El mandato de Biden, a prueba ante el impacto de un liderazgo dividido del Congreso
- Los republicanos han logrado el poder en la Cámara de Representantes tras asegurarse 218 escaños
- Las legislaturas divididas son bastante comunes en EE.UU., la última durante los dos últimos años de mandato de Trump
Las elecciones legislativas de Estados Unidos han dejado en el país una legislatura con el poder dividido a partir de enero y un reto para el presidente, Joe Biden, que en los próximos dos años que le quedan de mandato tendrá que sacar adelante su agenda con los republicanos liderando la Cámara de Representantes.
La victoria les da a los republicanos el poder de frenar la agenda de Biden, así como llevar a cabo investigaciones potencialmente dañinas políticamente sobre su Administración y su familia, a pesar de que los resultados de las legislativas están bastante lejos de la "ola roja" que se esperaba el Partido Republicano.
Los republicanos han logrado la mayoría de la Cámara de Representantes, después de un escrutinio que se ha alargado durante más de una semana desde que se celebraron las elecciones el pasado 8 de noviembre. En este sentido, los republicanos se han asegurado 218 de los 435 escaños de la Cámara de Representantes, el mínimo para garantizar que queda bajo su control, cuando aún quedan por determinar ocho asientos.
Las legislaturas con el poder dividido, en los que una o las dos Cámaras del Congreso están bajo control de un partido distinto al del presidente, son bastante comunes en Estados Unidos. El más reciente es el de los dos últimos años de mandato de Donald Trump, cuando el Partido Demócrata se hizo con el control de la Cámara Baja del Congreso.
Bloqueo sistemático de cualquier normativa
A la espera de cómo se desarrolle el futuro ciclo legislativo, los republicanos han nominado ya a Kevin McCarthy, actual líder de la minoría en la Cámara Baja, como posible sucesor de la demócrata Nancy Pelosi, quien preside la Cámara de Representantes.
El presidente de esta cámara, conocido como 'speaker', marca el calendario legislativo y gestiona qué proyectos de ley van a ser debatidos y cuándo. En este sentido, el profesor emérito de Ciencias Políticas en la Universidad de Ohio, Paul Beck, anticipa a EFE un bloqueo sistemático de cualquier normativa demócrata por parte de los republicanos.
Por su parte, a los demócratas les quedará con el control del Senado la exclusividad de confirmar las nominaciones presidenciales de cargos en la Administración, los jueces federales y los embajadores, y de celebrar los juicios políticos de funcionarios federales.
Pero el actual clima de polarización en Estados Unidos hace muy probable que cualquier normativa se vea frenada en una u otra cámara y que el presidente del país se vea obligado a recurrir a decretos ejecutivos para poder sacar adelante sus propuestas.
En Estados Unidos, cada cámara es capaz de iniciar un proceso legislativo, pero antes de ser enviados al presidente, los proyectos de ley deben ser aprobados en ambas Cámaras del Congreso.
Abrir nuevas investigaciones
Sin embargo, el giro no será únicamente legislativo. Los republicanos ya adelantaron a principios de este mes que en caso de hacerse con el control de la Cámara de Representantes investigarían la "politización" del FBI o las razones que llevaron a registrar la mansión en Mar-a-Lago del expresidente Donald Trump.
En su punto de mira también tienen por qué se decidió crear una nueva oficina de Terrorismo Nacional en la Sección Antiterrorista de la División de Seguridad Nacional, así como la investigación al hijo de Biden, Hunter, por presuntos delitos fiscales y una declaración falsa relacionada con la compra de un arma. Los republicanos ya han preparado una hoja de ruta de 1.000 páginas que tienen planeado presentar al FBI y al Departamento de Justicia.
Los republicanos también podrían comenzar un 'impeachment' contra el presidente demócrata por diferentes motivos, desde la retirada de tropas de Afganistán a la política fronteriza de Biden, aunque los expertos lo descartan.
Un equilibrio de fuerzas
Nada más conocerse los resultados en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Biden tendió este miércoles la mano a los republicanos para colaborar. "El futuro es demasiado prometedor como para estar atrapados en una guerra política", señaló en un comunicado.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, señaló este martes que "actuamos siempre que podemos desde una perspectiva bipartidista". "Damos la bienvenida a los republicanos para trabajar juntos y sacar cosas adelante", añadió.
Por su parte, desde el bando contrario, también se apostó por acercar posturas. El senador Josh Thune sostuvo que "si queremos soluciones para los estadounidenses deberemos encontrar un terreno común de entendimiento".
Pero está por ver la influencia que pueda jugar Trump en los próximos dos años antes de que se celebren las presidenciales de 2024, a las que ya ha confirmado que se presentará como candidato.