La ONU reclama un gran pacto de solidaridad climática entre países ricos y pobres: "Nos acercamos al punto de no retorno"
- António Guterres apunta directamente a Estados Unidos y China en su discurso inaugural de la cumbre del clima
- "Estamos en una autopista hacia el infierno climático con el pie en el acelerador", alerta el secretario general de la ONU
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha reclamado a los países más desarrollados elevar su ambición en la reducción de emisiones en una década "crucial", en la que "se ganará o perderá la lucha climática global", ya que "nos acercamos peligrosamente al punto de no retorno".
En su discurso inaugural este lunes en la cumbre del clima de Egipto, ha hecho un llamamiento a los países ricos y a los más vulnerables a unirse en un "pacto de solidaridad climática" para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 ºC, terminar con la dependencia de los combustibles fósiles y aumentar la financiación para que las naciones menos desarrolladas puedan acelerar su transición a las energías renovables.
"La humanidad tiene una decisión que tomar, cooperar o perecer. O un pacto de solidaridad climática o pacto de suicidio colectivo", ha alertado. El pacto incluiría medidas concretas, como abandonar el carbón en 2030 en los países de la OCDE y en 2040 en el resto del mundo. Guterres ha señalado a dos países en particular, Estados Unidos y China -los dos mayores emisores de CO₂-, quienes tienen "una responsabilidad particular en unir esfuerzos para que este pacto sea una realidad".
Pide gravar los beneficios extraordinarios de las petroleras
Guterres también reclama a todos los gobiernos gravar los beneficios extraordinarios de las grandes compañías de combustibles fósiles y "redirigir el dinero a las personas que sufren el aumento de los precios de los alimentos y la energía". Pide además que ese dinero extra vaya a compensar las pérdidas y daños que la crisis climática ya causa en los países vulnerables, otro de los temas centrales de esta cumbre.
La cumbre del clima de Sharm el Sheij, la COP27, arranca en medio de las mayores tensiones internacionales desde que comenzaron las negociaciones climáticas, a mediados de la década de 1990, por lo que el secretario general de la ONU ha hecho especial hincapié en la cooperación, la "única esperanza de cumplir con nuestros objetivos climáticos".
Se ha referido específicamente a la guerra de Ucrania, que "ha expuesto los profundos riesgos de nuestra adicción a los combustibles fósiles", y ha pedido que estos conflictos, ligados en muchos casos al cambio climático, no desvíen la atención global de la lucha contra este problema, "el asunto definitorio de nuestra época".
"Estamos en la lucha de nuestras vidas y estamos perdiendo. Las emisiones de gases de efecto invernadero siguen creciendo, las temperaturas globales siguen aumentando y nuestro planeta se acerca rápidamente a puntos de inflexión que harán irreversible el caos climático. Estamos en una autopista hacia el infierno climático con el pie en el acelerador", ha advertido en un duro discurso.
Día dos de la cumbre: discursos con el acento en la financiación
Aunque la cumbre del clima empezó oficialmente el domingo, este lunes lo hace la cumbre de líderes, en la que estarán representados más de 100 jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo. El encargado de abrir los discursos ha sido el anfitrión del encuentro, el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi. "Todos los ojos están sobre nosotros, hay grandes expectativas sobre los resultados de esta cumbre. Millones de personas en todo el mundo esperan un medio ambiente más limpio", ha asegurado.
Como se esperaba, su discurso ha estado enfocado en el asunto que dominará la cumbre: la necesidad de una mayor financiación climática por parte de los países más desarrollados -que son los mayores emisores históricos- a los más vulnerables al cambio climático. "Los países desarrollados tienen que hacer más para asegurar que los compromisos ya adquiridos sobre adaptación en los países en desarrollo", ha afirmado.