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El rey emérito defiende su inmunidad ante el juez del 'caso Corinna' porque el CNI protegía "actos soberanos"

  • El tribunal de Londres que estudia el presunto acoso a Larsen analiza si el monarca estaba amparado por la inmunidad
  • La defensa de la empresaria alemana lo rechaza al asegurar que no actuó en interés del Estado español

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Don Juan Carlos I en una imagen de archivo
Don Juan Carlos I en una imagen de archivo.

Los abogados del rey emérito han negado que el monarca incurriera en ningún acoso a Corinna Larsen y han defendido durante una vista celebrada en la Corte de Apelaciones de Inglaterra y Gales su inmunidad como monarca entre abril de 2012 y el 18 de junio de 2014. Lo han hecho al señalar que la intervención del CNI implicaba que se trataba de "actos soberanos" que estaban amparados por dicha inmunidad.

Así lo ha plasmado uno de los abogados de Don Juan Carlos, Thimothy Otty, en un largo alegato de unas dos horas y media en el que ha negado el presunto acoso y se ha aferrado a las "acusaciones específicas" relatadas por Larsen en su demanda ante los tribunales británicos que describen dos pasajes concretos: una visita que le habría hecho en el entonces jefe del CNI Félix Sanz Roldán en Londres y un registro que agentes del CNI habrían llevado a cabo en su vivienda de Mónaco.

El letrado ha razonado que, si según la versión de Larsen el CNI la acosó en una "misión encubierta" orquestada por Sanz Roldán supuestamente por mandato del entonces rey, se trataría de un caso "clásico" de "actos soberanos" que están amparados por la inmunidad.

Y ello independientemente de que dichos actos pudieran suponer un "abuso de poder" por parte de los agentes estatales implicados en ellos, ha subrayado el abogado del ex jefe de Estado citando abundante jurisprudencia al respecto.

"Niega enfáticamente" haber participado en "cualquier acoso"

Por otra parte, el letrado ha rechazado que el hecho de que Roldán tuviera una relación personal muy estrecha con Juan Carlos I implique que las presuntas acciones que ha denunciado Corinna se hicieran en el ámbito privado porque, cuando hay inmunidad de Estado, no pueden separarse los motivos privados de los de Estado.

El antiguo jefe de Estado de España "niega enfáticamente" que participara o dirigiera "cualquier acoso" contra Corinna y "rechaza" estas alegaciones como "no verdaderas", según el argumento del emérito.

"Las alegaciones también incluyen un presunto abuso de poder totalmente inconsistente con la importante labor que Su Majestad tuvo en la transición en España hacia una exitosa democracia parlamentaria y su largo periodo de servicio como soberano", según indica la defensa de Juan Carlos I.

Larsen alega que el monarca no actuó en interés del Estado español

El representante legal de Larsen, por su parte, en una intervención de unos 45 minutos que se ha visto cortada por un receso de una hora, ha incidido en que el antiguo monarca solo estaría protegido por la inmunidad en el caso de que dichos actos hubieran sido en interés "oficial", esto es, del Estado español, si bien en este caso ha argumentado que lo habrían sido en un mero interés personal, en beneficio propio.

El objetivo de esta vista, que continúa por la tarde, es que las partes expongan sus argumentos respecto a la decisión adoptada el pasado 24 de marzo por el juez Matthew Nicklin de no reconocer inmunidad ninguna al rey emérito.

El 18 de julio, los magistrados británicos autorizaron a los abogados de Don Juan Carlos a recurrir la decisión de Nicklin, pero ya acotaron que solo respecto a los hechos transcurridos entre 2012 y 2014, cuando aún era jefe de Estado, ya que entendieron que en los hechos que habrían tenido lugar después de la abdicación el juez británico estuvo acertado al no apreciar inmunidad.

La empresaria fija el marco temporal del presunto acoso entre 2012 y 2020. De acuerdo con la demanda, Juan Carlos I la habría acosado después de que ella pusiera fin a la relación que habían mantenido. Primero para procurar que la retomaran y después a modo de venganza para perjudicarla en sus negocios.