través de la cultura, de la educación, de que empiece a haber equidad, gobiernos justos… que no solo subvencionen o subsidien a la gente, sino que le ayuden a progresar económica, cultural y sociológicamente. Y dar a esa gente excluida de la sociedad las herramientas suficientes para que puedan progresar, empoderarse y valerse por sí mismos”.
A pesar de todos esos graves problemas, en el cómic sentimos el profundo amor de Ángel por Venezuela y sus gentes. ”A pesar de todo yo lo he pasado genial en Venezuela y he disfrutado muchísimo. Y quiero volver en cuanto pueda. Porque para mí Venezuela es una hermosa adicción. Por eso he dedicado el cómic a esos jóvenes periodistas, cuya arma eran sus cámaras, con los que coincidí en esas protestas de 2017.Es un pueblo noble y orgulloso del que es imposible no enamorarse. Solo tienes que ver a esos migrantes que han llegado a España que trabaja muy duro, saliendo adelante como pueden, pero siempre con una sonrisa y mandando dinero a su familia. Es un gran pueblo que no se merece lo que le está pasando”.
Una de las frases que el personaje de Ángel pronuncia en el cómic es “Hemos olvidado a Venezuela”. Le preguntamos hasta qué punto es cierto. “Hasta puntos que yo ni sospechaba. Estaba claro que una vez Hugo Chávez falleciera la atención informativa iba a decaer, pero luego llegó Maduro y vinieron las protestas. Pero, después de las fallidas protestas, el país ha entrado en un estado muy peligroso. Parece como si el pueblo se hubiera dormido o asumido su destino. Y luego ha venido Ucrania, que ha acaparado toda la información”
“Eso es justo lo que quieren los presidentes que se perpetúan tantos años en el poder –añade-, ir tomando los diferentes estamentos judiciales, el ejército… para tener todo a su favor, poder cambiar las reglas del juego y, aunque suene fuerte, convertirse en una dictadura constitucional. De esta manera, lo único que te queda es que la comunidad internacional no te acepte, pero con lo de Ucrania incluso parece que todo va bien en Venezuela yno es así. Por eso me gustaría que Venezuela volviese al mapa informativo. Es muy necesario y no podemos olvidar los vínculos que nos unen con ellos”.
Preguntamos a Ángel Sastre si después de la experiencia con este cómic le gustaría convertir otros reportajes suyos en viñetas. “Si, y no solo los míos, también los de otros compañeros. Pero me gustaría que mi personaje siguiera creciendo. Relatar mis experiencias en otros países. Y no solo en el cómic. Estoy intentado promover otros proyectos como documentales, películas, series e incluso animación".