Enlaces accesibilidad

Objetivo Ucrania: del Dniéper al Donets, el reto militar de cruzar los ríos en una guerra

  • Ucrania tiene capacidad técnica para cruzar el Dniéper, pero hacerlo sin superioridad aérea sería temerario según los expertos

La batalla del Donets, cuando Rusia fracasó en su intento de cruzar este río, demuestra la dificultad de la operativa

Por
Los rusos intentaron tender un puente de pontones bajo el destruido puente de Antonovskiy sin éxito
Los rusos intentaron tender un puente de pontones bajo el destruido puente de Antonovskiy sin éxito

"No hay nada nuevo en el problema de cruzar ríos. Es uno de los problemas militares más antiguos que existen y ha sido resuelto de todas las formas imaginables, aunque me atrevo a sugerir que sería difícil mejorar el plan adoptado por Josué cuando cruzó el Jordán", cuyas aguas se separaron milagrosamente -según la Biblia- para dejar pasar al pueblo de Israel hasta Jericó. La cita, con chascarrillo incluido, pertenece al discurso The crossing of rivers in warfare de un coronel apellidado Bernard que fue publicado en 1925 por la revista especializada en temas militares de la británica Royal United Service Institution, la más antigua en su género.

Casi un siglo después, el cruce de los ríos en guerra -fronteras naturales que determinan los frentes y frenan ataques y contraofensivas -sigue siendo determinante en un conflicto como el de Ucrania, donde el Dniéper se ha convertido en los últimos días en el principal escenario del teatro militar, con la retirada rusa de Jersón y su repliegue en la orilla oriental tras volar los pocos puentes que quedaban en pie para evitar que los ucranianos siguieran avanzando. Ya en junio, la inteligencia británica señaló que "en los próximos meses" las operaciones para cruzar ríos se encontrarían entre los factores "determinantes más importantes en el curso de la guerra".

Ucrania es uno de los países europeos con mayor proporción de aguas continentales junto a los escandinavos y Bielorrusia.

Cuenta con una red fluvial de más de 23.000 ríos que irrigan la tierra de uno de los graneros más importantes de Europa, aunque apenas una docena supera los 500 kilómetros

En la guerra de Ucrania están siendo claves el Dniéper -el cuarto río más largo de Europa-, el Donets y su afluente Oskil, y el Bug Meridional.

Los puentes sobre los ríos son uno de los principales objetivos de los bombardeos en una guerra. Ucrania voló sus propios puentes al inicio de la invasión rusa -de la que se cumplen nueve meses- para evitar que los rusos llegaran a Kiev, y Rusia ha hecho lo propio al retirarse a la orilla oriental del Dniéper. "Cuando tú avanzas, el que se defiende lo que trata es de volarte los puentes para que no cruces y cuando tú te retiras, los vuelas para que no te persigan", explica el vicealmirante José Manuel Sanjurjo, miembro de la Real Academia de Ingenieros.

"Desde los tiempos de Jerjes, incluso desde los romanos, atravesar un río siempre fue un reto tecnológico tremendo. El río es siempre una frontera natural y lo sigue siendo y cada vez más", señala este experto. Porque, a pesar de que hay muchos medios -como la posibilidad de desplegar puentes de pontones, formados por plataformas flotantes, el uso de ferrys o los vehículos anfibios-, la dificultad radica en no ser descubierto y bombardeado por el enemigo en esta "maniobra tremendamente arriesgada y compleja".


El Dniéper: el reto de cruzar uno de los ríos más largos de Europa

El Dniéper -con una longitud de más de 2.200 kilómetros en total y una anchura mínima de entre 400 y 500 metros en la zona de Jersón- se ha convertido en la nueva línea de frente tras la retirada rusa a la orilla oriental. Los ejércitos ruso y ucraniano llevan días cruzándose fuego de artillería de un lado al otro del río. Con los puentes destruidos, si Ucrania quisiera seguir avanzando tendría que plantearse cruzarlo.

Como explica el jefe del Departamento de Geografía de la UNED, Antonio Fernández, el Dniéper "no es excesivamente profundo, pero además de su anchura, tiene un lecho arenoso muy móvil, corrientes que generan turbidez y lagunas paralelas a la costa pantanosas", que dificultan el movimiento de las tropas. "Su caudal en la desembocadura alcanza los 1.650 metros cúbicos por segundo. Para hacernos una idea, es casi tres veces el caudal de la desembocadura del Ebro", añade.


El escritor y analista de defensa Juanjo Fernández señala que actualmente "Ucrania sí tiene la capacidad técnica para cruzar el Dniéper en los alrededores de Jersón; de hecho, lo hizo en unas maniobras en 2016 cuando tendió un puente flotante de más de 500 metros" a la altura de esta ciudad. Otra cosa distinta es poderlo hacer en tiempos de guerra. "Si los ucranianos deciden pasar y pueden pasar es que ha habido un desmoronamiento del frente ruso" en la orilla izquierda del Dniéper. Un intento de pasar con oposición de las tropas rusas sería un "suicidio" como el propio Fernández planteaba hace unos días en un artículo en El Confidencial.

El resto de expertos consultados coinciden: es necesario tener superioridad aérea absoluta para evitar ser descubierto y bombardeado como le ocurrió a Rusia en el Donets en mayo. Al respecto, el general de división retirado Manfredo Monforte, doctor ingeniero de Armamento y Artillero de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares, señala que "el río se puede cruzar fácil si no hay fuego enemigo y es una insensatez cruzarlo bajo el fuego enemigo", como ocurre actualmente con el cruce de artillería entre los dos ejércitos. Una artillería, añade, con un alcance de 70 kilómetros.

Ucrania cuenta con material ruso para intentar salvar el cauce de un río. Uno de los modelos que tiene, el PP-91, está formado por 32 tramos flotantes y requiere más de medio centenar de camiones para su transporte hasta la orilla del río y un batallón de más de 200 ingenieros. Para salvar una anchura de 500 metros, estima Fernández, Ucrania necesitaría montar dos puentes completos seguidos.

La operación de desplegar un puente de pontones, en cualquier caso, no consiste solo en tender el material sobre el cauce del río. Exige, en primer lugar, asegurar en la orilla a la que se quiere llegar, lo que se conoce como cabezas de puente, es decir, zonas en la otra margen donde se bata al enemigo para convertirlas en terreno seguro. Cruzar un río requiere, además, concentrar a las tropas que van a pasar en la orilla durante días evitando en todo momento ser descubiertas. Ahí es clave intentar engañar al enemigo, hacerle creer que se cruzará en otro punto como se hizo en el desembarco de Normandía.

De momento, no ha habido ningún intento serio de cruzar el Dniéper con el grueso de tropas, pero lo que sí está realizando Ucrania son incursiones a la orilla controlada por Rusia de los equipos de operaciones especiales, como anuncia el propio Gobierno ucraniano en sus redes sociales. Esta misma semana, Rusia afirmó que había aniquilado a un grupo de "sabotaje" cuando intentaba cruzar el río en la zona de Dniprovske, informa Efe. Estas misiones, explica Juanjo Fernández, tienen un doble objetivo: mantener presión sobre los rusos, que pueden verse obligados a detraer tropas de otros puntos; y localizar objetivos para futuros bombardeos.


En los últimos días, Ucrania ha puesto también en el punto de mira Kinburn Spit, una lengua de arena en la península del mismo nombre, que aún controla Rusia. Kiev ha reconocido que está llevando en este punto una operación militar.

Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), recuperar esta porción de tierra permitiría a Ucrania "aliviar los ataques rusos en la costa del Mar Negro, aumentar la actividad naval en el área y llevar a cabo potenciales operaciones para cruzar a la orilla izquierda de la región de Jersón bajo una artillería rusa significativamente menor comparada con cruzar el río Dniéper". Hacerse con Kiburn es controlar la puerta de entrada a las desembocaduras de este último río y el Bug Meridional, subraya el think tank estadounidense.

A finales de octubre, el ISW señaló en uno de sus informes diarios, que el invierno es"usualmente la mejor estación para la guerra mecanizada en Ucrania" ya que al congelarse los arroyos y algunos de los ríos se facilitaban los avances campo a través, frente a la primavera, una estación de "pesadilla" que convierte el campo en un mar de lodo con el deshielo. Pese a ello, el geógrafo de la UNED Antonio Fernández ve complicado cruzar el Dniéper con maquinaria pesada: "Podría congelarse, pero no completamente como los ríos siberianos, que se convierten en verdaderas autopistas".

Monforte ve además otro problema. Aunque el hielo pudiera facilitar el movimiento de los tanques y los blindados, hay que tener en cuenta la moral de las tropas en invierno y que los camiones cisterna convencionales tienen que ir por las carreteras convencionales. En definitiva, con la nieve "la logística se complica muchísimo y la guerra actual es logística, logística, logística".


Volar puentes e inundar el terreno para proteger Kiev

Cuando Rusia invadió Ucrania el pasado 24 de febrero, intentó llevar a cabo una operación relámpago que le permitiera hacerse con el control de Kiev en los primeros días. Sin embargo, Ucrania logró salvar su capital recurriendo a dos estrategías: inundar inmensas extensiones de terreno para dificultar el avance de las columnas de blindados que se dirigían hacia Kiev y volar puentes como el de Irpin, cuyas fotografías con centenares de refugiados debajo de sus arcadas destruidas intentando huir de las bombas se han convertido en una de las imágenes icónicas de la guerra.


"Ucrania está llena de ríos y creo que uno de los fracasos de la inteligencia rusa en Kiev fue por este tema. Tú ves alrededor de Kiev y son todo lagos, ríos pequeños. Es un terreno muy difícil para moverse, sobre todo con unidades acorazadas", señala el vicealmirante José Manuel Sanjurjo.

Además de volar los puentes por todo Kiev, Ucrania liberó agua de las represas de tres ríos afluentes del Dniéper: el Irpin, el Zdyvzh y el Teteriv, llegando a inundar aldeas enteras como la de Demydiv, según explica el Modern War Institute en Waterworld: How Ukraine flooded three rivers to help save Kyiv. Esta situación "obligó a los rusos a tomar carreteras y puntos de estrangulamiento" donde Ucrania les tendió emboscadas, según este artículo, que compara esta batalla por Kiev con la batalla de las Termópilas.

El geógrafo Antonio Fernández, por su parte, explica cómo con esta estrategia "crearon un suelo inestable, barro para entendernos, que imposibilitó el movimiento de la maquinaria de guerra incluso de los vehículos de cadenas. Esta circunstancia unida a los problemas de logística de los rusos (...) hicieron que la capital no cayera. Los ucranianos han jugado con su medio físico y le han sacado una rentabilidad máxima".


El fracaso ruso en la Batalla del Donets

El río Donets, que riega el Donbás al este de Ucrania, ha dado nombre a una de las batallas de la guerra, la que se desarrolló a principios de mayo cuando el ejército ruso intentó cruzarlo sin éxito. Las imágenes de los pontones flotando en el agua y los blindados completamente abrasados en las orillas -difundidas por el Ministerio de Defensa ucraniano- ilustran la dificultad de una operación tan complicada y compleja como cruzar un río. Como ya se ha visto, no solo es tender los pontones, sino no ser descubierto por el enemigo.


El general Manfredo Monforte subraya que el problema de esa operación para Rusia "fue de inteligencia". Ucrania, explica este miembro de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares, bombardeó a los rusos cuando intentaban cruzar confiados de que las tropas de Kiev estaban en franca retirada mientras ellos parecían avanzar sin problemas. "El apoyo más importante que tiene Ucrania en esta guerra es la inteligencia occidental, especialmente de Reino Unido y Estados Unidos", añade.

Las pérdidas tanto humanas como de material fueron tan elevadas, que desataron las críticas feroces de muchos de los llamados milblogers rusos -una comunidad de más de medio millar de comentaristas militares favorables a la guerra que se ha convertido en "voz autorizada" sobre la marcha de la contienda, según el ISW- por la "incompetencia" de su ejército en esta operación.

Junto al Donets, el Oskil, su afluente, también ha tenido un papel importante como barrera natural en la guerra de Ucrania. En septiembre, cuando Ucrania logró recuperar gran parte del territorio ocupado en Járkov en una operación relámpago que apenas duró unos días, las tropas se vieron frenadas por su cauce en Kupiansk. Sin embargo, la falta de una línea defensiva estable por parte de Moscú en la otra orilla ha permitido a Kiev seguir avanzando.


El Bug Meridional, un obstáculo para llegar a Odesa

El Bug Meridional, otro de los ríos más importantes de Ucrania, supuso una barrera infranqueable para Rusia al principio de la invasión. Moscú se hizo rápidamente con la capital de Jersón, pero le costó más avanzar hacia la ciudad de Mykolaiv. En un momento dado, las tropas parecieron decidir rodearla para intentar cruzar el Bug, que atraviesa la capital, y poder así seguir avanzando hacia Odesa. Sin embargo, Rusia no logró en ningún momento pasar al otro lado.


Durante aquellas primeras semanas de la invasión, se temió que Odesa -la perla del Mar Negro- corriera la misma suerte que otras localidades conquistadas por los rusos. La ciudad se enfrentaba al riesgo de que las tropas de Putin lograran vadear finalmente el Bug y a un posible ataque anfibio lanzado desde el Mar Negro que nunca ocurrió.

"El terreno de Ucrania es aparentemente llano, pero la realidad, metiendo la lupa de la escala, es que no es tan fácil", señala el profesor Antonio Fernández. "Desde que Kant dijo que la geografía era la ciencia del espacio y la historia la ciencia del tiempo, han ido unidas. Interactúan mutuamente. Los elementos naturales siempre han sido críticos en todas las batallas de la humanidad desde que hay registros". Y así está ocurriendo en Ucrania.

Monforte, miembro de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares, subraya que los ríos tienen "tal importancia en el combate que dan lugar a nombrar batallas por su nombre" como ya ocurrió con las batallas del Ebro o el Jarama en la Guerra Civil española: "Cuando un río da lugar a nombrar una batalla, y podría ser la batalla del Donets o la del Dniéper, es que es difícil de pasar".

Sobre esta información

Los datos sobre el número de ríos que hay en Ucrania han sido extraídos de la Enciclopedia de Ucrania del Instituto Canadiense de Estudios Ucranianos. Se ha extraído información de los informes del Instituto para el Estudio de la Guerra, del Ministerio de Defensa de Reino Unido y del Modern War Institute. 

Este reportaje se ha hecho con la colaboración de Paula Guisado, Jaime Gutiérrez y José Manuel Pina, del equipo de DatosRTVE.