Sánchez reivindica el 155 para frenar una nueva declaración de independencia y niega concesiones a ERC
- Asegura en La Vanguardia que Puigdemont comparecerá ante la justicia por "los delitos cometidos en 2017"
- Considera que el error del PP fue no activar el 155 cuando se aprobaron las leyes de desconexión en el Parlament
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este domingo que la reforma del delito de sedición es un paso adelante para la "concordia" en Cataluña y ha reinvindicado la validez del artículo 155 de la Constitución para frenar una nueva declaración de independencia.
En una entrevista que publica este domingo La Vanguardia, Sánchez rechaza que la reforma de este delito -sustitiuido por el de desórdenes públicos agravados, que comporta una reducción de penas de la que se beneficiarán los responsables del 'procés'- sea una concesión a ERC para garantizar su apoyo a los Presupuestos y afirma que no busca facilitar que Oriol Junqueras pueda presentarse a las elecciones o el regreso de los huidos.
"Carles Puigdemont, cuando tenga que comparecer ante la Justicia, que comparecerá, estoy seguro de ello, tendrá que rendir cuentas de los delitos cometidos en 2017", asegura.
Sánchez, que considera que la situación en Cataluña "es rotundamente mejor" que hace cinco años, cuando se produjo la declaración unilateral de independencia, rechaza también que la supresión del delito de sedición envíe el mensaje de que desafiar al Estado español salga gratis y niega que se esté "despenalizando lo que sucedió en 2017".
"Se tenía que habera activado antes el 155"
Según afirma en la entrevista, uno de los principales errores del PP "fue dejar en manos de la Justicia la respuesta a esta crisis constitucional", y cree que la "principal lección" es que se tenía que haber activado antes el artículo 155 "y haber intervenido una situación que claramente había descarrilado con las leyes de desconexión aprobadas en el Parlament".
En cuanto al coste electoral que esta medida le puede acarrear, Sánchez echa mano de Churchill cuando dijo que los "políticos tenemos que pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones". "Pues estamos pensando en las próximas generaciones de catalanes y de españoles que no se merecen volver a sufrir lo que sufrimos en el 2017", argumenta el presidente, al resaltar que el principal cometido de cualquier dirigente "en un contexto como el actual es no polarizar".
Apelando insistentemente a la convivencia y a la concordia a lo largo de toda la entrevista para defender la reforma planteada, Sánchez explica que no quiere que "el próximo inquilino de La Moncloa" herede la situación que el heredó de Mariano Rajoy, y reprocha al PP "que continúe utilizando la confrontación territorial como un instrumento más de desgaste político"·
Respecto al futuro político de España, alerta de la "amenaza" de un cambio de Gobierno "hacia posiciones más reaccionarias, lideradas por el PP y la ultraderecha", y advierte de que el "bolsonarismo, el trumpismo, que por desgracia también circulan en la política española y la catalana, no son la solución".