Calvin y Hobbes, el triunfo de la imaginación

• Se reedita el clásico de Bill Watterson sobre un niño y su amigo-tigre imaginario
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Calvin y Hobbes

¿Quién no ha tenido un amigo imaginario? Pero os garantizo que ninguno es tan divertido, simpático, gracioso y emocionante como el tigre-peluche de Calvin y Hobbes, la mítica tira de Bill Watterson, que Astiberri reedita en España (empezando por El gran Calvin y Hobbes ilustrado). Uno de los mejores cómics de la historia, que narra el mundo desde el punto de vista de este niño y su tigre que pasan su infancia montando en trineo o luchando contra muñecos de nieve.

Pero bajo esa aparente sencillez, que conquista a niños y adultos, Watterson se las apañó para construir un mundo muy complejo, que es un reflejo del nuestro y en el que nos hablaba de todo lo que le preocupaba: la cultura, la política, el arte, la infancia, la filosofía, la muerte, las relaciones personales… resumiendo: nos hablaba de la vida. Porque cada tira de Calvin y Hobbes es un trocito de vida.

Con sus tiras Watterson también conseguía que todos regresásemos a la infancia, a esos recuerdos felices en los que la vida se limitaba a jugar, algo para lo que no hacían falta videojuegos; bastaba con la imaginación que nos permitía volar a cualquier lugar o universo que imaginásemos.

Página de 'El gran Calvin y Hobbes ilustrado'

Otra de las cosas que Bill Watterson captó a la perfección es ese espíritu aventurero de los niños que les hace creerse capaz de todo. A pesar de que todo el mundo le diga lo que tiene que hacer (sus padres, su niñera), la imaginación de Calvin lo hace libre, único y diferente de los demás.

Una imaginación con la que se convierte en el Capitán Spiff yse sube a su nave espacial para enfrentarse a terribles criaturas (que sustituyen a las figuras de autoridad). Calvin también se imagina a sí mismo como un monstruo temible capaz de asustar a todo el mundo.

Por eso decimos que la imaginación es el mayor poder de los niños y que los adultos deberíamos intentar usarla más, aunque la vida nos lo ponga difícil. Y Calvin y Hobbes logra que queramos volver a ser niños para poder dejarnos llevar por esa imaginación.

Calvin y Hobbes

Las aventuras de un niño y su tigre de peluche

Calvin y Hobbes cuenta las aventuras de Calvin, un niño de seis años con una imaginación desbordante gracias a la que se convierte en un aventurero capaz de afrontar cualquier desafío. Pero siempre lo hace acompañado de su inseparable Hobbes, un tigre sarcástico y bonachón que para Calvin es real, aunque para el resto de su familia solo sea un tierno peluche. Esa dualidad es fundamental en muchas tiras en las que Calvin lo ve como un tigre de verdad y los demás como un peluche. Según el autor, con eso quiere reflejar que “cada uno de nosotros ve la vida de una manera diferente”.

Por cierto, que los nombres de los protagonistas están inspirados en Juan Calvino (teólogo reformista francés del siglo XVI) y Thomas Hobbes (filósofo inglés del siglo XVII), lo que ya nos da una idea de las intenciones de su autor de que la tira no iba a ir solamente sobre un niño y su peluche, sino que iba a afrontar temas más profundos.

Tira de Calvin y Hobbes

Watterson confiesa que Calvin es autobiográfico, pero asegura que: “Refleja mi edad adulta más que mi infancia, en el sentido de que piensa en los mismos temas que yo. ... Sospecho que la mayoría de nosotros envejecemos sin crecer, y que dentro de cada adulto (a veces no muy dentro) hay un niño malcriado que quiere todo a su manera. Utilizo a Calvin como válvula de escape de mi inmadurez, como forma de mantener la curiosidad por el mundo natural, como forma de ridiculizar mis propias obsesiones y como forma de comentar la naturaleza humana. No querría a Calvin en mi casa, pero sobre el papel, me ayuda a ordenar mi vida y a entenderla".

En cuanto a Hobbes, el amigo imaginario que todos querríamos tener, Watterson confiesa: “Hobbes tiene la dignidad paciente y el sentido común de la mayoría de los animales que he conocido. Hobbes se inspiró en gran medida en uno de nuestros gatos, un atigrado gris llamado Sprite que era bondadosa, inteligente, simpática y entusiasta. Sprite sugirió la idea de que Hobbes saludara a Calvin en la puerta saltando sobre él”.

Página de 'El gran Calvin y Hobbes ilustrado'

Un éxito en todo el mundo

Calvin & Hobbes se publicó diariamente desde el 18 de noviembre de 1985 hasta el 31 de diciembre de 1995, apareciendo en más de 2400 periódicos y con más de 45 millones de ejemplares vendidos de sus 18 libros recopilatorios. Hasta que su autor decidió que ya había contado todo lo que quería contar y puso fin a sus aventuras. Curiosamente, algo similar a lo que pasó con la Mafalda de Quino, que también duró una década (1964-1973).

Además, en 1986, Watterson se convirtió en la persona más joven en ganar el prestigioso premio Reuben al "dibujante más destacado del año" de la National Cartoonists Society. Luego sumaría dos Eisner, dos Reuben, ocho Harvey, el premio al mejor cómic extranjero del Salón del Cómic de Barcelona y el gran premio en el Festival Internacional de Angoulême de 2014.

El ojo crítico - Gerardo Vilches, Calvin y Hobbes - Escuchar ahora

Curiosamente, en vez de aprovechar su fama para hacerse millonario, solo concedió un puñado de entrevistas, rara vez ha aparecido en público y, lo más increíble, nunca ha permitido que se comercialicen sus personajes.

Por eso no encontraréis camisetas, tazas ni figuras de Calvin y Hobbes (que sean legales). Watterson consideraba que la tira era una obra de arte y que comercializarla de esa forma supondría denigrarla. Teniendo en cuanta qué colegas suyos como Charles Schulz (Carlitos y Snoopy) o Jim Davis (Garfield) ganaban decenas de millones de dólares al año, resulta una actitud tan admirable como inexplicable.

La edición de Astiberri mantiene la traducción de Francisco Pérez Navarro totalmente revisada y se ha creado una tipografía con la letra de Bill Watterson para rotular esta edición. Astiberri prepara también la publicación de Calvin y Hobbes. Un mundo mágico para el primer trimestre de 2023.

Un clásico que siempre debería estar disponible, porque no hay mejor manera de crear nuevos lectores.

Portada de 'El gran Calvin y Hobbes ilustrado'