'As bestas', más allá del thriller: violencia, abandono rural y destrucción del medioambiente
- Denis Menochet, Marina Foïs, Luis Zahera y Diego Anido protagonizan la nueva película de Rodrigo Sorogoyen
- Participada por RTVE y presentada en el Festival de Cannes, se estrena el 11 de noviembre en España
- 'As Bestas' lidera las nominaciones de los Goya 2023
Dos actores franceses, Denis Menochet y Marina Foïs, y dos gallegos, Luis Zahera y Diego Anido, se enfrentan en la explosiva y sosegada As bestas, la película en la que el cine de Rodrigo Sorogoyen evoluciona en su profunidad para componer un drama de suspense en el que una pareja francesa que vive instalada en la Galicia interior sufre en acoso de dos hermanos locales.
El principio de los guiones de Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña es siempre entender a sus personajes y plantear deabtes. Por fuera, As bestas se asemeja a Perros de paja (Sam Peckinpah, 1971) y su trama de foráneos urbanitas acosados por los hostiles lugareños, pero la trama guarda capas de dinamita.
¿De quién es la tierra? ¿Cómo se decide la explotación de sus recursos? Todo eso fluye bajo la historiade un matrimonio francés que cultiva y vende hortalizas mientras planean renovar casas abandonadas para el turismo rural. Su negativa a autorizar la implantación de un parque eólico impide al resto de la mancomunidad embolsarse un jugoso cheque. Los dos hermanos Santa (Zahera y Anido) hostigarán al matrimonio. Pero, ¿qué opción les queda a los que tienen muy poco? ¿Es la moral un lujo que solo se pueden permitir quién tiene la propia economía asegurada?
Los cuatro protagonistas de As bestas tienen, de hecho, su propia opinión sobre los debates que abre la película. Rodada en francés, español y gallego, presentada en el último Festival de Cannes y con 300.000 espectadores en Francia, la película llega a las salas españolas el 11 de noviembre.
¿Hay una forma masculina y otra femenina de resolver los conflictos?
Sin adelantar la trama, As bestas está dividida en dos partes que, de alguna manera, muestran un modo primitivo de resolución de problemas y un modo más sensato. En una entrevista para RTVE.es en el pasado Festival de Cannes, Sorogoyen opinaba que As bestas trata “de cómo resuelven los conflictos hombres y mujeres, del uso o no de la violencia”, enlazando la película con el retrato de la masculinidad tóxica, una de las principales arterias de la sociedad y el cine contemporáneo.
“No pienso que realmente haya una diferencia tan marcada entre la manera masculina y la femenina”, difiere Menochet, uno de los grandes actores franceses de su generación, que aceptó el papel sin hablar una palabra de español y que llegó a dormir en la prácticamente inhabitada aldea del Bierzo donde se rodó la película. “Por ejemplo, se olvida el papel de la madre de los hermanos. Si la compasión o la dulzura está en el lado de las mujeres, ¿qué papel tiene esa mujer en el aumento de la violencia?”, se pregunta.
Luis Zahera, brillante en su papel de líder de los aldeanos que quieren firmar a favor del parque eólico, sí distingue. “El choque es muy masculino, una tensión que se produce cuando dos machos alfa se enfrentan. Creo que la genialidad de Rodrigo es plantear cómo gestiona la parte femenina, esa cosa clásica de La asamblea de las mujeres de Aristófanes y que siempre se dice: si las mujeres gobernasen…”.
También Diego Anido, su hermano en la ficción y gran revelación de la película, coincide: “En la película desaparece el ruido masculino y es algo que estaba desde el comienzo que es el ‘equilibrio femenino’, vamos a expresarlo así para no ser tan bipolar. Y pienso que es una bonita manera de contar lo que puede que esté ocurriendo en mundo, como los últimos coletazos de algo que desaparece”.
El medioambiente en la España vaciada
El cuestionamiento de la energía eólica por su impacto en el medioambiente es el telón de fondo, y macguffin, de la película. “Toca el tema de cómo en los lugares menos poblados, y en teoría a veces lugares bellos, se van también destruyendo de una manera muy silenciosa. Un campo eólico destruye una zona importante”, explica Anido. “Es algo que a nosotros gallegos nos toca muchísimo y produce algo muy contradictorio porque los pobladores de los lugares viven en una completa miseria ya que para aquello que hacían no hay recursos. Es lo que hace que te identifiques con esos lugareños, aunque sean personajes malignos”.
Zahera abunda en esa idea: “Cuando estás en la miseria, la ambigüedad moral es una cosa complicada. Yo también hago esa pregunta y creo que me pondría de parte del dinero, para qué voy a mentir. Es así de triste”.
Marine Föis explica que la parte italiana de su familia posee una casa entre Calabria y Campania que se asemeja a lo retratado en la película. “Es una casa familiar en el sur de Italia, muy alejada del mundo, en una zona casi muerta. Parecida a la de Galicia, que me impresionó por su paisaje, montaña y luz. Al mismo tiempo, la gente que vive ahí ni se plante irse de lo ligada que está. ¿Cómo se puede proteger lo salvaje? La verdad es que no lo sé”.
As bestas no pretende ser un retrato de la Galicia interior, pero inevitablemente tiene que lidiar con el común malentendido que asocia a los personajes de las ficciones con los estereotipos. “Sí, porque existe esta cosa de que Galicia es cocaína o es tercer mundo”, lamenta Zahera. Anido resuelve con elegancia las posibles interpretaciones que puedan hacerse: “Los perfiles que vemos en esta película existen en todas las comunidades rurales y en todos los países. La violencia existe en todas partes. También en lugares urbanos. Pero sigamos dejando que la gente piense que en Galicia se come muy bien, que hay narcotraficantes y que somos unos garrulos”.