Subastas más allá del arte: ¿Qué tipos de subastas funcionan en España?

• En España hay 120 casas de subastas que mueven decenas de millones al año. Siete de cada 10 venden antigüedades
• Las subastas se extienden a muchos otros sectores: la industria, la vivienda o las editoriales
• El domingo, a las 22.30 horas, en el Canal 24 horas y en RTVE Play

La subasta de verano de Subastas Segre

Las casas de subastas mueven miles de artículos y casi tantos millones de euros. Se calcula que en España hay más de 120 casas de subastas. La mayoría están especializadas en antigüedades y joyas.

Modernizar la tradición

El día de la subasta es el más esperado en una casa de subastas. Tras 15 días de exposición de los artículos que van a salir a la venta, todo está listo para dar el pistoletazo de salida.

En Subastas Segre realizan siete subastas al año y en cada una salen a la venta unos 1.500 objetos. Desde arte, antigüedades, a artículos de lo más pintorescos, como una colección de fotografías de la transición, con un precio de salida de 8.000 euros.

La directora de pintura contemporánea de Subastas Segre, Marta Cuadros, explica los entresijos de este tipo de ventas en un recorrido por la exposición de lotes: "Detrás de todo lo que se ve, hay un trabajo de expertización. Se consulta la propiedad intelectual de cada artista y al experto de cada artista para que nos diga si la pieza es o no buena".

“Hay que perder el miedo a las subastas“

"Solo hay que perder el miedo. Hay miedo porque se cree que esto es para una élite… y no. Es para todo el mundo. Todo el mundo puede tener algo bonito colgado en su casa por un precio asequible", asegura Cuadros sobre el motivo por el que no es mercado tan generalizado.

Para Mercedes de Miguel, directora de Subastas Segre, la subasta es para todos los públicos, aunque se percibe como una tradición reservada a los grandes coleccionistas o a los ancianos. Pero de Miguel asegura que no es así: "Hace unos años realizamos una inversión muy importante en nuevas tecnologías, para llegar al nuevo cliente: la gente joven, que todo lo hace a través de una pantalla".

Magdalena penitente, del pintor Luís de Morales, con un precio de salida de 90.000 euros RTVE

El artículo más barato de la subasta que sigue Repor para este reportaje es un jarrón que tiene un precio de salida de 50 euros y el más costoso un cuadro de La Magdalena Penitente de Luis de Morales, con un precio de salida de 90.000 euros. En este caso, la puja ha quedado desierta, es decir, nadie ha ofertado por la pintura. Durante 15 días aún se podría adquirir y, si no, esta obra tendrá que esperar dos subastas más para volver a salir a la venta.

Se puede pujar de diferentes maneras: antes de la subasta, a la vieja usanza. Es decir, a mano alzada, vía web o telefónicamente. De esta manera, se contacta a los clientes cinco lotes antes del que les interesa.

Blanca y su familia han viajado desde Cantabria para conseguir un cuadro de Pedro Sobrado que tiene un precio de salida de 400 euros. Han pujado por él por 500 euros. Les gustaría que engrosara su colección de pinturas de artistas cántabros.

Engrosar el patrimonio nacional

Las subastas trascienden a muchos otros sectores. En el Museo Sorolla encontramos cinco cuadros adquiridos a través de este método, como una acuarela del artista adquirida por un valor de 60.000 euros.

Uno de los cinco cuadros que el Museo Sorolla ha adquirido a través de subasta RTVE

La Junta de Calificación, Valoración y exportación de bienes del Patrimonio Histórico, es un órgano del Ministerio de Cultura que vela por conservar y ampliar el patrimonio nacional. A través de las subastas, compra artículos para exponerlos luego en museos nacionales y recuperar así para la ciudadanía valores únicos.

El presupuesto de la Junta depende de los Presupuestos Generales del Estado. En 2021, el Estado adquirió medio centenar de obras por un valor de 6 millones de euros.

Ángel Rivas, secretario de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Cultural Español comenta que hay otros métodos para que el Estado pueda hacerse con las obras que le interesan: "Caballero con banda salió a subasta, quedó invendida, después se negoció un precio y se adquirió por oferta de venta, que es otro de los modos de adquisición de los bienes culturales”.

Frente a lo que popularmente se cree, el estado en ningún caso puede paralizar la subasta de una obra, pero sí evitar que salga del país. Es lo que ocurrió con el cuadro Retrato de Juan Antonio García del Castillo, Valencia, una imagen del que más tarde sería el cuñado de Sorolla. Se prohibió su exportación y fue adquirida por el valor que indicó el solicitante del permiso: 135.000 euros.

¿Dónde van a parar los artículos cuando una empresa cierra?

Cuando una empresa cierra, ¿dónde van a parar los artículos que la componen? Hay empresas que dan salida a todos los productos de fábricas o industrias que han cerrado por jubilación, cese de negocio o quiebra.

Antonio Mora, gerente de Oportunidades Industriales, es un empresario del sector metalúrgico que vio en las empresas que no podían tirar adelante una oportunidad de negocio: "Pensé: 'voy a montar una empresa en la que podamos liquidar productos de estas empresas que van a la quiebra'". Los empresarios también pueden recuperar así, parte de lo invertido.

La última remesa que ha llegado a este almacén de Málaga es una fábrica textil entera. Se trata de la marca de ropa "Hortensia", de A Coruña. "Tenía entre 50 y 60 trabajadores, producía ropa, pero debido al COVID no vendía", señala Mora. Esta empresa la componen 150 y 200 máquinas, desde máquinas de coser, de planchar, de diseño, escáneres de patrón. Y unas 15.000 prendas de ropa. Todos estos productos los subirán a la web y los subastarán. El interesado puede adjudicarse el lote entero o comprarlo por partes.

“Sale a subasta por un valor no inferior al 30% de su coste“

La especialidad de Oportunidades Industriales es la maquinaria: desde generadores o torres de luz, hasta una clínica oftalmológica. Sobre todo, son productos de segunda mano, aunque también los hay nuevos. "Se hace la tasación de lo que vale el producto y sale por un valor a subasta no inferior al 30 % de su coste real", asegura Mora. Oportunidades Industriales gestiona unos 100 mil artículos al año.

En cuanto al cliente, aseguran que es muy variado: "Desde el chico de 18 años que quiere emprender, al gran industrial que necesita una máquina, como una pulidora".

Puja literaria

La subasta es un método democrático para determinar quién adquiere un producto. Por eso, se utiliza hasta en el sector literario. Cuando más de una editorial está interesada en un manuscrito o en la idea de un libro, agencias literarias como The Foreign Office se encargan de mediar entre el escritor y la editorial.

Portada del libro "La Prisionera de Oro" de Raven Keneddy RTVE

Esta agencia de Barcelona ha gestionado la subasta de la publicación en lengua hispana y portuguesa de la trilogía de novela juvenil La prisionera de Oro, de Raven Kennedy, una best seller que se ha autopublicado y que se dio a conocer a través de una de las últimas fórmulas de promoción; la red social TIK TOK.

“La puja no siempre se la lleva el mejor postor“

La directora de The Foreig Office, Teresa Vilarrubla, asegura que en ocasiones, la puja no se la lleva el mejor postor, si no el que ofrece buenas condiciones al escritor: "Quizás una oferta no es tan alta, pero ofrece unas regalías un poco mejores, o que sea el título más importante dentro de la programación de un año, o que asegure una tirada más alta". El dinero de la subasta es un anticipo a cuenta de los derechos de autor.

Puede parecer que solo haya interés en textos muy comerciales, con thrillers, pero no es así. "Cada texto o cada tipo de autor tiene su mercado y nos podemos encontrar con subastas muy comerciales, donde se puede llegar a pagar hasta 60.000 euros, como con ensayos porque pueden tener una idea novedosa", explica Vilarrubla.

“Es una forma más justa de cara al autor“

"La subasta es una forma más justa de cara al autor. ¿Tengo que decidir yo a quién le tengo que vender el libro y por qué importe cuando son varios los editores que lo quieren publicar? Es una forma de escuchar al mercado", asegura Vilarrubla.

Inmuebles pegajosos

La Agencia Tributaria, la Seguridad Social, el Ministerio de Defensa o ADIF son algunos de los organismos que realizan subastas. En 2019, se subastaron en España casi 60 inmuebles y, con ellos, el estado recaudó 13 millones y medio de euros. Desde octubre de 2015 las subastas de sede judicial se realizan a través de internet.

“Un inmueble de subasta es tóxico, pegajoso“

Luís Miguel Leseduarte es abogado experto en subastas: "Si compramos un inmueble a través de subasta es que algo pasa. Es porque es un inmueble tóxico, pegajoso". Y asegura que muchos ciudadanos salen escaldados por desconocimiento. Recalca que es importante conocer bien los entresijos de las subastas y el lenguaje especializado.

"Creen que han adquirido un inmueble por un valor y no se han dado cuenta que han adquirido unas deudas previas que estaban en la nota simple y que se tienen que hacer cargo de ellas".

En muchas ocasiones se adquiere un inmueble que está alquilado, en el que vive un precarista. Es decir, una persona que ocupa un bien ajeno sin pagar ninguna renta, ya sea porque no tiene contrato o por haber dejado de estar en vigor el que tenía.

“Nunca hay llaves “

En ese caso, advierte Leseduarte, el adjudicatario tendrá que iniciar otro proceso judicial paralelo para expulsar a esa persona de su vivienda: "Si hay alguien viviendo dentro no se va a ir, nunca hay llaves. Vas a tener que echarlo e iniciar un procedimiento de desahucio, que puede complicarse si en el interior viven menores o ancianos".

Luís Miguel Leseduarte, abogado experto en subastas, realizando comprobaciones sobre el terreno RTVE

Parte del trabajo de Luís Miguel es averiguar cuál es el estado de un piso antes de pujar por él. Un cliente le encarga evaluar el estado del inmueble y eso se consigue sobre el terreno. Intenta contactar con la persona que reside en el piso, habla con los vecinos para conocer quién es y también comprueba qué nombre aparece en el buzón y ver si tiene contador. Con toda esa información, realiza un informe para el cliente, que valorará si decide comprar el piso a través de subasta o las condiciones del inmueble no le convencen.

Los pisos de subastas pueden salir a mitad de precio, pero son complicados de gestionar si no se tienen conocimientos. Para no pillarse los dedos es recomendable recurrir a un especialista o formarse.

Formación es prevención

Dar a conocer el mundo de las subastas es a lo que se dedica Olga Morcillo, Agente de la Propiedad Inmobiliaria colegiada y asesora de inversiones. Desde hace 16 años, enseña a APIS, agentes inmobiliarios o pequeños inversores tecnicismos y procedimientos a través de su academia online Aula Inmobiliaria: "En el curso Portal Subasta explicamos al alumno cómo acceder a una subasta telemáticamente".

Para Morcillo, es importante "dominar la terminología técnica, analizar con profundidad las normas por las cuales va a regir esa subasta y conocer el certificado de la finca que sale a subasta".

Olga Morcillo, agente de la Propiedad Inmobiliaria colegiada, imparte cursos sobre subastas RTVE

Esta formación tiene una duración de tres meses y, una vez finalizada, los alumnos siguen recibiendo asesoramiento para sentirse seguros en sus primeras subastas.

Una subasta única en Europa

Muy cerca de la Torre Ágbar de Barcelona se encuentra el Mercat de Bellcaire, popularmente conocido como "Els Encants" (en catalán, Los Encantes). Es un mercado único en Europa. Los lunes, miércoles y viernes, se subastan 39 lotes con antigüedades y todo tipo de trastos, aunque también hay lotes nuevos de stock.

El adjudicatario tiene un día entero para vender el género y recuperar su inversión. Se celebra desde hace más de siete siglos. Sus orígenes se remontan al año 1.300. La última sede se inauguró en 2013.

A la izquierda, la torre Ágbar de Barcelona y a la derecha parte del edificio de la Feria de Bellcaire RTVE

Pedro Pasquín es anticuario y hoy ha subastado su lote por 3.300 euros: "Vaciamos pisos y lo que no nos interesa para nuestra casa de subastas lo traemos aquí. El truco está en poner alguna cosa que atraiga la atención de varios compradores, como un espejo, las monedas o la ropa”.

Mustafá es quien se ha adjudicado este lote. Ahora debe venderlo al por menor para recuperar lo invertido. "He llegado a perder 2.000 euros con algunos lotes, aunque también he sacado mucho beneficio en otros", asegura.

Mustafá comparte los beneficios con un socio. Los dos convierten el regateo en un arte. La cuenta atrás ha empezado: tienen que vender los máximos artículos lo antes posible porque a las 20 horas, el Ayuntamiento de la ciudad recoge todo el género que no ha tenido salida y los dos socios solo obtendrán beneficios si han sido capaces de vender el material.

“Tengo pasión por las subastas“

Ángel de Torres es un conocido del mercado. En el mundillo de las subastas le apodan cariñosamente como El Apóstol. A sus 75 años, es uno de los subastadores más veteranos de España. "Yo tengo pasión por las subastas", confiesa a Repor.

Una devoción que empezó a los 15 años, cuando acompañaba a su padre, restaurador de obras de arte. Empezó en el oficio a los 22: "El sistema de que fuera la gente la que pone el último precio a mí me pareció encantador". Y cree que también hay una realidad de transparencia entre el comprador y el vendedor.

Este martillero tiene miles de anécdotas. Para rememorar una de las que más le gusta contar hay que retroceder 18 años atrás, cuando Barcelona acogió el Fórum de las Culturas. El último día, se subastó todo el material que se había utilizado, desde coches a ordenadores. "Eran 30.000 lotes", explica de Torres. Una subasta que según Ángel podría tratarse de un Récord Guiness: contó con hasta 4.000 personas asistentes. "Ese día entendí por qué el subastador está arriba y nunca abajo", asegura Ángel entre risas.

Ángel de Torres es uno de los subastadores más veteranos de España RTVE

“Hemos pasado de un cliente local a un cliente global“

Ángel de Torres reconoce que internet ha revolucionado el mundo de las subastas: "Hemos pasado de un cliente local a un cliente global". Y recuerda que hace unos años asistían a las subastas hasta 200 personas, y ahora como mucho hay 20 clientes, pero, apostilla: "Hay 8.000 viéndote a través de la cámara". Y aunque los métodos hayan cambiado, para él la subasta sigue siendo igual de apasionante.