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Cómic

'Mary Jane', un homenaje a las víctimas de Jack el destripador

  • También se publica la biografía de Louis Renault: Renault. Las manos negras
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Ilustración de 'Mary Jane'
Ilustración de 'Mary Jane'

134 años después de sus crímenes, Jack el destripador sigue siendo el asesino en serie más popular de la historia. Pero… ¿Sabríais decirme el nombre de alguna de sus víctimas?

Esa misma pregunta se la hizo el prestigioso guionista francés Frank Le Gall (Nómadas, Allí donde van las hormigas), lo que le llevó a rendir homenaje a esas mujeres anónimas en el cómic Mary Jane (Norma), con dibujos de Damien Guvillier (Noche negra en Brest).

Os recomendamos este título y también Renault. Las manos negras (Norma), otra biografía sobre Louis Renault, uno de los industriales franceses más famosos y controvertidos de la historia.

Mary Jane, la quinta y última víctima de Jack el destripador

Portada de 'Mary Jane'

Mary Jane Kelly ha pasado a la historia como la quinta y última víctima de Jack el destripador, pero realmente hay muy pocas cosas que se sepan con certeza sobre ella. Por eso, Frank Le Gall ha querido recuperar su historia en Mary Jane (Norma editorial).

El guionista reconoce que se aficionó a todo lo que tenía que ver con los asesinatos de Whitechapel, pero que había una cosa que le molestaba: “Todos los libros se centraban en Jack el destripador y su identidad. Me atrevería a decir incluso que era objeto de una morbosa fascinación. Pero ¿y las víctimas?”

“Lo cierto es que casi nadie se ha interesado nunca por ellas -añade Frank- y, de hecho, hasta mediados del Siglo XX no se sabían ni sus nombres y muchos autores se los inventaban, igual que engordaban alegremente el número de víctimas… De igual forma, durante más de un siglo se las redujo a la simple condición de prostitutas”.

Página de 'Mary Jane'

Por eso, Frank Le Gall ha dedicado casi 20 años de su vida a investigar la vida de estas mujeres y, sobre todo, la de Mary Jane Kelly, que era sobre la que menos se sabía. “Era joven y guapa y su final había sido el más atroz y espeluznante de todos”, comenta Frank.

Así que el guionista se propuso rendir homenaje a estas mujeres a través de Mary Jane, rellenando los huecos de su vida con elementos de la vida de las mujeres de clase baja de aquella época.

De esa forma logra una apasionante, aunque triste, biografía de una mujer irlandesa que se quedó viuda con 19 años, tras la muerte de su esposo en un accidente minero, y que huyó de Irlanda para no tener que ponerse en manos de la caridad pública (nada recomendable en aquella época).

Página de 'Mary Jane'

Así comenzó un periplo que la llevó a reunirse con nómadas sin hogar (a los que la gente trataba como ladrones) y a viajar hasta Londres en busca de una forma de sobrevivir. Desgraciadamente, lo único que consiguió fue caer en las redes de una mafia de la prostitución. Mary Jane vivirá muchas otras aventuras que nos ayudarán a conocer mejor lo dura que era la vida de las mujeres de esa época hasta que, finalmente, su camino se cruce con el de Jack el destripador.

Destacar los estupendos dibujos de Damien Cuvillier, que recrean esas fantasmales calles de Londres cubiertas de niebla y por la que los personajes se mueven casi como si fueran almas en pena, a merced de su destino.

Un cómic apasionante que, por una vez, deja de lado al asesino para homenajear a sus víctimas.

‘Renault. Las manos negras’

Portada de 'Renault. Las manos negras'

Queremos recomendaros también otra apasionante biografía publicada por Norma: Renault. Las manos negras, de Antoine Lapasset (guion y color) y Benjamin Nenéteau (dibujo), que repasa la vida de Louis Renault (París, 1877-Fresnes, 1944) el industrial francés que fundó la empresa automovilística Renault.

El vivo ejemplo de un hombre hecho a sí mismo, pero que siempre estuvo rodeado de polémica, y que participó en los acontecimientos más importantes de la historia de Francia del Siglo XX.

Fue un patrón a la vieja usanza, que sobrevivió a batallas políticas, a luchas sociales y a dos guerras mundiales. Ganó dinero, lo perdió, volvió a ganarlo y murió miserablemente acusado de colaborar con los nazis. Se decía que fue un traidor a la patria, pero la única patria de Louis Renault fue su empresa. Y a ella siempre le fue fiel.

Lapasset y Benéteau reconstruyen minuciosamente su biografía a partir del testimonio de quienes lo apreciaron y de quienes lo odiaron. Así seremos testigos de cómo construyó su primer taller en el jardín de su casa (con 14 años), de su juventud, en la que estaba obsesionado con las carreras de coches (hasta la muerte de su hermano Marcel en la carrera Madrid-París) y de la creación de la fábrica de Renault.

También seremos testigos del viaje que hizo en 1910 a Estados Unidos, para investigar los métodos de producción de Henry Ford; de su participación en la I Guerra Mundial, creando vehículos revolucionarios (como tanques ligeros o camiones de transporte) que fueron decisivos en la victoria y que le valieron la Gran Cruz de la Legión de Honor.

Página de 'Renault. Las manos negras'

Pero la biografía tampoco olvida los aspectos más polémicos de su vida, como el trato que daba a sus obreros o las acusaciones de colaborar con los nazis, durante la ocupación de Francia, que hicieron que fuera detenido y encarcelado.

En la cárcel sufrió malos tratos, hasta que su mujer consiguió que lo viera un médico que constató un traumatismo craneal y otras lesiones. Fue trasladado a un hospital, pero falleció el 24 de octubre de 1944. En 1945 el gobierno provisional ordenó la disolución de la sociedad Renault y su nacionalización. Aunque años después, en 1967, una ley reconocería el derecho a indemnización de sus herederos.

Una apasionante biografía en viñetas sobre un hombre que nunca temió mancharse las manos (de ahí el título), y que viene acompañada de varios artículos y fotografías que nos permiten desgranar la apasionante vida de este hombre que conoció los mayores triunfos, pero también sufrió las peores humillaciones.

Página de 'Renault. Las manos negras'