El Gobierno se abre a estudiar la reforma del delito de malversación
- Bolaños dice que lo estudiará si algún grupo lo pide en las enmiendas a la reforma de la sedición y hay mayoría en el Congreso
- Aragonès confirma que ERC presentará su enmienda y Junqueras vincula la malversación a los presupuestos catalanes
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha asegurado que el Gobierno estudiará “en profundidad” modificar el delito de malversación en el Código Penal si así lo propone algún grupo parlamentario en el trámite de enmiendas parciales en el Congreso a la reforma del Ejecutivo del delito de sedición y hay una mayoría que lo avale. La reforma del delito de malversación es la última petición que hace ERC y que ha puesto como condición para pactar los presupuestos catalanes con el PSC.
“Como pasará con cualquier enmienda que presente cualquier grupo, lo que haremos será estudiarla en profundidad”, ha afirmado el ministro en una entrevista en la Cadena Ser, que ha añadido: "En la tramitación del de sedición se puede plantear modificar el delito de la malversación".
Sus palabras llegan al mismo tiempo que el presidente catalán, Pere Aragonès, ha confirmado en Rac1 que Esquerra presentará en el Congreso una enmienda a la reforma de sedición del Gobierno para cambiar también la malversación. Una cuestión que el líder de ERC, Oriol Junqueras, también ha puesto como condición para pactar con el PSC los presupuestos de la Generalitat. En una entrevista en El Periódico, Junqueras criticó este domingo que el PSC no ha mostrado "un compromiso con la lucha con la represión", por lo que "es muy difícil" ponerse de acuerdo con alguien "que no prioriza el bienestar del conjunto de la sociedad catalana en todos sus aspectos".
“Ahora empieza la tramitación parlamentaria y lo que tenemos que ver es qué propuestas se hacen, no en una entrevista sino sobre el papel”, ha proseguido Bolaños, quien se ha abierto a esta reforma si la enmienda tiene “una mayoría” en el Congreso.
Las modificaciones penales tienen por clave "construir convivencia"
Sin embargo, ha insistido en que hay que “esperar” a la tramitación, porque “en este momento no hay ninguna propuesta”: “Por tanto, me resulta difícil opinar sobre nada”.
En este sentido, ha asegurado que Esquerra no ha hecho llegar al Gobierno su propuesta ni ambas partes están negociando sobre la malversación.
“No se ha tocado la malversación en la proposición de ley (del Ejecutivo)” como tampoco la rebelión o la desobediencia, ha proseguido Bolaños, quien ha añadido que “hay muchos delitos del código penal que están relacionados con los hechos que ocurrieron en 2017 y que no se han tocado en esta proposición”.
En este sentido, ha asegurado que las modificaciones penales del Ejecutivo tienen por clave “construir convivencia en Cataluña y en España”. “Lo que tenemos que hacer es que nuestro Código Penal sea razonable”, ha zanjado.
Bolaños ha vuelto a desvincular la reforma del delito de sedición de la negociación con ERC de los Presupuestos Generales del Estado y ha explicado que solo cuando los republicanos catalanes rebajaron su posición "de máximos" para suprimirlo y se abrieron a modificarlo se llegó a un acuerdo, pero exclusivamente para su adaptación a los "estándares europeos".
"Es ahí donde todo se precipita", ha recalcado el titular de Presidencia, que ha negado que durante la negociación con el PP para renovar del Consejo General del Poder Judicial se estuviera pactando con ERC la reforma de la sedición y ha acusado a los populares del filtrar "manipuladamente" mensajes privados en una nueva excusa para no llegar a un acuerdo sobre el CGPJ.
Al igual que Bolaños, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha dejado en manos del Congreso la posibilidad de que se reforme también el delito de malversación.
En otra entrevista en TVE, Robles ha reconocido que la reforma es una "decisión política" del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en favor de la "concordia". "Un Gobierno tiene la obligación de tomar aquellas decisiones políticas que considera que son buenas para su país", ha defendido apelando a este espíritu de "concordia" que ha evocado que estuvo presente también durante la Transición.