Un inspector de seguridad de Adif carga contra el maquinista: tenía los "elementos necesarios" para ubicarse
- En su declaración califica de "inimaginable" lo que le ocurrió al maquinista: "Es como si salgo con el coche con los ojos tapados"
- Según ha asegurado, varios inspectores afirmaban que la línea "tenía una conducción bastante cómoda" y "tranquila"
El inspector de la Gerencia de Área de Seguridad en la Circulación Noroeste de Adif, Carlos Ayuso, ha criticado al maquinista del tren Alvia accidentado el 24 de julio de 2013, y ha defendido ante la juez que la vía en la que descarriló contaba con los "elementos necesarios" para ubicarse. Se trataba, ha dicho, de una línea "nueva" que contaba con todas las señalizaciones que requería la normativa.
En su declaración, a propuesta de la abogada del Estado que representa al Adif, Ayuso ha calificado de "inimaginable" lo que le ocurrió al maquinista, que frenó tarde y tomó la curva con un exceso de velocidad al atender una llamada del interventor al teléfono corporativo. "Es como si salgo con el coche por la autopista y me tapo los ojos y voy circulando más de kilómetro y medio con los ojos tapados", ha afirmado.
A preguntas de la letrada del estado, el inspector ha precisado que los viajes que realizó en cabina para esta línea fueron "dos, uno en cada sentido", a finales del año anterior al descarrilamiento, en la ida con otro inspector compañero suyo y a la vuelta además con otro inspector de Renfe. En los dos "viajes de acompañamiento" que hizo en esa línea, ha reiterado que no notó "ninguna cosa rara".
"Al ser una línea nueva, la habían integrado con todas las señalizaciones pertinentes que requiere la normativa que existía en ese momento", ha ahondado. Eso sí, ha avisado de que los inspectores "no van a entrar a cuestionar si tenía que tener más o menos señales", pues viene determinado por "la fase de diseño".
"¿Qué iba a aportarle una señal más?"
Sobre la posibilidad de que la baliza que se colocó después del accidente hubiera evitado el descarrilamiento, ha asegurado: "Si no ha visto ninguna de las señales que había, ¿qué iba a aportarle una señal más? Tampoco la hubiera visto".
Además, según ha afirmado, inspectores de seguridad en la circulación de Adif consideraron que la línea entre Ourense y Santiago, en la que se produjo el accidente, "tenía una conducción bastante cómoda" y "tranquila".
Como en jornadas pasadas del juicio otros cargos de Adif, este inspector ha señalado que entre sus funciones no está "entrar a valorar el factor humano". Sin embargo, además del estado de la línea, ha reconocido que los inspectores se dedican a vigilar "que el profesional en la conducción cumpla la normativa en vigor para poder circular en condiciones de seguridad".
A preguntas de un abogado de las víctimas, ha destacado que no le trasladaron "nada" en relación con el aviso del jefe de maquinistas que alertó del riesgo de la curva de A Grandeira. "No puedo actuar ni hacer nada a favor ni en contra de una cosa que desconozco", ha defendido.
"¿Si un maquinista hubiese detectado alguna incidencia, es normal que la trasladen a Adif? ¿Existe un procedimiento?", le ha interrogado la abogada del Estado, a lo que ha contestado que "además de existir una forma reglada, existe una cadena de transmisión en función del peligro que haya detectado".
La "obligación" del maquinista, según ha afirmado, es "comunicarlo al puesto de mando y a partir de ahí se genera una cadena de comunicación" y la información "de una manera o de otra llega a seguridad en la circulación de Adif, que a su vez establecemos un estudio para tratar, si efectivamente es así, de tomar algún tipo de medida para minimizar ese peligro que ha surgido".
Calendario de testificales
La jueza María Elena Fernández Currás tendrá que determinar a lo largo del juicio, que se extenderá varios meses, si el maquinista del tren accidentado, Francisco José Garzón Amo, y el ex director de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte (los dos únicos imputados), son responsables de hasta 80 delitos de homicidio y 145 delitos de lesiones por imprudencia profesional grave.
El testigo que ha declarado este martes desempeñó sus funciones junto a otros compañeros como Roberto Sáez y José Antonio García Díez, que declararon como imputados durante la instrucción del caso. El segundo ha fallecido y el primero, citado en un primer momento en el juicio, está a tratamiento médico y no comparece finalmente al renunciar Abogacía del Estado a su testimonio.
Según el calendario previsto en el juicio, en la próxima jornada prevista este miércoles declararán el superior inmediato del jefe de maquinistas que avisó del riesgo de la curva de Angrois, José Luis Rodríguez Vilariño, y el miembro del equipo de la gerencia de seguridad en la circulación de Renfe Viajeros, Ángel Lluch Perales, con el que José Ramón Iglesias Mazaira asegura que llegó a hablar sobre el tema.
Iglesias Mazaira es el jefe de maquinistas que redactó un informe sobre incidencias y riesgos de A Grandeira antes de que se produjera el siniestro.
En la última jornada del juicio por el siniestro, celebrada el pasado jueves, el ex director general de Operaciones e Ingeniería y exresponsable de la Dirección General de Explotación y Desarrollo de Infrestructura de Adif, Alfonso Ochoa, señaló a Renfe como la responsable de supervisar la conducción de los maquinistas y descargó la responsabilidad sobre el maquinista. "Que cada palo aguante su vela", llegó a decir.