¿Qué es la bronquiolitis?: síntomas, factores de riesgo y cómo prevenirla
- Las urgencias pediátricas de España están desbordadas por una ola de bronquiolitis que aún no ha llegado a su pico
- Lee por qué han aumentado los casos, consejos para evitar los contagios y señales de alarma
Las urgencias pediátricas de España están desbordadas. Una ola de bronquiolitis que amenaza con llegar a su pico durante el próximo mes de diciembre ha disparado las consultas en menores de 4 años y preocupa a los médicos, que ya han pedido la creación de un observatorio en tiempo real de la enfermedad. Pero, ¿qué es esta enfermedad? En RTVE.es te explicamos por qué han aumentado sus contagios, cuáles son sus síntomas y factores de riesgo y cómo prevenirla.
¿Qué es la bronquiolitis?
Como explica la Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP), la bronquiolitis es una infección de los pulmones y del aparato respiratorio de los niños que afecta a los bronquios, fundamentalmente a los más finos.
La infección puede ser causada por varias clases de virus, pero el más común es el llamado Virus Respiratorio Sincitial (VRS), que está tensionando las urgencias pediátricas. Otros menos frecuentes son el de la gripe, parainfluenza, adenovirus y metapneumovirus.
Puede aparecer en cualquier época del año, aunque lo más habitual es que surja en los meses invierno y al comienzo de la primavera (desde noviembre hasta marzo y abril), mientras que lo normal es que su pico de contagios se alcance en diciembre.
Pero ahora los hospitales están recibiendo un 40% más de casos que antes del comienzo de la pandemia, según datos de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP).
¿Por qué han aumentado los casos?
Este 2022, los primeros casos de bronquiolitis se empezaron a atender en julio, mientras que en época prepandemia este virus aparecía en octubre, han destacado los pediatras de la SEUP.
Los expertos consideran que existen varias razones que explican esta situación, pero las más probables pasan por la falta de circulación del virus en los últimos dos años.
La retirada de las mascarillas junto a la ausencia de inmunidad en los niños que nacieron o pasaron sus primeros años en plena pandemia son otros de los motivos que contemplan los médicos.
Además, la mayoría de los niños que están llegando ahora a las urgencias pediátricas presentan más de un germen asociado. Concretamente, la confluencia de la bronquiolitis por VRS con la gripe y la COVID ha disparado las consultas en menores de 4 años.
El aumento de los tres virus se produce sobre todo en la franja de edad de 0 a 4 años, según cifras del sistema de Vigilancia Centinela de Infección Respiratoria Aguda de la segunda semana de noviembre.
Mocos, tos, febrícula o "pitos" en el pecho: sus síntomas
Según recoge la Asociación Española de Pediatría, la mayoría de las bronquiolitis son leves y cursan como un catarro o resfriado que se resuelve en pocos días, en alrededor de una semana.
Entonces se presentan con mocos y tos, pero otras veces, cuando el niño lleva hasta cuatro días así, pueden observarse dificultad para respirar y “pitos” en el pecho o un sonido más grave o de burbujeo.
Lo anterior sucede cuando los bronquios del niño están obstruidos por la inflamación y por el moco que segrega la propia enfermedad, como señala la Sociedad Española de Neumología Pediátrica.
Es posible también que tenga febrícula o fiebre, menos apetito, vómitos con mucosidad o dificultad para comer.
¿Cuándo se vuelve grave un caso de bronquiolitis?
La SENP recoge una lista de síntomas de alerta ante la que, una vez realizado el diagnóstico de bronquiolitis, se debe acudir inmediatamente al centro sanitario.
La primera de ellas es si el niño está vomitando, no puede retener los líquidos y los pañales están más secos de lo normal. Es posible que esté deshidratado por la falta de apetito o los vómitos.
Si el menor está más cansado de lo normal, si su piel se vuelve de color morado (en especial alrededor de los labios o en las yemas de los dedos) o si suda en exceso y se vuelve pálido son otras señales de alarma.
Por último, se debe estar atento a si el niño respira peor y más deprisa y si al hacerlo se le marcan las costillas, mueve mucho el abdomen, se le hunde el pecho o deja de respirar durante segundos.
La edad, el factor de riesgo más importante
El factor de riesgo más importante de la bronquiolitis es la edad. Los pacientes suelen tener normalmente menos de dos años y es especialmente frecuente en los menores de 6 meses.
Además, los lactantes menores de 3 meses y los bebés prematuros son los que tienen más riesgo de hospitalización. También son muy vulnerables los niños con problemas cardíacos, respiratorios, musculares o del sistema inmune (alteración en las defensas).
La exposición al humo del tabaco y la ausencia de lactancia materna son igualmente otros factores de riesgo.
¿Cómo prevenir la bronquiolitis?
El VRS es muy contagioso, como señala la Asociación Española de Pediatría. Se transmite a través de la saliva y de la mucosidad del paciente infectado. Puede contraerse, por ejemplo, al tocar superficies como juguetes o chupetes y tocarse la boca, la nariz o los ojos.
Para prevenir su contagio, los expertos proponen lavarse frecuentemente las manos, emplear pañuelos de papel desechables, no llevar a los menores a los centros de Educación Infantil mientras estén enfermos y evitar que adultos con infecciones respiratorias como un catarro leve se acerquen a ellos.
Si alguno de los dos padres está acatarrado, se recomienda usar mascarilla y lavarse muy bien las manos antes de coger al niño.
Evitar el humo del tabaco y los ambientes muy concurridos son otras dos buenas medidas de prevención, así como proseguir con la lactancia materna, pues protege frente a las infecciones víricas.
En cualquier caso, la SENP señala que posiblemente la medida más eficaz para evitar el contagio sea que cualquiera que vaya a tocar al niño o a sus juguetes o biberones se lave las manos con agua y jabón previamente.
¿Cuál es su tratamiento?
Según los médicos de la SENP, no existe ningún medicamento que facilite la curación de la bronquiolitis actualmente, pues tampoco son útiles los antibióticos.
Por fortuna, la bronquiolitis es una enfermedad benigna, que evoluciona espontáneamente bien y que solo requiere medidas de soporte que pueden realizarse en casa.
Las medidas de soporte en el domicilio consisten en procurar bajarle la fiebre, y mantenerlo hidratado, realizarle lavados nasales frecuentes y aspirar las secreciones de la nariz y mantener al niño algo incorporado para que respire mejor.
No obstante, se debe consultar con su pediatra antes de realizar cualquiera de estas acciones.