Javier Olivares explora la vena más psicótica de Stephen King en 'Almuerzo en el Café Gotham'
- El Premio Nacional de Cómic hace aún más inquietante el relato de King
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Los rostros angulosos y perturbadores del dibujante Javier Olivares, Premio Nacional de Cómic en 2015 junto a Santiago García por Las Meninas, se mimetizan con la sofocante atmósfera de Almuerzo en el Café Gotham (Nórdica), de Stephen King, un relato de toques psicóticos convertido ahora en un volumen ilustrado.
Y todo indica que Olivares ha pasado, y con nota, la prueba del algodón, ya que el pejiguero escritor de Portland -que no hay que olvidar fue muy crítico con la impecable (para muchos) adaptación que Kubrick hizo de "El resplandor"- ha hecho pública su satisfacción con el trabajo del dibujante madrileño: "Realmente, captura el espíritu", ha dicho vía Twitter. Ahí es nada.
Almuerzo en el Café Gotham, publicado originalmente en 1995 en la antología Dark Love, y que King finiquitó "poseído" en tres días, está inspirado por un extraño cruce de miradas que el escritor mantuvo con un camarero cuando paseaba por Nueva York. Es una claustrofóbica narración en primera persona contada por un hombre que se cita en un restaurante con su esposa, de la que se está separando para intentar fijar los acuerdos de un divorcio que le ha pillado con la guardia bajada.
Una historia en sustancia trivial, alejada de la vertiente más terrorífica del extensísimo catálogo de King -autor también de obras como Misery o La milla verde - que de repente deviene en un "thriller" sangriento de las manos de un maitre bipolar "a punto de estallar", que se apodera de todo el protagonismo, ha explicado el dibujante este miércoles en la presentación del libro.
A Javier Olivares, con fama de "ilustrador oscuro", siempre, comenta, le resulta más difícil plasmar la época contemporánea, en la que se desarrolla la historia -"mediados de los noventa, cuando no había todavía muchos móviles"- que los períodos clásicos, ya que el "marco visual es más aburrido, es el que vemos todos los días".
Por eso, el ilustrador, exultante con el "tuit" de King -"cuando supe que le había gustado la portada me alegró el mes"- pone casi todo el acento gráfico en el tratamiento de los personajes, en ese marido "en plena crisis", que vive "en medio de una alucinación por el síndrome de abstinencia" tras haber dejado de fumar, y ese maitre desquiciado, que oye y ve perros, por todo los lados.
El tabaco, la adicción a la nicotina, se convierte así en uno de los leitmotiv de la trama, y que ha obligado además a Olivares -que admite que no es un gran conocedor de la obra de King- a tener que agudizar el ingenio: no podía mostrar un cigarrillo, era una de las condiciones del equipo de King.
Un hándicap que el creador, cuyos dibujos evitan ser redundantes con el texto, soluciona con la aparición de un humo envolvente de procedencia variopinta, una chimenea, el fuego de una cocina, las típicas alcantarillas...
Olivares se arriesga a (casi) romper este pacto con un guiño a lo Madmen, al colocar un póster en la habitación del protagonista con un dibujo que cualquier fumador asociará sin problemas a una famosa marca de tabaco con la leyenda Do you feel lucky, y al que los "censores" no pusieron objeción.
Almuerzo en el Café Gotham es el segundo libro ilustrado que Nórdica dedica a un cuento de King tras El hombre del traje negro (2017) con dibujos de la valenciana Ana Juan, en lo que, según ha adelantado el editor Diego Moreno, pretende convertirse en una serie, con trabajos de ilustradores conocidos y relatos del creador de Carrie.
Moreno reconoce la dificultad que entraña acercarse a la obra de King, un escritor al que le gusta (a él y a sus agentes) supervisar todos y cada uno de los productos derivados de sus obras, lo que en este caso supuso varios meses hasta que el escritor, eterno candidato al Nobel, diera el "ok" final a la portada y las ilustraciones.
El editor afirma que este tipo de libros ilustrados no son habituales en el mundo anglosajón. "No los entienden", afirma.
Algo que no ocurre en otros mercados, por ejemplo el italiano, donde El hombre del traje negro fue muy bien recibido tras ser publicado por Mondadori, e incluso vendió más que su versión en castellano, un éxito que confían se repita con la obra de Olivares, que Nórdica llevó a la feria de Fráncfort para su promoción.