Los líderes del G20 llegan a Bali para celebrar una cumbre marcada por la guerra en Ucrania
- Los países del grupo ultiman una declaración conjunta que mencionará el conflicto
- El secretario general de la ONU llama a los dirigentes a acelerar la acción climática
La mayoría de líderes de los países del grupo de las 20 principales economías ricas y en desarrollo, el G20, han llegado este lunes a Bali para participar a partir de este martes en una cumbre que estará marcada por las diferencias entre los miembros respecto a la invasión rusa de Ucrania.
Entre fuertes medidas de seguridad y con ambiente festivo, la turística isla indonesia ha recibido a los líderes del grupo, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, que han tenido su primer cara a cara desde que el estadounidense llegó a la Casa Blanca.
Otros dirigentes del grupo han ido haciendo su aparición en Bali, como el presidente de Argentina, Alberto Fernández, el primer ministro británico, Rishi Sunak, el canadiense, Justin Trudeau, y el francés, Emmanuel Macron. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también ha aterrizado este lunes en Bali, ya que España es un invitado permanente.
Se espera que todos los líderes, salvo los de Brasil, México y Rusia, participen desde mañana y hasta el miércoles en la cumbre. La ausencia más notable es la del ruso, Vladímir Putin, quien ha enviado en representación al ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, sobre quien se ha rumoreado que había tenido que ser atendido en un hospital de Bali, una información que ha sido desmentida por el Kremlin.
Se trata de la primera cumbre que celebra el G20 tras la invasión de Ucrania, lo que marcará las conversaciones y la declaración final conjunta, si logran consensuarla, algo que no ha sucedido en las reuniones de menos nivel.
Una declaración conjunta con mención a la guerra en Ucrania
Fuentes diplomáticas han adelantado a EFE que los líderes del grupo están ultimando un borrador de la declaración conjunta para la cumbre de Bali. Las delegaciones de los 20 países participantes, a los que se suman los representantes de la Comisión y el Consejo europeos, han intensificado sus negociaciones en las últimas horas para acordar los principales puntos del texto.
Uno de los principales escollos es si incluir o no la mención de la guerra en Ucrania y que se emplee directamente esa palabra y no otras expresiones, como la de "operación militar especial" que emplea Moscú para referirse a la invasión.
Se espera que el texto final también incluya una mención en contra del uso de las armas nucleares en cualquier conflicto y a favor de las resoluciones pacíficas, una posición que venían defendiendo la Unión Europea y países como Japón, el único de la historia que ha sufrido ataques atómicos.
Las crecientes divisiones entre los países de la UE, Estados Unidos y otros socios como Japón, y Rusia y China, han complicado en gran medida la cumbre de Bali y las posibilidades de que se llegue a un acuerdo de mínimos.
Desde que Rusia invadió Ucrania en febrero, ninguna reunión ministerial del G20 ha logrado un documento consensuado por las diferencias entre los miembros a la hora de incluir alusiones al conflicto y en qué términos hacerlo.
Guterres urge a acelerar la acción climática
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien también se encuentra en Bali, ha llamado a los líderes del G20 a acelerar la acción climática y ha advertido de que estamos "peligrosamente cerca" de los puntos de no retorno. También ha pedido una mayor cooperación para la seguridad alimentaria y la transformación digital "responsable".
"Estamos peligrosamente cerca de puntos de inflexión en los que el caos climático podría ser irreversible", ha avisado el secretario general de la ONU.
Asimismo, Guterres ha pedido a los dirigentes "un nuevo enfoque" en la lucha contra la crisis climática. "Soy de la opinión de que la locura consiste en hacer lo mismo una y otra vez y esperar un resultado diferente". "La ciencia nos dice que el calentamiento global más allá de ese límite supone una amenaza existencial para toda la vida en la Tierra", ha recalcado.