La M.O.D.A.: un grupo sin complejos de escenario

• El grupo ha cerrado en Madrid la gira en la que ha presentado su último disco Nuevo cancionero burgalés
• La Maravillosa Orquesta del Alcohol cruzará el charco en marzo de 2023 para tocar en el Festival Vive Latino de México

La MODA cierra su gira en el madrileño WiZink Center

Hace algo más de tres meses que los siete componentes de La M.O.D.A. se subían al escenario que les habían preparado en Covarrubias, un pueblo de la provincia de Burgos que cuenta con algo más de 500 habitantes.

El decorado lo ponía el propio pueblo y su gente, no hacían falta las luces robóticas ni las pantallas led de última generación. Los siete de La M.O.D.A. no tienen demasiado complejo cuando se suben a un escenario. Sea donde sea y estén donde estén.

En medio de una tarde de otoño en Madrid, cuando cae ya la poca luz que queda del día, las farolas de la calle del Noviciado iluminan el paso a paseantes y a gente que observaba los escaparates.

En uno de ellos se ven vinilos, camisetas de grupos de rock y un cartel de Raphael colgado. Es el escaparate de Marilians Récords. Una pequeña tienda de discos en el centro de la capital.

Las Tardes en RNE - "Nuevo cancionero burgalés" de LA MODA. - Escuchar ahora

Entramos y dentro sobre un sofá pequeño nos esperan los siete componentes de la Maravillosa Orquesta del Alcohol, a quienes hoy se les conoce ya más por sus siglas: La M.O.D.A.

Han quedado con RTVE para hablar sobre su última gira, que ha tenido más de 50 conciertos en diferentes puntos de España, y para compartir sensaciones unas horas antes del último concierto de la tirada en Madrid.

Después de ubicarnos en la tienda, rodeados de discos y con un hilo musical de fondo comienza la entrevista. David, el cantante del grupo, dice al dueño del local que prefiere que no suenen ellos de fondo, que ponga algo por ejemplo de Ortiga.

Sentados por este orden: Jacobo Naya (guitarrista, teclista y banjista), Caleb Melguizo (percusionista), David Ruiz (guitarrista y cantante), Nacho Mur (guitarra) Alvar de Pablo (vientos varios) Joselito Maravillas (acordeonero) y Jorge Juan Mariscal (bajista), nos miran atentamente para responder a algunas cuestiones sobre su música.

Pregunta.- ¿Qué tal estáis después de una gira tan larga?

Respuesta.- Caleb Melguizo: "Muy contentos con el resultado de haber podido tocar después de venir de una gira de pandemia donde parecía imposible poder hacer esto. Contentos y con ganas de seguir el año que viene con la gira. Ahora con ganas de acabar el año en el WiZink Center dándolo todo".

P.- Ha sido una gira muy diversa, habéis estado en sitios muy grandes, pero también habéis estado en sitios más pequeños, ¿esa puede ser la magia de La M.O.D.A.?

R.- Caleb Melguizo: "Siempre hemos tocado en diversos escenarios, en diversas plazas y cada una tiene sus cosas buenas y sus peculiaridades. Hemos disfrutado mucho de poder tocar en salas, en grandes festivales. Pero, luego también poder tocar en los pueblos de dónde salimos, dónde empezamos, pues siempre ha sido muy especial para nosotros y creemos que a veces no sólo con las palabras sino con los actos demuestras un poco lo que te hace sentir, lo que te hace vibrar y lo que te emociona de verdad".

P.- Gira especial además porque los conciertos volvían a ser lo que eran. ¿Habéis notado a la gente diferente de cómo estaban antes de la pandemia?

R.- Nacho Mur: "Lo bueno que hemos tenido nosotros es que hemos tocado casi en todas las situaciones: cuando los aforos estaban reducidos, la gente estaba con mascarillas, seguimos tocando y vimos como luego quitaban mascarillas también distancia… Todo tenía su encanto. Poder tocar en esa época teniendo en cuenta como estaban las cosas… Poder seguir tocando fue muy emocionante. La gente escuchaba de otra manera y ahora volver a todo sin restricciones la gente lo ha cogido con muchas ganas y ha sido como que se nos ha olvidado un poco, es una sensación de que estamos viviendo como vivíamos antes que ya era hora".

P.- La música sirve para mucho. Para olvidar, de medicina en muchos casos. La música que hace La M.O.D.A., cuando os ponéis delante del papel, cuando sacáis el acorde, cuando componéis, ¿para qué pensáis que puede valer vuestra música?

R.- David Ruiz: "Buena pregunta. No lo pensamos mucho. Al final hacemos la música que nos sale, intentamos expresarnos que ya es bastante, y luego si la gente lo escucha y le llega y significa algo para ellos pues eso es increíble. Al final a nosotros nos sirve para expresarnos, para desahogarnos, para sentirnos llenos y para emocionarnos".

P.- Es complicado definir vuestro estilo en un género concreto ¿Compartís esa idea de que lo que hacéis no es ni una cosa ni otra, que es La M.O.D.A. simplemente?

R.- Jacobo Naya: "Sí, totalmente. Al final somos siete amigos que estamos haciendo música, cada uno con sus más o menos referencias y con sus inquietudes y creo que por eso es imposible encasillarnos en ningún lado y esas inquietudes con los años también van cogiendo caminos distintos y por eso se ve una evolución en los discos".

P.- Retomando con la gira de este año, uno de los momentos más especiales fueron los conciertos que tuvisteis en pueblos burgaleses como Pampliega o Covarrubias. ¿Qué sentisteis cuando os subisteis a esos escenarios?

R.- Alvar de Pablo: "Emoción, pura emoción. Como en todos los conciertos. Ya sea WiZink, ya sea un festival, siempre hay unas mariposas en el estómago que van a estar siempre. Y en nuestra tierra pues lo fue aún más".

P.- Mañana el WiZink está lleno. Cerráis gira en Madrid, ¿para un grupo que parte desde abajo, de una idea de siete jóvenes músicos, que nace sólo y únicamente de vosotros, tiene que ser reconfortante encontraros varios años después con esto?

R.- Joselito Maravillas: "Es muy emocionante. Somos un pequeño grupo de Burgos que no venimos apadrinados por nadie y al final estamos tocando delante de tanta gente en el WiZink. Es como una fiesta, una celebración para toda la gente que nos sigue desde hace tantos años y hace que el concierto de mañana sea una fecha especial. Ojalá que les guste a los que vengan y sigan viniendo a nuestros conciertos".

P.- Mirando al futuro, a lo que vais hacer desde que mañana lleguéis al camerino después de tocar, ¿qué planes podéis desgranar?

R.- Jorge Juan Mariscal: "La idea más cercana es irnos en marzo a México. Tocamos en el Festival Vive Latino y una vez allí a ver si podemos rascar alguna fecha más en el país o intentar Argentina o Chile. Todo lo que nos pueda salir en Sudamérica, nosotros encantados de descubrirlo. Tenemos muchísimas ganas de hacer algo grande allí. Luego también vamos a seguir por España en una nueva gira hasta que acabe el año. Darle continuidad a la gira de este disco nuevo Nuevo cancionero burgalés por lo menos hasta final de año".

P.- Y temas nuevos de estos que os ponéis a escribir entre prueba y prueba, ¿nos podéis decir algo?

R.- Jorge Juan Mariscal: (Risas) "De momento…No. Hemos hecho muchos discos mientras estábamos de gira y este disco hemos querido disfrutarlo más".

P.- La última pregunta es esta. Vuestro ejemplo se adapta muy bien a eso de tener una buena idea, ilusión y apostar por un trabajo propio que luego quien se pone los cascos para escucharlo dice: esto me representa. ¿Vale más eso que ir con un talonario de dinero con la idea prescrita en papel firmado?

R.- David Ruiz: "Lo cierto es que nosotros no somos ejemplo de nada. Hemos hecho siempre lo que nos ha apetecido y lo que hemos querido, sin estar sujetos a nadie y es muy satisfactorio el poder ver que la gente responde y nos sentimos muy afortunados del público que tenemos después de los años. Pero como nosotros hay muchos otros proyectos, artistas y bandas que compartimos una manera de ver este oficio y estamos muy contentos".

Con esa reflexión acababa la entrevista, al menos las preguntas formales. El cámara del Telediario aprovechó para grabar lo que en televisión llaman recursos que sirven para poder tapar las respuestas de los entrevistados. Los componentes de la banda cruzaron comentarios sobre sus pueblos, incluso hablaron de alguna de sus instrumentaciones.

El hilo musical del principio volvió a recuperar su tono y entre abrazos se despidieron hasta dentro de unas horas cuando ya vestidos con su típica indumentaria de camisa blanca de tirantes y pantalón oscuro, pusieran su música a servicio de más de 15.000 personas en el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid.