Muere Hebe de Bonafini, presidenta de las Madres de Plaza de Mayo
- La activista, que ha fallecido a los 93 años, uno de los rostros que encabezó las protestas contra la dictadura militar en Argentina
- El presidente Alberto Fernández ha despedido "con dolor y respeto" a una "luchadora incansable" por los derechos humanos
La presidenta de la asociación argentina Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, ha muerto este domingo a los 93 años de edad, según ha informado la vicepresidenta del país, Cristina Fernández. , en un mensaje en su cuerta de Twitter.
"Queridísima Hebe, madre de Plaza de Mayo, símbolo mundial de la lucha por los Derechos Humanos, orgullo de la Argentina. Dios te llamó el día de la Soberanía Nacional... No debe ser casualidad. Simplemente gracias y hasta siempre", manifestó la también expresidenta del país (2007-2015) en un tuit.
El Gobierno argentino ha decretado tres días de luto nacional por la muerte de la activista, según un comunicado difundido por la Presidencia.
"Su memoria y su lucha estarán siempre presentes como guía en los momentos difíciles", señala el comunicado del Ejecutivo del peronista Alberto Fernández, quien ha despedido con "dolor y respeto", de la que dice que es una "luchadora incansable por los derechos humanos".
Bonafini había sido ingresada el pasado 10 de octubre en el Hospital Italiano de La Plata, ciudad donde residía, para someterse a estudios complementarios de sus "afecciones crónicas no transmisibles", y fue dada de alta tres días después.
La última aparición pública de Bonafini fue el pasado 10 de noviembre, en la tradicional "ronda" que llevan a cabo todos los jueves las Madres de Plaza de Mayo frente a la Casa Rosada.
"Los médicos me dejaron venir porque saben que también es parte de mi salud. Necesito la plaza para curarme, los necesito a ustedes para mejorarme", señaló la activista en aquella oportunidad.
Espíritu revolucionario
El fallecimiento de Bonafini provocó reacciones dispares en redes sociales, con múltiples mensajes de tanto de cariño como de rechazo a su figura, que estuvo muy marcada por sus declaraciones polémicas y sus alabanzas a personajes como Ernesto "Che" Guevara, Fidel Castro o Hugo Chávez.
Ese espíritu revolucionario no afectó a su fama en el extranjero, en donde cosechó numerosos premios y distinciones, hasta el punto de compartir escenario con el cantante británico Sting al compás de "They dance alone" en varias ocasiones.
Ese tema, compuesto por el exlíder de The Police en 1987, fue un homenaje a las mujeres chilenas que habían perdido a sus hombres durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y se extendió, durante sus actuaciones en Argentina, a la reivindicación de las Madres de Plaza de Mayo.
La activista por los derechos humanos, que habría cumplido 94 años el próximo 4 de diciembre, presidía desde 1979 una de las facciones de la organización integrada por madres que perdieron a sus hijos durante la última dictadura cívico-militar de Argentina (1976-1983).
Junto a centenares de madres y abuelas, Hebe de Bonafini fue la cara visible de las manifestaciones para encontrar a los desaparecidos durante el autodenominado 'proceso de reorganización nacional', unas 30.000 personas entre militantes políticos y sociales, sindicalistas, estudiantes y artistas, según estimaciones de los organismos de derechos humanos.
La labor de esta mujer de orígenes humildes no concluyó con el final de la dictadura y se prolongó durante años de compromiso social, un tiempo que no estuvo exento de polémicas en torno a su figura.
Orígenes humildes
Nacida el 4 de diciembre de 1928 en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, Hebe María Pastor tuvo que trabajar desde muy joven para poder salir adelante, al igual que su primer y único novio, Humberto “Toto” Bonafini, con quien contrajo matrimonio el 9 de noviembre de 1949.
Entre 1977 y 1978 desaparecieron dos de sus hijos varones, Jorge y Raúl, activistas del movimiento estudiantil, y la esposa del primero, María Elena. Hebe, hasta entonces una madre como otra cualquiera, comenzó entonces a recorrer todos los días los 50 kilómetros que separan La Plata de la capital argentina en búsqueda de respuestas.
No era la única en esa situación. Embargadas por la desesperación, cientos de madres y abuelas acudían diariamente a Buenos Aires para tratar de dar con sus hijos y nietos, razón que llevó a 14 de ellas a efectuar, el sábado 30 de abril de 1977, la primera marcha frente a la Casa Rosada en repudio del Gobierno.
Esa costumbre llevó a la creación de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, una entidad presidida por Hebe desde su nacimiento y que durante esos años cobró una enorme relevancia internacional, pese a sufrir todo tipo de persecuciones por parte de la dictadura.
Declaraciones polémicas
Hebe también destacó públicamente por sus opiniones más que polémicas, producto de una fuerte personalidad y de la incapacidad de medir sus palabras. Su salida de tono más escandalosa la protagonizó en 2001, después de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, afirmando sentir "alegría" por lo sucedido y que no le dolió "para nada".
Ese talante "antiimperialista” se tradujo en un fuerte apoyo a personajes como el Che Guevara, Fidel Castro o Hugo Chávez y en duros ataques a los presidentes “neoliberales”: en 1991 calificó a Carlos Menem (1989-1999) de "basura", exabrupto que le valió una causa por "desacato", mientras que a Mauricio Macri (2015-2019) lo tildó en diversas ocasiones de "necio, cínico y mentiroso".
Durante la presidencia de Macri, la activista estuvo en el punto de mira de la Justicia por corrupción, rozando incluso el arresto por negarse a comparecer ante el juez. Unas críticas que también alcanzaron al actual presidente, Alberto Fernández, a quien pidió el pasado 26 de agosto que “hable lo menos posible”.
A pesar de todas esas polémicas, el legado de Hebe de Bonafini al frente de Madres de Plaza de Mayo es inconmensurable: la asociación cuenta hoy con un instituto universitario propio, una radio y la administración de un centro cultural donde se hallaba el centro clandestino de detención de la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA).
Galardonada con decenas de premios por todo el mundo, Hebe de Bonafini siempre fue muy clara respecto a cómo quería ser recordada tras su muerte: como una madre que peleó "no solo por sus hijos, sino por todos".